Sindicales
9/9/2025
Aten: asamblea de Memoria y Balance
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Cartel difamador en la asamblea.
El sábado 6 de setiembre, en Chos Malal, sesionó la asamblea que consideró la Memoria y Balance 2024 de Aten. Una jornada que históricamente expone un debate a fondo de la conducción baradelista (TEP) con las seccionales recuperadas. Como todos los años, el poder de movilización puesto para los propios de las 17 seccionales que dirige la conducción provincial produce una concurrencia mayoritaria del oficialismo, que le asegura ganar dicha asamblea. Máximo cuando en las seccionales no se garantiza a las bases la movilización hasta el lugar de la asamblea. Los que quieran participar deben movilizarse por su cuenta cientos de kilómetros. A pesar de la superioridad numérica, la conducción provincial del TEP no pudo obtener una victoria política.
Es que en la intervención del secretario general, Marcelo Guagliardo, en defensa del balance político del año pasado, cuando Aten libró dos tremendas huelgas (una en cada semestre), no pudo hacer otra cosa que lanzar durante una hora y media un ataque al papel del Frente Multicolor durante ambas huelgas, eximiendo a la patronal de toda crítica.
Cuando un dirigente sindical habla durante una hora y media de dos huelgas y el tiempo que no usa para la autoproclamación lo dedica a chicanear y criticar a la oposición sin la menor mención crítica a la patronal se asiste a un acto de debilidad política, no de fortaleza como se podría deducir de la mayor cantidad de asambleístas movilizada por esa dirección sindical. Y cuando esa crítica hacia la oposición es por oponerse a cerrar esas huelgas en momentos en que se podía derrotar a la patronal, y luego reconocer que por la continuidad de las mismas el gobierno tuvo que ceder (como mocionaba la oposición) el desbarranque del TEP es muy serio.
En esa línea, una de las chicanas más ilustrativas del secretario general fue responsabilizar a la oposición de los descuentos de días de paro y omitir responsabilizar a la patronal que es la real responsable de esos descuentos. Un operativo que no solo vulneró el derecho de huelga, sino con el que la patronal, a través del manejo gubernamental de los sistemas informáticos, vulneró los accesos a la información que deben manejar los equipos directivos para poder armar así listas negras de huelguistas. ¡De esto, ni una mención en la intervención del secretario general!
Se dejó claro que para el baradelismo neuquino el objetivo es derrotar a la oposición, no al gobierno. Algo muy coherente con su caracterización, que dentro de ese gobierno encuentra “espacios progresistas” con los cuales tender puentes. Es que el TEP considera que dentro de esos “espacios progresistas” se encuentra precisamente la ministra de Educación, una entusiasta puntera antiderechos docentes en todos los terrenos, impulsora de una furiosa campaña de regimentación laboral en las escuelas y el dictado de clases sin importar las condiciones de seguridad laboral de las mismas. Una política que ya llevó a la masacre de la explosión en la escuela de Aguada San Roque con tres asesinatos laborales.
A lo Bullrich- Milei: la lucha es contra el FITU
Entre los carteles que el TEP llevó a la asamblea, los había aquellos que denunciaban al FIT-U por violento. Una acusación basal del gobierno de Milei desde el primer momento que asumió, puesto en acción a través del protocolo antipiquetes de Bullrich. Que el TEP repita esta posición derechista y macartista luego de haber vivido un año y medio de represión salvaje a jubiladas/os, trabajadoras/es, personas con discapacidad, niñas/os y hasta el casi asesinato de un periodista, lo hace funcional a la derecha más rancia y protofascista que quiere aniquilar a la izquierda.
No es una exageración ni un exabrupto. Porque uno de los oradores del TEP, integrante de la Comisión Directiva Provincial, denunció que las seccionales opositoras queremos “llevar a las aulas las banderas rojas”, una versión fiel de lo que Milei y el oscurantismo denominan “adoctrinamiento”, que apunta a borrar de las currículas la denuncia de las dictaduras militares, la ESI y todo contenido científico en el conocimiento.
