Políticas
13/5/2025
Vanina Biasi: la chance de armar una oposición real a los Milei y los Macri
El final de la campaña en CABA y las claves políticas para impulsar una alternativa.

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Biasi, candidata a legisladora del FIT-U.
La última semana de campaña en las elecciones legislativas de la Ciudad dejan a trasluz algunas conclusiones políticas de peso. Una elección local de diecisiete listas se transformó en un laboratorio político que condensa polémicas y problemas de orden nacional, en un cuadro de crisis económica y dispersión política. Poder abordarlos en la previa a los comicios toma una relevancia significativa.
La derecha en modo “subtemetrocleta”
Un dato representa la dispersión de la derecha en la Ciudad: el viejo “Cambiemos” o “Juntos por el Cambio” va en cinco listas diferentes: Lospennato, por el PRO; Rodríguez Larreta, por “Volvamos Buenos Aires”, Oliveto, por la Coalición Cívica; Lucille Levy, por la UCR; y Yamil Santoro, que fue parte de la interna del macrismo años atrás. Un Frankenstein en modo “subtemetrocleta”. Derecha y confusión.
También las fuerzas aliadas al gobierno muestran la misma fisonomía: Adorni y Marra van separados.
En un cuadro de 17 listas, la derecha (más allá de las operaciones y estrategias electorales) muestra una fragmentación que tiene dos puntos clave. El primero de ellos es el agotamiento del PRO luego de 18 años de gobierno: llega al colmo de hacer campañas con obras que no existen (Línea F, anillo de Aeroparque) y basar la campaña en una serie de propuestas (Ficha Limpia, bajar impuestos) que nunca llevaron adelante en sus casi dos décadas de gestión. A su vez, el ajuste profundizado por Jorge Macri (recolección de basura) y algunas crisis distritales (la del escape de los presos en pelea con Patricia Bullrich, por ejemplo) profundizaron el citado agotamiento.
El segundo elemento a considerar es que entre tantas listas similares (incluyendo a todo el espectro de “los dos oficialismos”) no hay una diferencia programática clara: se pelean por cargos y por un botín. Las actuales diatribas pro “Ficha Limpia” (impulsada ridículamente por el PRO con personajes como Ritondo) no ocultan que Lospennato elogió al gobierno nacional, una y otra vez, y le votó todo en el Congreso; y que Adorni admitió que el PRO hizo una “buena gestión” en el radio porteño.
El control de la ciudad pasa por cuentas aritméticas de camarilla, que buscan quedar bien parados para una futura lista en las elecciones nacionales, por ejemplo, o para una disputa de cargos y poder. El intento de polarización de Adorni con el peronismo (”kirchnerismo o libertad”) omitiendo al PRO y sin ser capaz de dar una sola propuesta concreta para la ciudad se inscribe en esa orientación. A ninguno de estos sectores les molesta ir separados, en tanto y en cuanto no tendrán problema luego en la Legislatura para ponerse de acuerdo, como Ramiro Marra con el presupuesto de Jorge Macri en la última sesión del año pasado.
Ahora en lo que sí parecen coincidir es en una campaña macartista que acusa a sectores de la clase trabajadora de los problemas sociales. Jorge Macri hizo campaña represión manteros, Larreta hablando de “conurbanización”, Adorni de la necesidad de echar trabajadores estatales y Marra planteando que puede llegar a cobrar multas a la gente que vive en la calle por el simple hecho de vivir en la calle. Levy, que intentó posar de democrática, no se ahorró la parte de subirse a la persecución judicial de la izquierda por parte del sionismo.
Todo este menjunje tiene que ser enfrentado de raíz.
El primer albertista
- ¿Adorni?
- Hace bien su trabajo
- ¿Lospennato?
- Es una buena diputada
El autor de la frase en el programa de Cenital es conocido: Leandro Santoro. Puntero en las encuestas, el exasesor del gobierno de Alberto Fernández buscó construir un perfil opositor de buenos modales.
