Sindicales
14/10/2024
Elecciones en Morvillo: el clasismo revalidó mandato tras 21 años al frente de la comisión interna
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Secretario general de la CI de Morvillo.
Gráfica Morvillo
El 10 de octubre se realizaron las elecciones de delegados en Morvillo en las que fueron electos los seis candidatos propuestos por la Lista Naranja Gráfica. La oficialista Lista Verde, muy desprestigiada, no pudo siquiera presentar candidatos.
El resultado electoral trasciende los límites del taller porque transcurre en el marco de un ataque brutal contra los trabajadores y, al mismo tiempo, un esfuerzo de la burocracia sindical para encorsetar todo atisbo de rebelión obrera o cuestionamiento a su política de pasividad cómplice con el gobierno libertario.
La elección es una muestra de la predisposición a luchar de un sector obrero con una larga experiencia de batallas. La interna naranja es un canal de organización por las reivindicaciones de la fábrica, en función de una salida estratégica a la crisis, o sea, política, de clase. Ocultar ese contenido político “para no espantar a los compañeros” tiene dos consecuencias: esquivar la lucha contra el gobierno ajustador o entregar lo mejor del activismo al peronismo y su estrategia electoral para 2027. Un camino de derrota ya recorrido con el “hay 2019” y el fracaso del último gobierno de los Fernández.
La interna de Morvillo, como cabeza de la Lista Naranja, es una referencia combativa para todo el gremio, que contrasta con la dirección ultra kirchnerista del sindicato, ahora encolumnada detrás de Kicillof
La verde se ha manifestado, una y mil veces, incapaz de revertir los salarios de pobreza para las diez categorías del convenio, condiciones de trabajos deplorables, despidos y cierres de talleres sin una lucha consecuente de conjunto. Ahí está la Casa de la Moneda amenazada de cierre, casi 300 familias gráficas en juego y ninguna iniciativa de la directiva sindical para organizar la lucha del gremio en su defensa.
La industria gráfica, como toda industria, atraviesa una situación compleja. Particularmente el sector editorial atenazado por la crisis económica y el avance de las tecnologías. Morvillo no es la excepción, más bien un eslabón débil de esa cadena imprimiendo un 20% de la producción histórica.
Hace un mes la patronal anunció un descuento del salarial del 25% o despidos masivos; el paro votado por la asamblea de la planta abrió una negociación que culminó en un acuerdo de garantía salarial y puestos de trabajo por seis meses. La situación sigue siendo muy precaria. En este cuadro toma vital importancia la reelección de una comisión interna clasista probada en la lucha.
El taller refrendó con su voto un proceso de 21 años de independencia política de las patronales, la burocracia y el estado, 21 años sin despidos, con los mejores sueldos y las mejores condiciones de trabajo dentro del gremio. Los trabajadores saben que no deben bajar la guardia y la elección fue una demostración de esa conciencia.
Felicitaciones compañeros. ¡Viva el clasismo!