Sindicales
13/5/2025
El gobierno avanza para convertir las indemnizaciones laborales en otra timba financiera
La creación de los Fondos de Cese Laboral abaratan despidos y ponen los recursos de los trabajadores en manos del mercado.

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Trabajadores en riesgo.
El gobierno nacional avanza con su política de flexibilización laboral, esta vez con el proceso de consulta pública para reglamentar los nuevos Productos de Inversión Colectiva de Cese Laboral (PICs de Cese Laboral), que intentarían reemplazar las indemnizaciones por despido incausado. De esta forma, se busca abaratar los despidos en el mercado laboral y fortalecer la timba financiera con los recursos de los trabajadores.
La medida fue dispuesta por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y es uno de los requisitos previos para la habilitación del Sistema de Cese Laboral que las patronales y los sindicatos podrían incorporar en sus convenciones colectivas, si así lo disponen, para reemplazar el sistema de indemnizaciones por despido.
El sistema actual sanciona económicamente la terminación abrupta e injustificada de la relación laboral, habilitando que las patronales puedan desentenderse de sus trabajadores al costo de una erogación económica. Con el nuevo Sistema de Cese Laboral se estaría favoreciendo el descarte de los trabajadores y las facultades discrecionales del empleador para hacer y deshacer a su antojo.
Estos PICs de Cese Laboral estarán compuestos por Fondos Comunes de Inversión Abiertos (FCI) y Fideicomisos Financieros (FF), a elección de las partes, siendo ambos instrumentos que pasarían al entorno del mercado de valores, con capacidad de utilizar sus fondos en “inversiones” y en la timba financiera (hasta un 30% por industria) y que, por la dinámica volátil de los mercados, no ofrecería ninguna garantía respecto a los montos indemnizatorios que percibiría cada trabajador.
Los Fondos de Cese Laboral fueron incorporados por el gobierno con la sanción de la Ley Bases y con el objetivo de eliminar conquistas obreras y abaratar despidos, profundizando la flexibilización laboral.
En una primera etapa su adhesión y/o suscripción estaría en manos de los sindicatos y cámaras patronales, por la vía de las negociaciones colectivas, sin embargo no se descarta que el gobierno las incorpore forzosamente en sus planes de una nueva reforma laboral antiobrera, que podría tener lugar luego de las elecciones de medio término.
Estamos ante un nuevo ataque patronal contra los trabajadores, que se agrega a las modificaciones recientes con la quita de las indemnizaciones por nula o deficiente registración laboral y que van configurando un esquema de precarización y flexibilización laborar que iguala las condiciones del trabajador registrado a las del trabajador informal.
Si bien el gobierno promete que con estas medidas tendría lugar un crecimiento del empleo –a costa de degradar el trabajo formal- la tendencia que se impone es a la caída de los puestos de trabajo: las patronales no invierten un peso y se valen de estas reformas para avanzar contra los salarios y condiciones laborales de los trabajadores.
La burocracia sindical, que debería estar discutiendo el plan de lucha contra esta ofensiva, viene adelantando su predisposición para la suscripción de esquemas de este tipo, entregando a los trabajadores a las manos de las patronales, como sucede en el gremio de la construcción, donde los trabajadores son material de descarte ante los vaivenes del mercado.
Hay que rechazar de plano este ataque contra los trabajadores con los métodos históricos de lucha de la clase obrera, preparando la huelga general para derrotar a Milei y las patronales, en defensa del salario y las condiciones laborales y de vida de los trabajadores.

