Sindicales
9/1/2025
El origen de lucha del bono del día del telefónico
Cómo conquistamos el pago de $1.411.295 del bono de participación en las ganancias.
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delegado Foetra y congresal Fatel
Movilización por el pago del bono.
Nota publicada en Boletín Naranja N° 71 de diciembre 2024.
En enero los telefónicos vamos a cobrar el esperado “bono por el día del trabajador/a telefónico”, que este año será de $1.411.295 (al que se aplican los descuentos). Lo que muchos trabajadores no saben es que se consiguió como resultado de una pelea de muchos años por los bonos de participación en las ganancias, que desde la agrupación Naranja impulsamos a nivel nacional.
Cuando se privatizó Entel (la Empresa Nacional de Telecomunicaciones) se incluyó en la Ley de Reforma del Estado una cláusula que buscaba un gancho para comprometer a los trabajadores con el proceso de privatización, fuertemente resistido con una huelga general del gremio que solo pudo ser derrotada por la entrega de la dirección sindical de aquella época. Uno de esos ganchos fue la “participación en las ganancias”. Pero una vez concretada la privatización dicho gancho fue rápidamente violentado por medio de un decreto menemista N° 395/92 (artículo 4°) que eximía a las empresas telefónicas del pago de los bonos de participación. Como este derecho figuraba en la ley fue reclamado por medio de juicios, logrando la doctora Liliana Zabala llegar a la Corte Suprema con el «fallo Gentini» que declaró inconstitucional dicho decreto. Así se desplegó una catarata de juicios, muchos de los cuales todavía continúan, y sobre todo cobró ímpetu un movimiento de abajo reclamando el pago de los bonos.
Partiendo de este punto, desde la Naranja elaboramos un proyecto de ley para impulsar un movimiento de lucha nacional. El proyecto fue presentado por el diputado Néstor Pitrola (PO-Frente de Izquierda), tras ser debatido, aprobado y divulgado en audiencias públicas masivas y representativas con participación de trabajadores, delegados y agrupaciones de varias provincias. El proyecto establecía un resarcimiento económico por la deuda acumulada y el pago de los bonos sobre el 10% de las ganancias a distribuir a fin de año para todos los trabajadores/as, hayan ingresado antes o después de la privatización. Este proyecto logró acompañamiento con la firma de más de 15 diputados de diferentes bloques, abriendo camino a un movimiento que incluyó asambleas y reuniones masivas en provincias como Mendoza, Misiones, Córdoba, Entre Ríos, Neuquén, entre otras; y luego movilizaciones coordinadas que llevaron a la directiva Azul y Blanca de Foetra -que se había negado a apoyar nuestro proyecto o discutir un proyecto común- a cambiar de posición y presentar otro proyecto diferente a fines de 2015 con el diputado Héctor Recalde. Un proyecto a la baja, pues omitía la reparación económica por los años de incumplimiento y un porcentaje para el cálculo del pago de los bonos de participación dejándolo abierto a una discusión en el Ministerio de Trabajo.
Al momento de tratar los dos proyectos en la Comisión de Trabajo del Congreso, donde tenía mayoría el peronismo (gobierno de CFK), la comisión dio dictamen de mayoría al proyecto Recalde evitando la formulación de un proyecto común incorporando los puntos progresivos del proyecto de Pitrola. Así el proyecto Recalde obtuvo media sanción en Diputados (donde los diputados del Frente de Izquierda lo apoyaron para que no fuera rechazado por la derecha), pasando al Senado donde fue cajoneado y finalmente perdió estado parlamentario. En sintonía con esto, las direcciones sindicales de la Azul y Blanca negociaron no reflotar este reclamo a cambio del pago de un bono por el día del telefónico. Era la orientación de la CGT y el gobierno, que venían planteando que la “participación en las ganancias” debía ser discutida en las paritarias con un bono, como consiguieron otros gremios.
Esta lucha nacional llevada adelante por cientos y miles de trabajadores de las telecomunicaciones durante años, en gran medida al margen de las políticas de la burocracia sindical, contó con el apoyo fundamental de abogados y diputados comprometidos con la causa y la lucha de los trabajadores, y agrupaciones independientes de la burocracia que impulsaron y crearon las condiciones para lograr el bono por el día del telefónico -que en muchos casos se busca presentar como un logro de la “gestión” actual. Consideramos importante rescatar esta experiencia que irrumpió desde abajo y que demuestra una vez más que las conquistas, mejoras y avances de los trabajadores siempre se consiguieron como resultado de grandes luchas llevadas adelante por las y los propios trabajadores.