Sindicales

27/9/2022

Acuña quiso recuperar un feriado, pero provocó un paro

La docencia respondió con una adhesión del 90%.

El paro docente del 22 de septiembre logró un 90% de adhesión.

Lxs trabajadorxs de la educación de la Ciudad de Buenos Aires venimos de un parazo del 22 de septiembre que tuvo aproximadamente un 90% de adhesión, en un contexto en que los paros en CABA vienen aumentando en nivel de adhesión porque la educación no solo es una de las variables de ajuste principales de los gobiernos, sino que también es el eje de Larreta para mostrarse ante la burguesía como el abanderado de la reforma laboral hacia las elecciones del 2023. Tanto es así, que la ministra se paseó por los medios de comunicación para tergiversar los reclamos de la medida de fuerza.

Donde manda capitán, no manda marinero

Con la excusa de recuperar el día “perdido” por el feriado decretado a causa del intento de magnicidio de la vicepresidenta, Acuña suspendió mediante la Resolución Nº3961/2022 la jornada EMI (Espacio de Mejora Institucional) del próximo 31 de octubre y estableció que “se realizará un día sábado”. Pero la jugada le salió mal y la docencia puso un límite, respondiendo con un paro contundente luego de discutir la medida en distintas instancias de deliberación, como la asamblea abierta de Ademys.

A confesión de parte, relevo de prueba

Como si todo fuera poco, Acuña echó más leña al fuego en TN diciendo que los sindicatos “convocaron un paro argumentando que no podemos extender la jornada laboral (…), porque dicen que hay algunos docentes que trabajan los sábados, que ellos tienen derecho a descansar, que quieren estar con su familia, todos argumentos recontra válidos, pero es como todo (…) algunos tienen que ceder una parte, otros tienen que esforzarse un poquito”. Y aunque agrega que “son sólo tres sábados” y que los pagará, lxs trabajadorxs sabemos que la medida forma parte de una reforma laboral de hecho que el GCBA viene aplicando, como con la reforma del Estatuto del Docente o las pasantías truchas y obligatorias (Acap) para lxs estudiantes. Además, no tiene en cuenta todas las horas que lxs docentes ya trabajamos los fines de semana y feriados, corrigiendo, planificando, preparando clases y actos escolares. Acuña pretende revertir el fracaso educativo del que ella es responsable con nuestro tiempo de descanso.

La gota que rebalsó el vaso

En la misma entrevista de TN, mostraron estratégicamente el flyer de la UTE que sólo reclamaba que “la jornada laboral es de lunes a viernes” y omitieron mostrar el flyer de Ademys, a pesar de que la propia ministra hizo referencia a ambos sindicatos. Ademys incorporó, por supuesto, los otros reclamos de la docencia: basta de maltrato a la educación, recomposición salarial y capacitación en servicio. Y es que la docencia no llega a fin de mes tras cinco años consecutivos de paritarias a la baja: el salario inicial de una maestra de grado cubre sólo el 66% de la canasta básica. La burocracia sindical celeste no dice nada del salario, porque avalan el ajuste de los Férnandez, de Massa y de los gobernadores, y vienen de sacarse la foto (Baradel y Yasky) en la sede del imperialismo yanki.

Las gotas anteriores

No se puede dejar de señalar qué es lo que viene atravesando la docencia de la CABA. Acuña nos responsabilizó por los malos resultados en las pruebas Fepba y Tesba, cuando el fracaso educativo es todo suyo. En los dos años de pandemia no hicieron nada por lxs pibxs que quedaron afuera por falta de dispositivos y conectividad y, por absurdo que suene, prohibieron el lenguaje inclusivo alegando que dificulta el aprendizaje. Lo que dificulta el aprendizaje es el hambre, ministra. Lo que dificulta el aprendizaje y la enseñanza es que lxs docentes estemos sobreexplotándonos, trabajando los tres turnos para llegar a fin de mes y ni siquiera así.

La reforma del Estatuto del Docente fue aprobada en la Legislatura el 12 de mayo de este año en el marco de un enorme paro y movilización, antecedido por medidas que veníamos llevando adelante desde el año pasado. La ministra miente en la misma entrevista al negar el profundo rechazo que suscitó dicha reforma, porque elude que la bronca del gremio no para de crecer. Ese mismo día se aprobó una titularización no masiva de la que no hay noticias; era, simplemente, el caballo de Troya para hacer pasar la reforma.

También podemos hablar de los actos públicos que, además de carecer de todo tipo de transparencia, ahora se les sumaron las penalizaciones y los bloqueos para tomar horas y/o cargos. Esto genera una crisis en la cobertura de cargos -sobre todo en secundaria-. El pasado martes hubo alrededor de 1000 vacantes a cubrir, y esto sin contar las horas y cargos que no salen a acto público, porque MIA justifica licencias muy cortas que traen como consecuencia que no puedan publicarse.

La lista es muy extensa: docentes y estudiantes de terciarios vienen de una gran lucha contra la universidad privatista UniCABA; el salario por mérito y la restricción a derechos laborales que impone el nuevo Estatuto; la implementación de reformas como Secundaria del Futuro (Profundización NES) que genera que lxs docentes no cobren durante meses sus salarios, etc.

Lxs docentes no comemos vidrio

La ministra también miente cuando dice que “venimos tomando una serie de medidas: más días de clase, más horas de clase, métodos de enseñanza distintos, evaluaciones diferentes, materiales pedagógicos para las aulas adicionales”. En la realidad, esto se traduce en programas precarizadores como el Cate de los sábados, la Escuela de Verano y la Escuela de Invierno, en los que lxs estudiantes aprueban sus materias adeudadas con otro docente que no es quien le viene haciendo el seguimiento, como si la evaluación no formara parte del mismo proceso de aprendizaje. El debate sobre los métodos de enseñanza, como en la alfabetización, tampoco se encuentra saldado.

La docencia demostró esta semana que hay una reserva de lucha muy importante. Este jueves 29 de septiembre vamos a la asamblea abierta y unificada convocada por Ademys para discutir y votar la continuidad de un plan de lucha hasta tirar abajo la ampliación de la jornada laboral, por la recomposición salarial y por verdaderas capacitaciones en servicio.