Mas funcional a las motosierras de los gobiernos nacional y provincial, no se consigue.
Al servicio de la CGT, CTAs, y el PJ
De nada sirve que el TEP describa los profundos ataques, de lo que ellos llaman “derecha”, a las conquistas laborales, si se omite en el balance político cualquier referencia al papel de complicidad con esa derecha jugado por la oposición política, en especial el PJ o las centrales sindicales, o en el caso de las y los trabajadores de la educación, referirse al papel de contención de la Ctera.
Claro que el gobierno eliminó la paritaria y el incentivo docente. Pero el secretario general de Aten, que integra la dirección de Ctera, tendría que poder exhibir las acciones generales que la central de Alesso ha desarrollado. Con varias provincias en huelgas y planes de lucha, la más emblemática la de Adosac, el baradelismo del TEP no pudo mencionar más que alguna esporádica y aislada acción de lucha sin la menor intencionalidad de continuidad ni de apoyo a esas huelgas. Pero sí pudo mencionar y apoyar el robo en Adep en contubernio con la policía y el gobierno de esa provincia. Es decir, no fue un olvido poner sobre la mesa el papel de Ctera ante un año y medio de profundo ataque a las y los trabajadores de la educación, fue un acto más que consciente de ocultamiento burocrático.
Un acto de complicidad de una política común, que el TEP reproduce hacia las seccionales opositoras cuando las denuncia por convocar a asambleas o a medidas de lucha sin su autorización.
El espíritu (y algo más) de los Baradel, los Daer y los Gerardo Martínez pasó por la mesa de la asamblea de Memoria y Balance de Aten, aunque los de la mesa se autoproclamen “decoloniales” y “antiimperialistas”.
Dos “modelos” sindicales o la independencia política
En la actual etapa, como lo expresan las resoluciones del plenario obrero del 16/8, la gran tarea es recuperar los sindicatos para la independencia política del Estado y las patronales. Entre estas la recuperación de los sindicatos de las manos del pejotismo en todas sus variantes, que los amarra a una estrategia de derrota ante los ataques de los capitalistas y sus gobiernos.
Y esta lucha política también se expresó en la asamblea de Memoria y Balance. Porque el TEP expuso su tesis de dos modelos sindicales: el de ellos que sería apartidista, y el de la oposición ligado al FIT-U.
En este caso estamos también ante una gran hipocresía. Porque fue la conducción TEP, con pechera de Aten, la que puso al sindicato en el palco de campaña de Massa presidente. Años atrás hasta bancaron una parte de la cena de campaña de Boudou, y en el 2023 organizaron un acto en el local sindical con el candidato a gobernador del PJ, Ramón Rioseco.
Jugaron a fondo por el "hay 2019", sin estar junto a la marea obrera y popular que luchó contra las reformas laboral y previsional de Macri. Y ahora juegan con el PJ por el “hay 2027”.
Tantos puentes con los partidos patronales ha tendido el TEP, que varios de sus dirigentes los terminaron transitando y se pasaron a las filas de la patronal en masa, ocupando cargos oficiales y de funcionariado. Y los hay aún, quienes sin cruzar el puente formalmente, detentan la titularidad de ser integrante de la Directiva TEP y candidatos de una de las colectoras del actual gobernador, Rolando Figueroa.
Es que no se trata de modelos. Se trata de programas y políticas diametralmente opuestas. Para nosotros los sindicatos deben ser recuperados pero no para ser satélites de tal o cual partido. Con direcciones sindicales delimitadas de los partidos patronales y del Estado, la clase obrera puede desarrollar sin trabas la lucha a fondo contra ese Estado y esas patronales. Sin la independencia política de clase, todo conduce, por los puentes tendidos, a la estrategia del enemigo de clase.
Para el registro quedará que la asamblea la ganó holgadamente el TEP. Pero eso no evitará que al exhibir abiertamente su esencia haya demostrado su rumbo derechista y propatronal sin tapujos y que la liquidación de la democracia interna es la forma de dominación de una burocracia sindical incorregible.
