En la noche del jueves 30, los trabajadores de BedTime, la fábrica de colchones ubicada en el distrito de Tigre, a partir de un acta de acuerdo con intervención del Ministerio de Trabajo, llegaron a un compromiso para dar marcha atrás a los intentos de la patronal de avanzar en un ajuste de la planta, luego del intento empresario por echar a la mitad de los trabajadores o pagar solo el 50% del salario, que llevaron a los trabajadores de la fábrica a realizar una permanencia en las instalaciones en defensa de los puestos de trabajo.

El día jueves por la mañana, la patronal había redoblado la apuesta, al enviar telegramas de despido justificados a los trabajadores, argumentando que desoyeron la orden de la gerencia de no permanecer en la planta fuera de sus horarios de trabajo y aduciendo que la ocupación violaba el aislamiento social. El Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria retrotrayendo los despidos, lo que abrió una mesa de diálogo. Durante el día se desarrollaron una serie de reuniones para llegar a un acuerdo.

Al final del día anunciaron el acta acuerdo entre la empresa, la dirección del sindicato del plástico, los delegados y el Ministerio de Trabajo, en la cual “la empresa se compromete al pago de la totalidad de la deuda con los trabajadores y a dejar sin efecto los despidos efectuados ayer [por el jueves] por la patronal, y además a retirar el chantaje de la propuesta original de que eligiéramos entre reducir el 50% del personal o el 50% de los salarios”, según el comunicado de la Comisión Interna. Como informó el secretario general de la seccional Pilar del sindicato, en la asamblea que se realizó para anunciar este compromiso, “se acordó cobrar la primera quincena completa y a partir de la segunda quincena se va a trabajar la mitad de la jornada laboral”, “las horas que trabajen cobrarán el 100% y las que no trabajen 75%”.

A partir de este acuerdo firmado el día viernes, los trabajadores realizaron una nueva asamblea durante la jornada de lucha por el primero de mayo donde resolvieron levantar la permanencia pacífica en las instalaciones de la fábrica, que se prolongó durante una semana, y que incluyó un estado de asamblea permanente.

Los trabajadores conocen muy bien a esta patronal y todas las maniobras que llevaron adelante en otros momentos, por lo que van a mantener el estado de alerta, hasta que se haga efectivo el compromiso de acuerdo. Antes de levantar la permanencia, junto con el sindicato y personal de la comisaría local, recorrieron las instalaciones y firmaron un acta que verifica que entregaron la fábrica en perfectas condiciones.

La empresa viene argumentando una supuesta crisis económica que no ha podido justificar, ya que no ha puesto los libros contables a disposición de los trabajadores. Sin embargo, termina siendo beneficiada por parte del Estado, que a partir del decreto 376/20 que utiliza los fondos del Anses para subsidiar a las patronales, pagará lo adeudado a los trabajadores de BedTime.

Desde que se decretó la cuarentena la empresa viene sosteniendo la necesidad de arrancar la producción de la fábrica con el argumento que hacen tareas esenciales. Planteaban que tenían que producir colchones para poder equipar los hospitales. Sin embargo, lo que fabricaron fue la línea Premium que no se pone a disposición de las necesidades que crea la pandemia. Al momento del inicio de las acciones de lucha por parte de los trabajadores, los depósitos de la fábrica estaban llenos de estos colchones que estaban listos para distribuir.

Con el aumento del nivel de ataques de la empresa, es fundamental que el sindicato de la Unión Obreros y Empleados Plásticos (Uoyep) convoque a asambleas en todas las fábricas y a un plenario de delegados de todo el gremio para poner en pie un plan de lucha en rechazo a los despidos, la rebaja salarial y la reforma laboral que están llevando adelante las patronales plásticas de hecho, aprovechando la cuarentena. Es lo que han votado en asamblea los trabajadores de BedTime junto al rechazo del pacto firmado por el gobierno de Fernández con la UIA y la CGT que habilita una fuerte rebaja salarial a todas las empresas.

El importante apoyo que cosecharon los trabajadores de BedTime por parte de las organizaciones obreras y sociales no es casual, ya que ellos han estado presentes en la mayoría de las luchas que se desarrollaron de los últimos años. Durante la permanencia han recibido la visita y apoyo del Sutna, la junta interna del INTI, delegados telefónicos y la minoría de Foetra, seccionales combativas de Suteba, comisiones internas como la de Linde-Praxair, organizaciones sociales como el Polo Obrero que han llevado la solidaridad colaborando activamente con la lucha.

Los trabajadores de Bed Time permanecerán en estado de alerta hasta asegurarse que se cumpla el acuerdo que lograron. Esta lucha demuestra que la única alternativa para que esta crisis no la paguemos los trabajadores es la intervención directa con los métodos de la clase obrera: la asamblea, el paro, la ocupación de los lugares de trabajo.