En el día de ayer los trabajadores de Havanna realizaron un contundente paro garantizado por los 300 operarios de la planta ubicada en el parque industrial de Mar del Plata. La medida fue realizada en rechazo al acuerdo paritario propuesto por la burocracia del sindicato pastelero dirigido por Carlos Vaquero.

Los trabajadores señalaron que el sindicato propuso firmar un aumento del 34% en tres cuotas con una cláusula de revisión a partir del primero de mayo 2022, sin embargo, el pago se realizará a partir de agosto sin retroactivo (la paritaria es de mayo a mayo); por otro lado, denuncian que se desconoció una cláusula revisión del 18% acordado el año pasado. Estos golpes al salario, el no pago del retroactivo y el desconocimiento a la cláusula ya firmada, en medio de un cuadro inflación anual de un 50%, fue lo que generó la bronca y el rechazo a esta paritaria de ajuste.

Como los trabajadores vienen protagonizando varias jornadas de protestas en el centro y en las puertas del sindicato, la burocracia de Vaquero intentó una maniobra llevando una urna a la planta para “ratificar” el acuerdo el mismo día que se realizaba el paro. Los trabajadores impidieron que se realice cualquier tipo de maniobra, ya que denuncian que las mañas del sindicato consisten en hacer votar a personal no afiliado y gente extraña al gremio y la planta. La policía convocada por Vaquero y la empresa a las puertas de la planta intentó garantizar una votación trucha, que, sin embargo, no pudo realizarse debido a la contundencia y firmeza de la organización de los trabajadores.

Se abre camino un activismo independiente y combativo

El paro en Havanna se enmarca en la lucha de distintos sectores de trabajadores contra la situación de miseria que viven como los trabajadores de la Salud, los tercerizados del Roca y Edesur, o en defensa de sus puestos de trabajo como en Garbarino o el complejo hotelero Torres del Manantial. Las centrales obreras como la CGT y la CTA hacen agua ya que están integradas al gobierno y solo buscan garantizar una gobernabilidad que esta al servicio de garantizar los acuerdos con el FMI.

Havanna desarrolla sus ganancias en base a pagar salarios de miseria y tercerizar el trabajo. Es una patronal que hace rato dejó de ser un “emprendimiento de 3 amigos” para transformarse es una empresa con más de 250 locales en Argentina y un centenar en el exterior y fabrica más de 100 millones de alfajores al año. Sin embargo, sus trabajadores están por debajo de la línea de pobreza, que, según el Indec, está en $66.488.

Desde la Coordinadora Sindical Clasista de Mar del Plata apoyamos esta lucha que vienen librando los trabajadores de la planta Havanna y sus reclamos. Se están generando las condiciones para sacarse de encima a la burocracia del sindicato y elegir delegados que representan a los trabajadores y no a los intereses de la patronal.