Con bombos y platillos los sindicatos de Aerolíneas Argentinas (APA, APTA, AAA, Apla, Upsa) salieron a anunciar el cierre de la paritaria 2021/22 con un aumento acumulativo del 9,2% para septiembre.

El porcentaje de aumento anual de octubre 2021 a septiembre 2022 llega a un 83,5%. Si bien no se conoce aún el IPC de septiembre, de confirmarse los datos de las consultoras que ponen la cifra en un 7%, estaríamos ante una inflación para el periodo paritario del 84,5%. Es decir que nuevamente se ha firmado un acuerdo que está por debajo de la inflación.

A eso se agrega que durante todo el año los aumentos llegaron tardíamente, lo que hizo que durante muchos meses la pérdida por inflación haya sido mucho mayor. Por ejemplo, en octubre, noviembre y diciembre de 2021 no hubo aumentos, cuando la inflación de esos tres meses alcanzó el 10%. Calculando la masa salarial perdida con los aumentos que llegaron tarde estamos frente a una pérdida salarial total para el año del 7,5%.

Hay que destacar que se viene de seis años de pérdidas salariales inmensas frente a la inflación, las cuales se calculan en más del 40%. En un contexto de un fuerte crecimiento de los vuelos, esta debió ser una paritaria que recomponga lo perdido, pero por el contrario nos encontramos con nuevo ajuste sobre nuestros bolsillo.

Nos preguntamos ¿es inevitable la pérdida salarial en un contexto de fuerte inflación?

La conducción de Aeronavegantes (tripulantes de cabina), vinculada al moyanismo, en su comunicado dice que “las negociaciones nos permiten sostener nuestro nivel de ingresos en un contexto inflacionario extremadamente complejo”¿Pero lo complejo hace que haya que aceptar pérdidas salariales?

La semana anterior al cierre de la paritaria de Aerolíneas Argentinas vimos por todos los medios de comunicación como el Sutna (neumático) cerró la paritaria del año anterior por encima de la inflación y la paritaria actual con una cláusula gatillo que garantiza un 10% por encima de la inflación. Además un bono de $100.000 y otro bono de $38.000 a fin de año.

¿Cómo lo conquistaron? A partir de un sindicato clasista, que con un plan de lucha basado en la asamblea general del gremio tomó todas las medidas que tenía que tomar para aumentar el salario real de los compañeros. Algo muy distinto a la actuación de las burocracias sindicales de Aerolíneas Argentinas que apoyan al gobierno y la gestión de la empresa que ejecutan el ajuste contra los trabajadores.

Pero incluso dentro de los aeronáuticos la conducción multicolor de Atepsa mediante asambleas generales y la presentación de planes de lucha hasta ganar viene consiguiendo aumentos por encima de la inflación y con cláusulas que garantizan que no haya pérdidas en cada tramo, además de nuevos adicionales que representan victorias estratégicas para el colectivo de los trabajadores del tráfico aéreo.

Para defender Aerolíneas Argentinas y las condiciones de trabajo de todos los compañeros necesitamos nuevas conducciones sindicales independientes del gobierno y basadas en asambleas, plenarios de delegados con mandato y planes de lucha hasta ganar.

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