Trabajadores y estudiantes de la salud nos organizamos para brindar asistencia y primeros auxilios en las movilizaciones. ¿Por qué hablamos de “salud militante”? Porque ponemos nuestros conocimientos al servicio de las luchas y de hacerle frente a la brutal represión del gobierno.

Durante tres días consecutivos, en el marco del tratamiento de la Ley Ómnibus, miles de personas se movilizaron al Congreso para expresar su rechazo a este paquete de medidas que implican un verdadero plan de guerra contra los trabajadores. Además del escándalo dentro de la cámara, lo que atravesó las jornadas de tratamiento de la ley fue la feroz represión que las fuerzas de seguridad de Patricia Bullrich llevaron adelante contra los manifestantes.

La represión a los trabajadores, que fue más allá de los parámetros que establece el inconstitucional protocolo antiprotestas (se reprimió a personas que estaban en la vereda, por ejemplo), es un burdo mensaje disciplinador con el que se busca amedrentar la respuesta al plan de ajuste de Milei. Esto incluyó desde palazos a los jubilados hasta la utilización indiscriminada de gases lacrimógenos contra los manifestantes en general. Nadie en el gobierno da claridad sobre las sustancias que estos últimos contienen.

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Sin embargo, gracias a la investigación de médicos, bioquímicos y profesionales de distintas áreas se observó que uno de los gases podría estar compuesto por etanol (entre 25 a 40%) y pimienta (entre 10 a 20%) cuando en nuestro país el máximo porcentaje permitido de este componente es de 10%. Otro de los componentes es clorobenzilideno malononitrilo. Esta sustancia es mucho más irritante que el gas pimienta y desde las Naciones Unidas alertaron sobre las quemaduras y lesiones que provoca en la piel y explicaron que no debería utilizarse en “situaciones de resistencia pasiva”.

Lo cierto es que los gases, las balas de goma y los palazos de la fuerzas de seguridad han causado decenas de heridos durante las protestas, que solo fueron atendidos gracias a la solidaridad y acción militante de trabajadores y estudiantes de la salud. La represión tiene un doble objetivo: golpear a un movimiento de lucha en la Plaza y disuadir a quienes aún no están en ella. Es algo que no podemos permitir, hoy nuestra tarea es movilizar, buscar que más y más sectores se sumen a la lucha para derrotar el plan Milei. La importancia política de nuestro accionar radica en esta perspectiva.

Por todo esto, estudiantes y trabajadorxs nos organizamos para poner en pie una posta de salud impulsada por agrupaciones como Tribuna Salud, El Frente Ciencias Médicas, Antídoto Farmacia y El Epa de Psicología. Ponemos en pie una herramienta de asistencia y primeros auxilios para cuidar a quienes luchan en defensa de sus derechos.

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La salud como herramienta militante en este contexto es un pilar fundamental para defender el derecho a la protesta y hacerle frente al amedrentamiento que quiere imponer el gobierno de Milei. El rol de lxs profesionales de la salud en las movilizaciones contra el DNU y la Ley Ómnibus es un ejemplo más de la amplia voluntad de lucha y de unidad que existe en la clase obrera.

Convocamos a todos aquellos trabajadores, trabajadoras y estudiantes de la salud que quieran participar de la posta de salud de Tribuna Salud a sumarse en las próximas movilizaciones. ¡Desde este martes a las 16 hs volvemos a las calles para rechazar la ley! ¡Sumate vos también!

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