Sindicales

29/7/2022

El apoyo de la CGT al nombramiento de Massa

La burocracia sindical se expresa: “Más que nunca, primero"... el FMI.

Massa y la CGT.

El Consejo Directivo Nacional de la CGT salió a respaldar la designación de Sergio Massa como “superministro” de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca, casi como un “acto de fe” en un gobierno que se precipita a un ajuste más grosero contra los trabajadores.

Con un comunicado sumario, bajo el título “Hoy más que nunca, primero la patria”, la CGT se ubica del lado de una designación que ha sido encumbrada en medio de la crisis política, para avanzar en una línea devaluacionista y en las tareas fijadas por el FMI.

Massa, ni lerdo ni perezoso, se apresuró a convocar a una reunión con los líderes cegetistas, la cual se prevé tendrá consecuencias sobre la marcha convocada para el 17 de agosto, brindándole la posibilidad a la burocracia de eludir la tibia convocatoria o incluso bajarle, aún más, el precio.

En el texto difundido, los cegetistas afirman: “Conocemos y confiamos plenamente en la orientación productivista y de desarrollo industrial que dará el compañero Sergio Massa a la economía argentina”. Se trata de la misma orientación que convalidaron en un documento firmado con la UIA y el gobierno, que somete a los trabajadores a las consecuencias de la política de ajuste fondomonetarista.

La actitud del Consejo cegetista era de esperarse, no solo por su profunda integración al gobierno sino por los vínculos directos con Massa. Carlos Acuña (estaciones de servicio), por ejemplo, y su esposa Blanca Cantero, son integrantes del Frente Renovador de Massa; Héctor Daer (Sanidad) fue diputado massista hasta el 2017, y conserva buenos vínculos; mientras que la familia Moyano también integró las listas de tigrense, incluso encabezando la nómina de legisladores de la provincia de Buenos  Aires, por parte de Facundo Moyano.

El apuro de la burocracia sindical por “celebrar” la designación de Massa, el mismo día en que decenas de miles de trabajadores desocupados copaban Plaza de Mayo y las principales plazas del país contra el ajuste y el hambre, contrasta con la realidad que sufren los trabajadores.

La parálisis deliberada de la CGT ante la devaluación y la inflación que carcomen los salarios, y ante la quiebra nacional, para reflotar un gobierno ajustador, choca con las tendencias del movimiento obrero a manifestarse contra esta política antiobrera: algo que se expresa en la lucha del Sutna, los docentes de distintas provincias y las y los trabajadores desocupados, entre otros.

Con las paritarias en un promedio del 60% de aumento, por debajo de la inflación, el salario mínimo en niveles de indigencia, las jubilaciones por el piso, la economía estancada y una huelga de inversiones que busca deprimir el poder adquisitivo de los salarios, hay razones de sobra que justifican una intervención obrera.

Más que una declaración de apoyo a una parte constitutiva del gobierno que nos condujo a la crisis actual, lo que está planteado es la intervención independiente de los trabajadores, con el paro nacional y un plan de lucha contra el FMI y sus socios políticos, para poder desenvolver las necesidades populares por medio de un programa propio de los trabajadores.

El plenario de la Coordinadora Sindical Clasista, convocado para el próximo 6 de agosto, deliberará sobre la crisis en ascenso y la intervención de los trabajadores para imponer una salida propia, contra el pago de la deuda externa, por la expulsión del FMI del país y por un programa obrero que reorganice la economía y el país sobre nuevas bases sociales.