Por la mañana del lunes 19 de octubre, los trabajadores de la contratista Loberaz llevaron adelante una concentración en las puertas de la planta de Siderca en Campana, para reclamar la reincorporación de los despedidos y rechazar el intento de la empresa de pagar solo el 50% del sueldo. Además, exigieron a la conducción de la UOM Campana que tome cartas en el asunto, ya que hasta ahora se limita a argumentar que la empresa se encuentra en dificultades por la crisis económica; se acordó una reunión para el martes en el gremio.

La medida es parte de una serie de acciones de respuesta de los trabajadores para defender sus puestos de trabajo y sus salarios. Fue en represalia por ello que Siderca avanzó en la desvinculación de toda la contratista, que emplea a unos 70 trabajadores, a quienes les enviaron telegramas informando su despido a partir del 20 de diciembre.

Estamos ante un cuadro general de ataques por parte de la multinacional dirigida por Paolo Rocca, que consiste precisamente en el recorte de contratistas, despidos encubiertos, reducciones salariales mediante suspensiones al 70%, eliminación de paritarias y el no pago del cierre de ejercicios.

Loberaz es una contratista de más de 15 años de antigüedad en Siderca, que se dedica a tareas de mantenimiento constante vinculadas al funcionamiento de determinadas líneas, que siguen activas, por lo que no existe una falta de trabajo. La intención de la empresa es que esas tareas sean absorbidas por el personal de planta, lo que implica una sobrecarga de trabajo para los mismos y un proceso de flexibilización laboral.

La vigencia de la lucha contra la tercerización

Esta contratista está vinculada a Naldo Brunelli, secretario general de UOM San Nicolás, es otra de las tercerizadas con plazas cautivas en cada lugar de trabajo, por lo que tras la rescisión de Siderca no tiene poder de reubicaciones. Es otra muestra de cómo perduran los vínculos entre la burocracia sindical, el negociado de las tercerizadas y la complicidad del Estado.

A un día de cumplirse el décimo aniversario del asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra por una patota de la Unión Ferroviaria de José Pedraza- la cual defendía el negocio de la tercerización contra la lucha por el pase a planta de los precarizados del ferrocarril-, esta acción en Siderca muestra la vigencia de una pelea que está indisolublemente ligada a la lucha por echar a la burocracia cómplice de los ataques al movimiento obrero y forjar una nueva dirección independientes del Estado, para enfrentar el plan de ajuste del estado y las patronales.

Al mismo tiempo que la lucha de los trabajadores de Loberaz, comienzan a surgir luchas autoconvocadas en todo el gremio y en distintos puntos del país, como en Tenaris San Nicolás, Gri Calviño en la Zona Sur de Buenos Aires, Solnik en Tierra del Fuego, y movilizaciones en Rafaela (Santa Fe), Entre Ríos y San Juan.

Es fundamental que la lucha de los tercerizados sea acompañada por los trabajadores de planta, y exigir de plenarios de delegados de todo el sindicato para hacer valer la posición de las bases, votar un plan de lucha contra los despidos y las suspensiones y por la reapertura de paritarias entregadas por Antonio Caló.

Desde Agrupaciones Metalúrgicas Clasistas en la Coordinadora Sindical Clasista acompañamos esta lucha hasta su triunfo.

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