Salud
17/7/2025
El Instituto de Oncología Ángel Roffo peligra por el ajuste de Milei
Restricciones en la admisión de pacientes a falta de presupuesto para cubrir los tratamientos y la medicación.
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Reclamo trabajadores del Roffo.
En medio del ajuste del gobierno nacional contra la salud pública y la masiva movilización convocada por el Garrahan la situación se está volviendo insostenible en diversas dependencias sanitarias públicas. Es el caso del Instituto de Oncología Ángel Roffo, que atraviesa una situación similar a la del Garrahan, con un presupuesto del 2024, ajuste sobre los salarios y vaciamiento, que ponen en riesgo su continuidad.
El Roffo, el instituto de oncología más antiguo de América Latina, dependiente de la Universidad de Buenos Aires y del presupuesto nacional, atiende alrededor de 100.000 pacientes oncológicos, cuyos tratamientos y salud peligran debido al ajuste del gobierno nacional y la falta de recursos.
Los profesionales del instituto denuncian que están funcionando con el presupuesto del 2024, que a su vez prorrogó el del 2023, con recursos totalmente desactualizados respecto a la inflación, falta de insumos, ajuste en los salarios, problemas edilicios y de aparatología.
Por estas razones las y los trabajadores del Roffo se sumaron a la marcha en defensa de la salud pública de este jueves 17, con los reclamos de los hospitales e institutos de salud universitarios, situación que comparte con el Hospital de Clínicas, también dependiente de la UBA.
Según Sergio Gianni, director del departamento de cirugía del instituto, el Roffo tiene que optar por restringir la cantidad de pacientes atendidos, debido a la incapacidad de cubrir las necesidades médicas con los recursos actuales.
María Matilla, paciente del Roffo, señaló en un informe difundido por el medio RT: “Todos los días tengo que llamar a ver si mi medicación está o en donde está. Mi cáncer no va a mejorar, puede empeorar, estoy conteniendo la metástasis”.
El ajuste en el sector público de salud se da al mismo tiempo de un pasaje de los pacientes de la medicina privada y las prepagas al sistema público, debido a su encarecimiento y a la inviabilidad de costearse una cobertura médica privada en los marcos de la crisis económica actual.
En materia de oncología, el gobierno nacional viene de eliminar el Instituto Nacional del Cáncer, dificultado aún más el acceso de miles de pacientes a la medicación y los tratamientos necesarios para el cuidado de su salud, los que en general implican elevados costos, por fuera de la capacidad económica de la mayoría de la población.
Se trata además de un sector sumamente sensible a estos ataques, con tratamientos no solo costosos sino prolongados en el tiempo, y donde el estado emocional de los pacientes también juega un papel crucial en el resultado final.
Hay que derrotar el ajuste de Milei contra la salud pública y la población, apoyando a las y los trabajadores, reclamando más presupuesto y salarios que cubran la canasta familiar ubicada por arriba de los $1.800.000.

