Salud
6/3/2024
Hospital Chutro de Merlo: la situación no da para más
Este 8M las mujeres trabajadoras de Merlo nos movilizamos por nuestros derechos hasta terminar con la motosierra de Milei, Kicillof y Menéndez.
Actividad en el Hospital Chutro.
El Hospital Chutro de Merlo es el principal centro de atención público materno-infantil del distrito, en el cual se atienden cientos de mujeres al año. La descripción que nos hacen quienes trabajan allí es de franco colapso del hospital. Respecto a la infraestructura, mal mantenimiento sanitario, equipos obsoletos, incubadoras que se incendian, cortes de luz y falta de grupos electrógenos e incluso la presencia de ratas.
Todo esto se suma a la desidia y falta de capacidad en la atención con partos que están horas sin ser asistidos o no llegan a hacerlo nunca, falta de atención en el pre y pos parto, entrega de leches vencidas, violencia obstétrica, etc. Existe un desmanejo general que comienza desde la cabeza de la administración. La misma está ligada políticamente al intendente Menéndez y se beneficia de la caja negra del Plan Nacer por el cual recibe fondos provinciales por cada parto registrado.
La consecuencia de esta situación es la cantidad brutal de casos de violencia obstétrica y de bebés con patologías adquiridas en el propio hospital y muertes por la degradación de condiciones elementales. Las denuncias quedan cajoneadas por el entramado de poder dentro del aparato estatal al amparo del municipio, que incluye a la policía y la Justicia, que aportan su granito en esta lógica horrorosa de desprecio por la salud de las gestantes y sus hijxs y negociados millonarios. Es el caso que sufrió por ejemplo la joven trabajadora Rocío Elizondo y su bebé.
Las condiciones laborales de los trabajadores también son despreciadas por el Municipio de Merlo. Un enfermero cobra bajo convenio municipal un salario de bolsillo mísero de $98 mil por mes, trabajando 6 horas por día, mientras un médico alcanza los $200 mil. Se trata de un sexto y un tercio de la línea de pobreza en la Argentina, respectivamente, mostrando el alcance del ajuste del gobierno de Menéndez sobre quienes ponen el hombro todos los días para sostener nuestro sistema de salud.
Frente a esto no tienen otra opción que ampliar su jornada en otros empleos y reducir el tiempo de descanso, lo cual impacta negativamente en la calidad de la atención. La contratación de una parte del personal es por monotributo, con lo cual estos trabajadores se encuentran por fuera de los derechos de convenio colectivo y siempre sujetos a la posibilidad del despido rápido y los aprietes y persecución de la patronal.
Como trasfondo, no podemos obviar el enorme vaciamiento del que desde hace largo tiempo es objeto el sistema de salud pública, que pega un salto con la “motosierra” de Milei, mientras los gobiernos siguen garantizando el saqueo del presupuesto público pagando la deuda usuraria. Kicillof prorrogó el presupuesto de gastos de 2023 para este año y el Municipio de Merlo lo dejó muy debajo de la inflación.
De este modo, estamos ante un escenario en el cual indudablemente se profundizará la explotación laboral y ataques a los trabajadores y la salud, con posibles despidos, racionamiento de servicios y los elementos de trabajo, y destrucción de la calidad de atención. Todo esto bajo la venia de la burocracia sindical que paraliza los gremios.
Hay una salida
Frente a la desidia, que con mucha gravedad golpea obviamente a las mujeres pobres de la clase trabajadora de Merlo, necesitamos una propuesta concreta para recuperar un funcionamiento básico del hospital. Hay que exigir que se abran los libros contables del hospital y ponerlos bajo control de una asamblea de pacientes y trabajadores. Solo así podemos investigar cuántos fondos ingresan y estipular el conjunto de necesidades y prioridades a ser resueltas, así como echar luz sobre las responsabilidades concretas de los funcionarios por el uso irregular de los fondos y los negociados que proliferan.
Exigir también al municipio que termine con el ajuste a las partidas presupuestarias y que empiecen a pagar salarios que equiparen la canasta familiar y para cubrir todas las necesidades de un servicio de calidad. Que avancen ya las causas judiciales por las muertes de los bebés y el maltrato obstétrico, y paguen los responsables.
No hay otra salida que organizarse para la lucha por estos puntos, de forma independiente respecto de los gobiernos y los sectores político patronales del ajuste. Desde el Partido Obrero nos ponemos a disposición de esta perspectiva, por lo que venimos realizando una vasta campaña de organización por los reclamos en defensa de la salud pública, ya habiendo realizado audiencias públicas frente al HCD, junto a madres de los casos de violencia obstétrica, y el 8M presentaremos un proyecto de ordenanza para restaurar el funcionamiento efectivo de todas las unidades sanitarias del distrito, actualmente vaciadas.
Vamos por el efectivo acceso al derecho a una salud pública, gratuita y de calidad, mientras el capitalismo y sus gobiernos del ajuste buscan negarlo a sus explotados. El 8M movilicemos masivamente contra la violencia obstétrica y toda forma de violencia hacia las mujeres.
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