La frase no es casual. Detrás del slogan que habla de “abandono y crueldad”, Santoro propone que su modelo a seguir sea el del “peronismo cordobés”, posiblemente un esquema provincial de los más derechistas. Pero avalar la política de Llaryora y Schiaretti es un gesto al colaboracionismo de muchos de los gobernadores peronistas con Milei. El kirchnerismo propiamente dicho apoyó el blanqueo de capitales y la “Reiterancia”, así como el propio Santoro fue uno de los voceros del acuerdo con el Fondo en 2022.
La lista de Santoro es un tren fantasma. Tiene personajes como Claudia Negri, de los vínculos con el rectorado de la UBA, de la burocracia de Médicos Municipales y del hospital Ramos Mejía, donde se encargó personalmente de echar a trabajadoras de obstetricia. Y como Aníbal Torreta, patotero de Sutecba, encargado de reprimir a trabajadores de enfermería que se movilizaron en el Hospital Méndez.
Todo armado por Juan Manuel Olmos, histórico rosquero del PJ capital que tejió vínculos de todo tipo y color con el macrismo. Resulta hasta gracioso que él personalmente sea parte de la Auditoría General de la Nación, así como que su peronismo dirija la Auditoría de la Ciudad hace más de 15 años y que su primera propuesta de campaña sea un “monitoreo” sobre los negocios del macrismo. Santoro habla de negociar mejor las condiciones de lo que él mismo llama el “maxiquiosco” del PRO, lo que deja en claro que no habrá mayores incomodidades para los Elsztain o Roggio de la vida.
A Santoro, en la campaña, también le preguntaron por la interna del PJ. “Lo nuestro es un proyecto local”, respondió, con su nuevo sello protocambiemita de “Ahora Buenos Aires”. Nadie que verdaderamente quiera ser opositor a la derecha puede responder algo así.
Votar a Vanina Biasi: las razones de una alternativa
El voto a Vanina Biasi refuerza la necesidad de construir una oposición real. En la ciudad y el país. Es la única candidata que levanta la consigna Fuera Milei, también la única que participa junto a todas las luchas de los trabajadores, como se ve cada miércoles en el Congreso con los jubilados. Y esto no es casual: desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda impulsamos la movilización popular como un instrumento para derrotar al gobierno. En las calles y el congreso a Vanina se le notó esa impronta.
Una oposición real tiene que poner en jaque los negocios de los privilegiados de esta ciudad, que la condenan con todas sus variantes políticas a la especulación inmobiliaria y a los ajustes de todo tipo y color contra la clase trabajadora: salario, salud, educación, vivienda.
El voto a Vanina Biasi busca representar a una clase social que fue expulsada de la ciudad, por eso plantea un banco de tierras y el impuesto a la vivienda ociosa. “Yo me meto con tus amigos, Macri”, le dijo al actual jefe de Gobierno en el debate del 2023. Busca ser la voz de los estudiantes que ganaron las calles el año pasado y por eso presentó un recurso de amparo por el boleto educativo, que peleará hasta que se consiga, y plantea la derogación de la reforma “BA Aprende”, que recorta materias y orientaciones en las escuelas. También levanta el volumen por un plan integral de salud mental.
Busca ser un vehículo de aquellos cuyo ingreso no alcanza y por eso presenta la emergencia salarial junto a Gabriel Solano en la Legislatura y plantea su aumento de forma inmediata. Tiene el interés de ser la defensora de los migrantes frente a cada uno de los atropellos y a los discursos reaccionarios. Se representa en los enfermeros, y por eso plantea el aumento del presupuesto en salud y el pase a la carrera profesional.
Su lista y su campaña representan eso: los trabajadores, los migrantes, el colectivo de mujeres y diversidades, la juventud, el movimiento piquetero.
Por eso Milei nos odia. Por eso nosotros lo odiamos. Vamos con Vanina y el Frente de Izquierda.

