En declaraciones recientes, el intendente Ariel Sujarchuk se despachó con un estado de situación en Escobar respecto a la pandemia de Covid. Tras mostrar algunos gráficos y remarcar sobre cierta “mejora” en los índices de contagio, remarca que ante el empinamiento de la curva, la conciencia social y los cuidados individuales han sido importantes y lo serán en adelante, donde esas conductas individuales “definirán el curso” de la pandemia en el distrito. Escobar se encontraría por debajo de la línea de contagios de la región, pero con una cantidad de muertos en números similares a distritos como Tigre, donde hay el doble de contagios.

Para el intendente, lo determinante serían las acciones individuales disociadas de la situación concreta más general. Desde el Partido Obrero fuimos tajantes al advertir que la cuarentena -y las acciones individuales contra el contagio- no podría mantenerse si no se garantizaba, como mínimo, la subsistencia de los trabajadores, que en nuestro distrito encuentra a una gran mayoría en negro, precarizados o sin empleo. Ante esto, la entrega de bolsones de mercadería resultó insuficientes y de baja calidad nutritiva para las familias. Un ejemplo que grafica esto es el ofrecimiento de 30 bolsones de alimentos para las 600 familias que viven de El Trueque de Savio.

Los distintos permisos municipales para la apertura de industrias no esenciales -como en Alba, en plena fase 1-, las medidas del gobierno tendientes a favorecer la apertura de industrias no esenciales y la defensa del patrimonio empresarial local son las que explican la enorme circulación del virus en nuestro distrito, junto con la falta de testeos.

“Estado diezmado” y la defensa de la salud pública

El intendente plantea que en esta nueva etapa de cuarentena nos encontramos ante un “Estado municipal diezmado” por los sucesivos esfuerzos de la comuna para prepararse para este momento, ya que “se privilegia la salud de los vecinos”. Pero señala que no pueden “fabricar los recursos humanos” para hacer frente a más casos.

La solución al problema planteado por Sujarchuk se encuentra a escasas cinco cuadras del Palacio Municipal. Hace tres semanas los trabajadores y trabajadoras del Sanatorio Plaza resisten contra el cierre de la clínica privada y por su fuente de trabajo.

El equipamiento médico, los respiradores, las camas, los profesionales y todo el plantel de trabajadores son la bocanada de aire que el sistema sanitario local precisa. Prescindir de él ante más de 2.500 casos -y en alza- y casi 70 muertes, solo muestra como el Estado municipal y provincial han favorecido el vaciamiento y la estafa de empresarios para con la salud y el negociado con las cápitas del Pami. Esto muestra que Sujarchuk está lejos de privilegiar la salud como dice.

Denunciamos nuevamente el intento de Sujarchuk de endilgar a los trabajadores la avanzada de la pandemia en Escobar y marcamos las responsabilidades políticas que le caben al gobierno. Llamamos a los trabajadores y vecinos a apoyar la lucha de los trabajadores del Sanatorio Plaza y a apoyar la reapertura y expropiación planteada por los trabajadores tal como lo expresa el proyecto presentado por Romina Del Plá, de la banca del Partido Obrero en el Frente de Izquierda.

En este marco, favorecer a los vaciadores y especuladores sanitarios es atentar contra la salud pública y sus trabajadores.