Este lunes se desarrolló el Congreso de la Conadu Histórica que votó un paro nacional para el 28 en todas las universidades nacionales, una medida limitada frente a quienes promovíamos una medida de 48hs como inicio de un plan de lucha. Esto en un cuadro de pérdida salarial por desconocimiento del gobierno de la cláusula gatillo y de una paritaria vencida hace 3 meses y del agravamiento de nuestras condiciones de trabajo por la aplicación de la virtualización forzosa.

Una enorme lucha política

En el largo debate quedó expresada la posición de la dirección mayoritaria de la Conadu Histórica, que reprodujo uno a uno los argumentos del gobierno: que estamos en medio de una crisis nacional por la pandemia (como si de tal crisis se desprendiera la necesidad de resignar nuestros derechos y condiciones de trabajo), que algunos docentes se sienten privilegiados frente a otros sectores (como si la miseria en la que está hundida la población trabajadora se resolviera con un ajuste del resto de los asalariados), que los mandatos de las asambleas son “raros de interpretar” (cuando mayoritariamente se expresaron por el paro) y, ya en la expresión más brutal, que el plan de lucha que defendía la Naranja “le hacía el juego a la derecha”. Estos argumentos de salvataje al gobierno y de ataque al clasismo fueron desplegados fundamentalmente por la CNPL-PCR y el Frente Gremial.

Pero el paro se impuso por una situación objetiva: la progresiva pérdida salarial de la docencia pre y universitaria -13% de octubre a agosto-, por el no cumplimiento de la cláusula gatillo y por el 0 % de propuesta para la actual paritaria. Asimismo, por las condiciones de trabajo que impuso la virtualización forzada que se expresan en la sobrecarga laboral, el no reconocimiento de los gastos a cuenta de la docencia (pago de conectividad, equipamiento), la negativa de los rectorados a conceder el derecho a licencias y dispensas, la implementación de exámenes virtuales a costa de la salud de las y los docentes que son obligados a realizar hasta tareas administrativas.

Y se impuso también por la cada vez más extendida protesta docente que no encuentra en la Federación una salida para enfrentar la crisis general y de las universidades que descargan sobre nuestras espaldas. El empeoramiento de nuestras condiciones salariales y laborales se expresó en cada asamblea o consulta desde Jujuy a Tierra del Fuego, desde el Litoral y Misiones hasta Buenos Aires y Patagonia Austral. Es lo que recogimos el pasado viernes 4 con la convocatoria al Encuentro Nacional, que reunió a más de 270 compañeras y compañeros, direcciones, representaciones de minorías y delegados de asociaciones de la ConaduH y la Conadu, que votó promover en todas las universidades un paro  de 48hs como inicio de un plan de lucha. Esta convocatoria impulsada por la Agrupación Naranja fue, además, un factor clave para que un bloque independiente defendiera en el Congreso este planteo y la necesidad de superar la situación donde apenas lanzó un paro aislado en el primer cuatrimestre mientras la AGD, ADUNLU, ADUNAM y ADIUNT tuvieron que realizar paros en “soledad”.

Contra todas las maniobras, incluso que después de haberse votado el paro se pusiera en debate si era “paro” o “jornada de protesta”, la medida abre la posibilidad de desplegar un movimiento docente pre y universitario en todo el país, que ya sumó a la COAD (Rosario), de la Conadu, que convoca a  paro  el lunes, con la Histórica,  y martes próximo.

Vamos por nuestros derechos

Uno de los debate de fondo es quién paga la crisis. Las y los compañeros de la Naranja denunciamos el pago de la deuda usuraria a los bonistas y el próximo acuerdo con el FMI como la piedra basal del descalabro sanitario, económico y humanitario que padecen las y los trabajadores.

Frente a la integración de las centrales sindicales, la entrega serial de las burocracias de Conadu y Fedun (desde la cláusula gatillo hasta las condiciones de trabajo), la Agrupación Naranja –junto con otras agrupaciones y asociaciones de base- defendimos la posición histórica que dio origen y conformó una Federación combativa y que decidiera sobre la base de los mandatos de las asambleas de base, plenarios, congresos. De fondo, lo que está planteado para poder poner en pie un plan de lucha que defienda nuestras conquistas y frene el ajuste es la puesta en pie de sindicatos y federaciones independientes de gobiernos ajustadores y rectores.

Ya se abrió un cuatrimestre donde el Gobierno y los Rectores vienen por el agravamiento de todas nuestras condiciones de trabajo. Este lunes 28 a nivel nacional y el martes 29 en varias asociaciones (AGD, COAD, ADIUNT) vamos por nuestros derechos: por una recomposición salarial que recupere la pérdida de 13% y ningún acuerdo inferior a la inflación futura, por una bonificación por los gastos del trabajo virtual en nuestras casas (como ya lo conquistaron en Luján y Patagonia Austral), por la defensa del Convenio Colectivo de Trabajo, las licencias y la voluntariedad del trabajo docente.

Apagón y paro virtual, para que nuestras condiciones y nuestra bronca se expresen colectivamente.