Sindicales
27/5/2025
El frigorífico Rioplatense provocó la muerte del compañero Alan
“Crónica de una muerte anunciada”.
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Alan Paz fue víctima de la precarización laboral y del desinterés patronal.
La patronal del Frigorífico Rioplatense es responsable y debe pagar por la muerte del compañero.
Lo sucedido con Alan era previsible y evitable. Conversando con compañeros de distintos sectores del Frigorífico Rioplatense, queda claro que las condiciones laborales son pésimas, como lo demuestra la falta de protección personal acorde a las bajísimas temperaturas en la que se faena y de elementos de seguridad esenciales necesarios para una tarea de demolición, como ser un casco de seguridad que hubiese evitado el siniestro; sin embargo, el casco que no fue provisto por la empresa y la negligencia de quienes estaban a cargo de la ejecución de obra causaron la muerte del compañero de mantenimiento.
No solo fue la falta de un casco sino el apuro de la empresa por realizar una modificación estructural sin ningún protocolo de seguridad, queriendo ganar tiempo y dinero a costa del sacrificio de varios operarios que si bien no perdieron la vida corrían el mismo riesgo.
La historia de Mouriño lo condena…
Alan fue víctima del abuso patronal, pero saltó a la luz la complicidad del equipo de medicina laboral, a cargo del “Doctor” Mouriño, médico especialmente conocido en la zona por haber sido director del hospital de Pacheco, al que llevó al colapso; pero en este caso cumplió funciones de un verdadero mercenario patronal del frigorífico, exponiendo al riesgo físico y mental a los trabajadores.
En este caso particular, el compañero fallecido atravesaba una infección viral conocida como paperas, y tenía certificado médico particular que indicaba reposo, pero fue obligado a retomar tareas por el responsable del servicio médico interno del frigorífico argumentando que había pasado el periodo de contagio.
Con un testimonio conmovedor en la puerta del frigorífico, el padre describió el pedido que le hizo a su hijo para que no vaya a trabajar debido a su estado de salud, al cual Alan respondió “ya perdí plata por los días de inundación que me descontaron y soy nuevo, me van rajar”.
Esto demuestra la profunda necesidad económica que atraviesan los trabajadores del gremio de la carne en particular y en general la mayoría de la clase obrera, lo que obliga a los trabajadores a tomar una decisión nefasta priorizando “el billete antes que la salud”.
Costantini intentó minimizar el conflicto
El domingo por la noche, luego de una jornada llena de impotencia y dolor de familiares, amigos y compañeros de Alan, la gerencia del Frigorífico mediante un comunicado vergonzoso decidió suspender las actividades laborales por duelo indicando por mensaje de texto a los trabajadores que no se presentaran al día siguiente.
Evidentemente fue un intento por desarticular una asamblea convocada por la comisión interna de delegados, trabajadores y familiares para exigir justicia, que se realizó igualmente en la puerta del establecimiento el día lunes con gran participación obrera pese a las inclemencias del tiempo y la militarización por parte de gobernador Axel Kicillof con policías de la Bonaerense.
En asamblea se determinó el “estado de asamblea permanente”, aguardando los resultados de las pericias forenses requeridas por el Ministerio de Trabajo y la comisión interna de delegados.
En un acto de querer lavarse la cara, la burocracia del gremio de la carne (sin tener un ápice de vergüenza) mandó a un representante que participó de la asamblea, el cual fue interpelado por los familiares y trabajadores al grito de “dejen de robar y ustedes también son responsables por permitir las pésimas condiciones laborales”, “nos entregan por unos billetes”, “a ustedes no les importa nada”.
Es harto sabido por el conjunto de los trabajadores que la burocracia sindical está dejando pasar un juste fenomenal y mira hacia otro lado cuando los propios operarios denuncian las malas condiciones laborales y la falta de respuestas del gremio, dando lugar al avance patronal contra la salud y la vida de las y los compañeros.
A la tarde del día lunes, la empresa intentó convencer a los trabajadores de que el conflicto se había resuelto, y con un comunicado vía WhatsApp informaba “el acceso a planta se encuentra liberado”.
La última asamblea resolvió continuar con la medida de fuerza, ya que la condiciones de seguridad no están garantizadas, debido a la inundación del establecimiento; también decidió acompañar a la familia al cementerio para despedir los restos de Alan.
A la espera de la resolución de la reunión entre partes en el Ministerio de Trabajo en el partido de Tigre del día miércoles, se mantiene el estado de asamblea permanente.
Basta de muertes obreras a causa de la indiferencia y desidia patronal que cuenta con la complicidad por acción u omisión de las burocracias sindicales.

