Frente a la medida tomada por los trabajadores pasteleros de la fábrica Bimbo (planta Victoria) el pasado 25 de marzo, de cesar la producción de alimentos no esenciales y cumplir con el aislamiento; la patronal respondió enviándoles cartas de intimación para que volvieran a sus puestos. La tentativa de la empresa de aleccionar a los trabajadores procediendo a despidos o rebajas salariales, sumado a la inacción del sindicato pastelero, derivó en que reanudaran las tareas.

 

Se trata de un botón de muestra de la presión que el conjunto de las patronales está ejerciendo para levantar la cuarentena y defender sus ganancias, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores. En este caso, Bimbo se ampara en el decreto que exceptúa a la industria alimentaria del cumplimiento del aislamiento, sin embargo, ya hemos mencionado que consiste en la producción de medialunas y facturas y que lejos están de ser un alimento esencial.

Por otro lado, la organización de los trabajadores en asamblea votando acciones llevó a que la empresa tuviese que garantizar algunas medidas de seguridad e higiene que estaban totalmente ausentes. Por citar algunos ejemplos, aumentó la frecuencia de la limpieza en los sectores, se le toma la fiebre a los que ingresan en la fábrica y la empresa contrató transporte para el traslado de los trabajadores.

Rechazamos la extorsión de la patronal y reclamamos el cumplimiento del aislamiento obligatorio. Así como también planteamos la prohibición de despidos y suspensiones y de rebajas salariales hasta fin de año y la puesta en pie de una comisión obrera que garantice el cumplimiento de las medidas de seguridad e higiene en la fábrica.