Políticas
14/10/2025
"Vinimos a rechazar el pacto colonial por el que Milei le entrega el gobierno a Trump"
Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero y candidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda, habló en acto del FIT-U en el Ministerio de Economía.

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Federico Imas @ojoobrerofotografía
El Partido Obrero en el Frente de Izquierda movilizó al Ministerio de Economía para repudiar la reunión de Javier Milei y Donald Trump en la Casa Blanca y denunciar el nuevo pacto colonial para someter a la Argentina al imperialismo norteamericano, en el cuadro de la crisis capitalistas y la guerra comercial.
Gabriel Solano, dirigente del Partido Obrero, legislador y candidato a diputado nacional por el FIT-U dijo: “Donald Trump aprovecha la extrema debilidad de Milei para hacerse del gobierno de la Argentina a bajo costo. Sucede que el fracaso del gobierno libertario dejó a Milei al borde de la caída. En pocos meses su gestión se patinó la plata del blanqueo, de la cosecha y de los fondos del FMI. Nada impidió que siga la fuga de capitales y que el país quede en estado de virtual default. Aprovechando esa situación Trump pasa a controlar de modo directo la política monetaria y financiera de nuestro país, que retrocede formalmente al estatus de colonia. Como confirmó el titular del Tesoro yanqui Scott Bessent con la intervención EEUU aspira a monopolizar la explotación de los recursos naturales de la Argentina, entre ellos el uranio, el litio y el cobre. Así nuestro país pasa a ser un peón de los EEUU en su disputa con China".
Este es el decimotercer viaje del presidente a Estados Unidos, acompañado por su hermana Karina, Patricia Bullrich y Luis “Toto” Caputo. El encuentro se produce en el marco de una crisis económica sin precedentes, con el Tesoro argentino sin reservas y una corrida cambiaria que solo pudo contenerse gracias a la intervención directa del Tesoro norteamericano en el mercado argentino, mediante los bancos Santander, Citi y JP Morgan. Esta operación, que consistió en la venta de dólares —o la “compra de pesos”— por parte de los Estados Unidos, es un hecho sin antecedentes en la historia nacional.
De esta forma, el tipo de cambio argentino quedó en manos de un Estado extranjero, lo que implica la renuncia completa a la soberanía monetaria. La operación, impulsada por Scott Bessent, titular del Tesoro norteamericano y ex socio del magnate George Soros, tuvo como objetivo principal salvar los negocios de los grandes fondos de inversión —BlackRock, Fidelity, Pimco— que vienen especulando con los bonos argentinos y garantizar la estabilidad política de Milei, su aliado en América Latina.
El “rescate” que Milei busca obtener de Trump no tiene otro contenido que profundizar la entrega nacional. Estados Unidos pretende imponer un paquete de condiciones: la ruptura del vínculo con China, el traspaso del control de recursos estratégicos como el litio, el cobre y el uranio a empresas norteamericanas, la construcción de una base militar en Ushuaia y el control de la hidrovía. En términos económicos, el acuerdo prevé un swap con el Tesoro estadounidense por hasta 20.000 millones de dólares, a cambio de un sometimiento completo de la política económica argentina a los designios de Washington.
Milei busca sostener con este pacto un esquema económico inviable, mientras el gobierno de Trump lo utiliza para reforzar su dominio sobre América Latina en medio de la guerra comercial con China. Pero ni la intervención del Tesoro ni un eventual préstamo evitarán la devaluación ni la profundización de la crisis social. El gobierno de Milei es sostenido por el imperialismo y los partidos patronales porque impulsa las reformas estructurales antiobreras que reclama el FMI: reducción de salarios, de jubilaciones, flexibilización laboral y desmantelamiento de la industria nacional. Sin embargo, su viabilidad política pende de un hilo.
El imperialismo yanqui no interviene para “salvar” a la Argentina, sino para salvar a sus propios capitales y preparar un nuevo ataque contra los trabajadores. Mientras Milei entrega la soberanía nacional y compromete los recursos estratégicos del país, la burocracia peronista y los gobernadores del PJ colaboran en el Congreso para garantizar la gobernabilidad de este régimen de entrega.
Solano agregó: "Por más que lo oculte, la intervención yanqui tiene como condición una gran devaluación luego del 26 de octubre. Por eso y ante la certeza de que Milei sufrirá una dura derrota electoral, EEUU pasa a manejar también el armado político de nuestro país, forzando una coalición política que busque darle fuerza a un gobierno arruinado. Solo con apoyo de la oposición pro-yanqui es posible que el gobierno pueda intentar avanzar con las reformas reaccionarias que reclama el FMI".
Vanina Biasi afirmó: "Nadie puede sentirse asombrado de que Toto Caputo haga de Toto Caputo, pero esta vez dio un salto y se fue a vivir prácticamente a EEUU, para que fueran funcionarios de EEUU los que dictaminarán cuales van a ser las políticas económicas ahora frente al proceso electoral".
Frente a esta ofensiva colonial, el Frente de Izquierda Unidad llama a organizar una respuesta política y de masas que enfrente al imperialismo y a los capitalistas locales. Solo un programa de independencia de clase —que plantee el desconocimiento soberano de la deuda externa, la nacionalización de la banca y el comercio exterior bajo control de los trabajadores, y la defensa de los recursos naturales— puede sacar al país de la crisis.

