Los sectores combativos del movimiento obrero le imprimirán a este 17 de agosto, en contraposición a la convocatoria oficialista de la CGT, un carácter de lucha por todos los reclamos de los trabajadores contra el ajuste del gobierno y los ataques patronales. Así lo hará el Sutna, que protagonizará un nuevo paro con movilización en el marco de la pelea que viene dando por aumentos salariales, junto a otros sindicatos, agrupaciones y organizaciones del movimiento piquetero que se nuclean en el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC). Estarán concentrando a las 15:30 en Diagonal Sur y Perú (frente al Indec), para luego movilizar a Plaza de Mayo.

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Los trabajadores del Sutna comenzarán la jornada de lucha con una concentración frente a las fábricas de Fate (San Fernando), Pirelli (Merlo) y Bridgestone (Lavallol) a las 13:30, en la que difundirán sus reclamos entre el conjunto de los compañeros. Los obreros del neumático han venido realizando paros en distintos turnos, movilizaciones y otras medidas de lucha por aumentos salariales y por el pago al 200% de las horas laboradas los fines de semana.

A la jornada del 17 concurrirán sectores de trabajadores que han estado llevando adelante medidas de lucha y que se vienen organizando en sus gremios contra la burocracia sindical entreguista y el ajuste, como la docencia universitaria. También se sumarán delegaciones del enorme movimiento piquetero combativo, como las que enviará el Polo Obrero.

Esta movilización tendrá lugar en el marco de un acrecentamiento de las luchas en todo el país, como las que desenvuelve la docencia en las provincias. Los docentes mendocinos, por ejemplo, están encabezando una dura pelea contra el gobieron del radical Rodolfo Suárez.

Hay un abismo entre esta movilización y la convocatoria de la CGT, que es en apoyo al gobierno y “contra la inflación” (de la cual absuelven precisamente al gobierno, que está aplicando por ejemplo un tarifazo generalizado). La burocracia sindical actúa bajo la presión de las bases de los sindicatos que sufren el deterioro persistente de sus salarios y al calor de la crisis de la coalición oficial, mientras que el sindicalismo combativo se propone abonar al triunfo de todas las luchas en curso y abrir un rumbo de intervención de los trabajadores en la situación nacional.

La movilización, que culminará plantándose en el centro del poder político, será un pronunciamiento en contra del plan de guerra que los Fernández y Massa preparan contra el movimiento obrero para cumplir con las pretensiones del FMI. Allí se levantará la necesidad de ir hacia un paro nacional y un plan de lucha para defender el salario y los puestos de trabajo, para derrotar el ajuste del gobierno.

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