Salud
13/11/2025
Con el ajuste y la desinformación cae peligrosamente la vacunación en las infancias
El gobierno prepara las condiciones para nuevos brotes sanitarios atacando a la Salud.

Seguir
Vacunación en niños y niñas.
La vacunación en las y los niños viene cayendo a niveles críticos, de la mano del ajuste en Salud y la ausencia de campañas oficiales de vacunación, junto a la promoción de una política de “libertad de acción” y de desinformación que están amenazando la salud de la población y poniendo en grave riesgo a las infancias.
Datos oficiales revelan una caída significativa de los indicadores de vacunación en niños y niñas en edades clave, como entre los 5 y 6 años y a los 11 años, abriendo la brecha para la reaparición de enfermedades virtualmente erradicadas en el país y de contagios peligrosos para las infancias y los niños recién nacidos.
El primer dato preocupante es que menos de la mitad de los niños recibieron en 2024 las vacunas de ingreso escolar (a primaria), según datos del Ministerio de Salud, con una caída de entre 6 y 12 puntos porcentuales, en las aplicaciones, solo en ese año; y un desplome de 10 p.p. en las vacunas para los 11 años. También existe una fuerte caída de la vacunación contra el virus de papiloma humano (VPH o HPV) en preadolescentes, creciendo así la exposición a posibles infecciones que pueden derivar en lesiones precancerosas y cancerosas.
Cuando se indaga respecto a las responsabilidades de esta situación preocupante tenemos que el Estado prácticamente ha liquidado toda campaña de vacunación al respecto, centrándose solo en el calendario obligatorio para las dosis correspondientes al primer año de vida.
La ausencia de políticas de promoción de la vacunación en niños y niñas, junto al desmantelamiento de los recursos de la salud pública, con menos oferta de vacunas e insumos, y una campaña de desinformación y desconfianza en el sistema vienen precipitando las vacunaciones, llegando a que solo alrededor de 4 de cada 10 chicos fueran llevados por sus padres a vacunatorios, cuando las recomendaciones internacionales en la materia indican un piso del 85% al 90%.
El ajuste oficial en la materia es ocultado con una campaña de desinformación que promueve la no vacunación ante lo que “se considera popularmente” enfermedades de antaño que se encontrarían erradicadas. Sin embargo, este tipo de razonamiento peligroso omite considerar que esas enfermedades –como la polio, sarampión, paperas, rubéola, entre otras- no se encuentran desterradas de la humanidad, sino aplacadas por los altos índices de vacunación e inmunización previos, que ascendían a más del 90% de los niños y niñas.
El caso de la polio es ilustrativo de esta situación, con un índice de vacunación de entre 2009 y 2019 por arriba del 84%, que en 2024 llegó al piso de 47,6% de los nenes de 5 años. Se trata de una enfermedad responsable de grandes epidemias, que bajo estos índices podría volver a hacer estragos en el país.
La no vacunación no afecta solo a la niña o niño no inoculado sino que este mismo también actúa como agente de transmisión de los virus, exponiendo y afectando a bebes más vulnerables, adultos mayores o mujeres embarazadas, convirtiéndose en un peligro sanitario de reproducirse a gran escala. Es lo que ocurre con la varicela, cuya vacunación procura obtener una “barrera colectiva” para proteger a la población vulnerable y actualmente menos de la mitad de las y los niños recibió la dosis correspondiente.
Esta situación no es casual sino el resultado de una política gubernamental de ajuste, con ataque a la salud pública y sus trabajadores –como sucedió en el Hospital Garrahan- y recorte en las políticas y campañas de difusión sanitaria: una consecuencia nefasta más de la aplicación de las medidas fondomonetaristas que ponen en peligro la salud y la vida de millones de trabajadores y sus familias.




