Políticas

7/9/2020

Villa 31: en medio de la crisis habitacional, el gobierno se preocupa por la publicidad

3 millones de pesos menos para la urbanización del barrio.

La semana pasada se dio a conocer en el Boletín Oficial de CABA el pedido de licitación de la contratación del “Servicio de Producción Audiovisual, Cobertura y Registro Fotográfico para el plan de Urbanización E Integración Social Del Barrio Padre Carlos Mugica” con un costo de $2.791.014. En medio de la delicada situación de la Villa 31, el gobierno hace caso omiso de las necesidades de sus habitantes y se concentra en la publicidad de su gestión.

La finalidad de esta contratación, según lo fundamentado, es la de “convocar a las actividades desarrolladas en el Barrio en pos de su integración social y económica”. Sin embargo, y como se viene denunciando desde la Mesa de Urbanización, lo que menos ha hecho el gobierno es fomentar la participación real en los espacios de deliberación, como por ejemplo el CGP (Centro de Gestión Participativa), donde se discute el proceso de urbanización que se viene llevando adelante y el número de vecinos independientes es mínimo, lo que le permite al gobierno avanzar con sus planes.

Urbanización trucha

Otra cosa que llama la atención, o indigna, es que “se realizará un seguimiento de los avances de los proyectos, obras y actividades ejecutadas en el Barrio Padre Carlos Mugica, pudiendo mostrar a sus habitantes las transformaciones tanto sociales como urbanas”. El gobierno habla de promocionar sus “transformaciones”, mientras abundan las quejas por cortes de luz o, como sucedió hace 10 días, la explosión de un transformador en el sector Cristo Obrero. A esto se le suma un nuevo capítulo: la Secretaría de Integración Social y Urbana, a cargo de Diego Fernández, responsable directo de la situación que propició la crisis de contagios por el Covid-19, plantea que el tendido eléctrico debe realizarse en altura, con postes de luz, algo que por la normativa vigente y por los riesgos que conlleva, está prohibido.

Seguramente, el gobierno no querrá fotografiar ni esta realidad ni el sector de bajo autopista, donde en plena pandemia se realizaron demoliciones que generaron riesgos de derrumbe y expusieron a los vecinos del sector a convivir con el agua estancada, el aumento de roedores y otras dificultades.

El barrio necesita una urbanización real

En medio de una crisis habitacional, que ha estallado con las múltiples tomas de tierra en la provincia de Buenos Aires y en varios puntos del país, es necesario recordar que la urbanización de la villa 31 es una conquista histórica de sus habitantes, que resistieron a la dictadura militar y los intentos de diferentes gobiernos por erradicarla.

Sin embargo, el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta impulsa una urbanización trucha, al servicio de los grandes negociados inmobiliarios. Mientras el gobierno nacional refuerza su política represiva en defensa de “la propiedad privada” como vocifera Sergio Berni, en la Ciudad de Buenos Aires, los planes de urbanización de Larreta demuestran la vocación de generar la expulsión mediante el mercado inmobiliario. Diferentes métodos, objetivos similares.

Aun en medio de la pandemia, tomando los recaudos necesarios, necesitamos impulsar la deliberación colectiva y preparar a las y los vecinos en defensa de la vivienda, exigiendo una solución para cada familia del barrio, tanto propietarios como inquilinos, que se respete el desglose familiar y que las obras sean bajo control vecinal, en definitiva, una urbanización real, al servicio de las vecinas y vecinos.