Sindicales
15/11/2024
Aerolíneas Argentinas: flexibilización laboral para avanzar con el desguace
Un ataque a todo el movimiento obrero.
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AA.
Los sindicatos aeronáuticos APA, Apla y AAA acaban de firmar un acuerdo con el gobierno que deja pasar los despidos, impone una fuerte flexibilización laboral y licúa fuertemente el salario. Un acuerdo que ni siquiera revierte los planes de cerrar o privatizar la empresa por parte de Milei.
En relación a la paritaria, se firmó un exiguo 16%, cuando los sindicatos estaban denunciando que venían con una atraso de más del 90%. Estamos ante un ajuste histórico, que se suma a las pérdidas de los años anteriores.
Además, los acuerdos dejan pasar los despidos tanto de pilotos como de personal de Intercargo, casi todos echados por sumarse a medidas de fuerza. A esto se suma la eliminación de derechos laborales consagrados en los convenios colectivos.
En relación a las tripulaciones (pilotos y tripulantes de cabina) se eliminó el traslado en remis al aeropuerto garantizado por la empresa y el inicio de las horas de trabajo al inicio de ese traslado. Algo elemental, siendo que los aeropuertos quedan en la mayoría de los casos en zonas alejadas de las ciudades sin los medios de transporte necesarios. Su reemplazo por una cifra monetaria no soluciona el problema, ya que no hay montos establecidos y se buscará licuarlo por inflación como se hace con los sueldos.
Otros puntos están ligados al aumento de la productividad, pagando más la hora a los que realicen más horas de vuelo. Este sistema explotador va en desmedro de la salud de los trabajadores y de la seguridad operacional.
También se recortan los viajes gratis en la empresa. Una práctica que existe en la mayoría de las aerolíneas del mundo.
A los tripulantes de cabina se les agrega un punto de polifuncionalidad, pudiendo volar cada uno a cualquier zona y en todas las flotas. Además, se habilita la venta de productos a bordo, aumentando sus responsabilidades durante los vuelos.
Para el personal de tierra (APA) se incorporaron cláusulas por las cuales se puede mover al personal entre hangares, aumentando la discrecionalidad patronal. También podrán prestar servicios de rampa y hangares a terceros. Además, se agrega una nueva carga laboral asociada al maneja de dinero para el personal de check-in, habilitándose el cobro de servicios extras a los pasajeros
En relación a los técnicos (Apta), el año pasado ya habían firmado una modificación “low cost” en el convenio colectivo con cláusulas de polifuncionalidad. Su secretario general Cirielli asumió en los últimos meses el nefasto rol de atacar los pocos paros que se realizaron, planteando que las medidas de lucha eran funcionales al plan privatizador.
Estamos ante un retroceso histórico de las condiciones laborales de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas e Intercargo.
Para imponer su política, el gobierno fue planteando paritarias muy por debajo de la inflación, recurrió a una fuerte campaña mediática contra los aeronáuticos, decretó la esencialidad, extorsionó con que se debían aceptar sus planes o cerraba la empresa, despidió a huelguistas y finalmente militarizó los aeropuertos planteando que ante las medidas de fuerza utilizaría a la policía como rompehuelgas. Un verdadero terrorismo patronal.
¿Se pudo haber evitado este nefasto desenlace contra un gobierno que viene por todo?
Nosotros creemos que sí. Hay que tomar nota de que estamos ante un gobierno que es una minoría en el Congreso y que en los últimos meses fue golpeado por masivas movilizaciones de las universidades y sectores de salud (Garrahan, Bonaparte, etc.).
Las burocracias sindicales aeronáuticas no quisieron estructurar un verdadero plan de lucha. Lanzaron medidas espasmódicas, discutidas entre cuatro paredes sin implicar a la masa del gremio en las decisiones. Salvo alguna excepción, no convocaron siquiera a movilizarse en los días en que se trataron las distintas versiones de la Ley Bases. Brilló por su ausencia un reclamo a la CGT y las CTAs de paro general, cuando es evidente que el gobierno tomó el conflicto como un caso testigo para avanzar contra todo el movimiento obrero.
Desde estas páginas hemos insistido en la necesidad de la convocatoria a asambleas resolutivas, donde todos los trabajadores puedan hablar y votar, para definir verdaderos planes de lucha escalonados con movilizaciones que convoquen al conjunto de los trabajadores del país.
De más está decir que el acuerdo firmado no evita el cierre de Aerolíneas Argentinas y mucho menos su privatización. El gobierno pretenderá seguir despidiendo compañeros y licuando los salarios.
La tarea del momento es organizar la bronca, armar asambleas y avanzar en la construcción de agrupaciones clasistas que recuperen los sindicatos y los cuerpos de delegados. Por eso insistimos en luchar por una asamblea general aeronáutica.