Políticas
30/9/2025
Universidad de Córdoba: la "cátedra colador" de Psicopatología sigue sin cambios
La materia de Psicopatología I sigue frenando a los estudiantes de la UNC
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Facultad de Psicología UNC.
La materia de Psicopatología sigue frenando a los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Aunque se prometió una revisión por las denuncias de malos tratos y exámenes injustos, en la última mesa no hubo ninguna mejora. Con el aval de Franja Morada y las autoridades, la situación se mantiene igual, protegiendo a la cátedra y dejando a los alumnos sin soluciones.
Cabe resaltar que la materia Psicopatología I, obligatoria y troncal para los estudiantes de tercer año de Psicología en la UNC, se ha convertido en un verdadero "colador" para la carrera. Desde 2018, los estudiantes denuncian recurrentes problemas en las evaluaciones que impiden su avance. Los relatos se repiten año tras año: malos tratos y abuso de autoridad en instancias evaluativas, una total falta de organización, irregularidades en los criterios de evaluación que cambian sin previo aviso, altos porcentajes de desaprobados y, como si fuera poco, tampoco se respeta el derecho a la revisión de exámenes.
Esta situación quedó plasmada en reiteradas denuncias de parte del estudiantado, que llevó el problema de la cátedra de Psicopatología I a sus centros de estudiantes, y después de largos años de lucha, el tema llegó hasta el Consejo Directivo de la Facultad. La respuesta que consiguieron fue que, en abril de 2025, el Consejo aprobara un pedido para que la cátedra y la Secretaría Académica revisaran los criterios y modalidades de evaluación. Además, se decidió que la Secretaría de Asuntos Estudiantiles (SAE) dispusiera de veedores estudiantiles en los próximos turnos de exámenes.
Pero para sorpresa de nadie, en la pasada mesa de exámenes finales de julio, nada cambió. Los criterios de evaluación siguen siendo confusos, con preguntas capciosas que confunden a los alumnos, se denunciaron problemas en la carga de notas y, lo más grave, los veedores estudiantiles que se habían prometido simplemente no existieron. La frustración y el atraso en la cursada se repiten, año tras año.
En el proyecto llevado al HCD, también se propuso la flexibilización de Psicopatología I para las materias de cuarto año, con el fin de evitar que los estudiantes se retrasen en su cursada; y la formación de una comisión especial en el HCD para desarrollar una segunda cátedra de Psicopatología. Sin embargo, estas propuestas que hubieran significado un alivio real para los miles de estudiantes afectados no consiguieron el consenso necesario. Los consejeros de Franja Morada, que actualmente manejan el centro de estudiantes de Psicología se abstuvieron en la votación junto con consejeros docentes. Con esta maniobra política, se negaron a apoyar medidas que beneficiarían directamente al estudiantado.
Este estancamiento no sorprende, dado el blindaje que la cátedra recibe de las distintas gestiones decanales. En este sentido, el actual decano de la facultad, Germán Pereno, de la agrupación Synthesis (Franja Morada), llegó a la conducción a través de una alianza con sectores de JuntxsporPsico (La Bisagra), asegurando su victoria. Es esta misma conducción la que sostiene la situación de la cátedra de Psicopatología I, protegiéndola de cualquier cambio. A pesar de las numerosas denuncias anónimas presentadas ante la Defensoría de la UNC, la situación se mantiene igual, dejando a los estudiantes a su suerte y profundizando el problema. Esta connivencia no solo afecta a los alumnos, sino también a los docentes que no comparten los métodos de la cátedra, que terminan siendo apartados o renunciando.
Por una huelga obrero-estudiantil
La problemática de Psicopatología I no es un caso aislado. Las trabas burocráticas y el abandono que sufren los estudiantes y docentes en la UNC son una constante, y el rol de las conducciones estudiantiles es clave. El voto de abstención de las consejeras de Franja Morada, que dicen representar al estudiantado, es un claro ejemplo de cómo las direcciones estudiantiles les dan la espalda a las demandas genuinas.
Mientras las autoridades académicas y las bancas estudiantiles de la gestión se protegen mutuamente, la educación se precariza. Lo que la comunidad universitaria de la UNC y de todo el país necesita no son centros de estudiantes que se pliegan a las gestiones de turno, sino conducciones que velen por los derechos del estudiantado y que luchen por una educación pública de calidad, sin obstáculos ni "cátedras tapón". La única manera de revertir esta situación es a través de la organización y la movilización conjunta de estudiantes y docentes, para conseguir un cambio que salga desde las bases y que rompa con las alianzas de la burocracia estudiantil.
Es hora de construir una unidad obrero-estudiantil que se plante con fuerza en una huelga universitaria, que sea punta de lanza para derrotar el ajuste sobre la educación, y obtener respuestas a las demandas estudiantiles, entre ellas, que Psicopatología deje de ser una materia colador, con un frente único de estudiantes podemos avanzar en esa perspectiva.

