Sindicales
2/10/2024
El salario petrolero no estaba exento de Ganancias
Era sanata de la burocracia, que ahora lo reconoce.
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Petroleros.
El mundo laboral petrolero de Vaca Muerta ha empezado a temblar, como tiembla la tierra con los sismos recurrentes (van 58 en lo que va del año). Los anuncios de nuevos récord de producción y el parate de Petronas, así como la restauración del Impuesto al Salario, golpean de lleno en el mundo laboral petrolero.
Su secretario general, Marcelo Rucci, no tuvo más remedio que reconocer esos temblores en la previa de una nueva reunión de la paritaria del sector. Contrariamente a lo que dijo en su momento acerca que la eximición del Impuesto al Salario iba a “alcanzar a todos los petroleros de convenio, de trabajadores de base” (Mejor Energía, 23/7), ahora dice lo contrario.
El dirigente viene de reivindicar el Decreto 652/2024: “Lo que nosotros teníamos como exenciones en algún momento, y después vino la quita del impuesto y ahora vuelve, las volvemos a tener”.
A la par que estimulaba el “orgullo de ser petrolero”, Rucci presentó la exención de un par de adicionales de la base imponible para el cálculo del impuesto, como si fuera la eliminación de la aplicación del impuesto sobre todo el salario.
Los salarios petroleros de ninguna manera estaban exentos del pago del impuesto a la cuarta categoría.
Hoy lo reconoce el propio Marcelo Rucci cuando afirma que “es una vergüenza que trabajadores esenciales, que están todo el día en condiciones extremas, sigan perdiendo tanto por este impuesto” (LMN 30/9).
El salario, el nivel de pobreza y el destajo laboral
Ahora el dirigente petrolero reconoce que “existe el mito de que los petroleros ganan fortunas, pero la realidad es que, si no haces horas extras o no tenés horas de viaje, te pagan miserias. En muchos casos, un trabajador de supermercado ganaba lo mismo o más que uno en la industria petrolera (…) Hace poco, muchos cobraban salarios por debajo de la línea de pobreza. ¿Cómo es posible que eso ocurra en una industria que genera millones?” (Idem).
Bueno, de eso se trataba el tema. Y de la conformación del salario, que parte de un básico apenas por encima del nivel de indigencia, al que se suman varios adicionales que pueden redondear un salario bruto de $2.500.000.
Aun si se excluyeran los ítems que se dejaron fuera del cálculo de la base imponible, ésta quedaría en alrededor de $1.800.000. O sea, ante la mínima hora extra que realice el petrolero ya pasa a tributar el Impuesto a las Ganancias.
Para hacer rendir el sacrificio del tiempo fuera del hogar y el sacrificio diario, la realidad indica que se trabajan muchas horas extras. Para llegar a esos $2.500.000, por ejemplo, habría que trabajar unas 90 horas extras al mes, cobrar el presentismo y hacer alguna jornada nocturna. Este nivel de tarea extenuante lleva al descuento de la cuarta categoría, que se termina “comiendo” a favor del Estado (es decir, el FMI y los fondos buitres) la mayor parte de ese esfuerzo.
Entonces, ahora, la dirigencia sindical en la previa de reuniones paritarias se acuerda que, efectivamente, el salario petrolero no estaba exento del Impuesto a las Ganancias. Y lo más trágico es que con el Rigi y las ventajas impositivas que otorga la provincia es un hecho que una parte del impuesto que se deduce al obrero termina en las arcas de la patronal, previo paso por el Estado.
Los “anarcocapitalistas” que fanfarronean con destruir el Estado son estatistas hasta el caracú, como cualquier gobierno burgués.
Se va en amagues
El secretario general del sindicato se la pasa amagando que va a parar la producción. Pero aún cuando anunció la medida de fuerza, en todas las ocasiones anteriores las termina levantando horas antes del inicio de las misma. Un clásico.
Ahora ha vuelto a la retórica sobre el paro petrolero. Ante las sucesivas reuniones paritarias fracasadas, ha dicho que “nos llamaron a paritarias, pero ni siquiera escucharon lo que planteamos. No tiene sentido viajar cientos de kilómetros para que ya sepas que te van a decir que no a todo….si no hay cambios, el conflicto es inevitable. Ya no nos quedan alternativas” (Idem).
Y de paso hasta tiró unos palos para la CGT: “No veo una acción a favor de los trabajadores, sino que cada uno está cuidando sus propios intereses. Esta CGT no me identifica, tiene que tener un cambio de rumbo”.
Podría empezar por casa y concretar efectivamente en su propio sindicato un paro con bloqueo de la producción. O sumarse activamente este 2 de octubre contra los vetos de Milei. Pero es muy difícil que el chancho chifle.
Tendrán que chiflar las bases petroleras, y de una vez por todas ponerse en acción para recuperar lo perdido salarialmente y en condiciones de trabajo (adenda) y el respeto de una jornada laboral que no sea un seguro deterioro de la salud.
