La campaña de la Multicolor concluyó con una importante reunión en el Inti, de la que también participaron trabajadores de la CNEA, con Ileana Celotto (candidata a secretaria general por la CTA Nacional) y Daniel Luna (candidato a secretario general por la Regional Norte), y una visita al Ministerio de Economía. Las emblemáticas reparticiones estatales fueron el escenario para denunciar el ajuste en el Estado anunciado por Sergio Massa y la continuidad de la integración de las centrales obreras al gobierno.

La intensa campaña llevó a Celotto a una recorrida por los hospitales donde el activismo se agrupa en la lista Multicolor, como el Hospital Garrahan de la Ciudad de Buenos Aires (donde parte de su combativa Junta Interna integra la Lista 6), al Dr. Enrique Erill en Escobar, al Posadas en Morón, al Hospital Regional Higa y al Materno Infantil, ambos de Mar del Plata, así como al Castro Rendón y al Hospital de Plottier en la provincia de Neuquén, bastiones de la huelga autoconvocada de 2020.

En Escobar, también tuvo lugar una reunión con auxiliares de las escuelas del distrito, en Neuquén, con trabajadores de Estadísticas y Censos de la provincia que se encuentran en lucha, en Mar del Plata con trabajadores de la Asesoría Pericial del Poder Judicial, y en Tierra del Fuego, con municipales, docentes, trabajadores de la salud y de cooperativas de trabajo.

La perla de la campaña fue la negativa de las autoridades del Astillero Río Santiago para que la multicolor realice una recorrida con Ileana Celotto, junto a María Inés “Churi” Uro, candidata a secretaria adjunta de la CTA de la Provincia de Buenos Aires, y Gabriel Silique, delegado de ATE Astillero Río Santiago: ocurre que hace pocos días la lista antiburocrática “Alternativa Sindical” reunió 1040 votos contra la privatizadora lista “Blanca Celesta S.A.”. El avance del clasismo es lo que preocupa al burócrata Pedro Wasejko, ahora devenido funcionario del “progresista” Axel Kicillof.

Precarización laboral

El denominador común de los reclamos ha sido la extendida precarización laboral que sufren las y los trabajadores de las distintas reparticiones estatales, sean en la administración pública, las escuelas, hospitales, el poder judicial, o los sectores de ciencia y técnica, y fábricas como el astillero.

De allí que el decreto que impide el pase a planta en el ámbito del Estado nacional y de las empresas estatales como Arsat, lanzado bajo la breve administración de Silvina Batakis y ahora ratificado por Sergio Massa, cobre un carácter estratégico: plantea un escenario de despidos masivos, también en las provincias, dado que el decreto invita a las jurisdicciones a imitar la prohibición y el ajuste en las transferencias a la provincias apuntan en esa dirección.

Así como la AGD UBA denunció y rechazó la utilización de las Universidades Nacionales para avanzar en el ajuste contra los desocupados y sus organizaciones, Massa anunció que utilizará al Indec para avanzar en el ajuste “transparente” del empleo público: este también ha sido rechazado por la Junta Interna de ATE Indec que reclama el pase a planta de los precarizados del Instituto.

Es lo mismo que denuncia la lista Multicolor en el Inti: los 1900 pases a planta comprometidos por Kulfas están paralizados. La conducción de Cachorro Godoy, actual secretario general de ATE y candidato a secretario general por la lista oficialista, no ha organizado una sola medida en rechazo al decreto, ni siquiera por el cumplimiento del pase a planta de los 30 mil cargos comprometidos en la paritaria 2020.

Integración a los gobiernos, entrega, descomposición y desafiliación

Otro emergente de la campaña ha sido la coincidente integración a los gobiernos provinciales y municipales de las distintas direcciones de las CTA locales, como en Escobar o en Tierra del Fuego, o de los propios organismos y hospitales, como en el caso del Astillero Río Santiago. Es lo que ocurre por supuesto con la CTA nacional y su integración al gobierno, donde Claudio Lozano continúa ocupando su cargo en el Banco Nación ahora a cargo de Batakis, en el nuevo reordenamiento del gabinete ajustador liderado por el superministro Sergio Massa.

Estamos ante una dirección centroizquierdista agotada,  que levanta un programa que no saca los pies del plato de un frente político (el Frente de Todos) que ha cerrado filas con el ajuste del FMI. De allí que su principal planteo en esta elección sea el Salario Universal, el cual es absolutamente compatible con la precarización laboral generalizada, e incluso es defendida como una reasignación de partidas presupuestarias ya existentes. La movilización oficialista a San Cayetano de la que participó la CTA es una muestra de ello. Sobre la reapertura de las paritarias, el ajuste mensual de los salarios por inflación y el pase a planta, la conducción de Cachorro Godoy no hace nada: ni plenarios, ni asambleas y mucho menos movilizar a Plaza de Mayo contra el gobierno.

La descomposición de la dirección que hoy encabeza la CTA tuvo su máxima expresión en el enfrentamiento ocurrido en la emblemática Neuquén, donde la presentación de la Multicolor abrió una vía para que el activismo de los hospitales tuviera una expresión independiente, en el enfrentamiento entre la banda de Quintriqueo (de la Verde y Blanca de ATE) y del Cachorrismo. Un método de patotas vinculadas al poder político y completamente ajeno a la democracia sindical.

Esta descomposición se expresa en el carácter antidemocrático de la central: sin representación proporcional en los órganos directivos, tampoco en sindicatos como ATE. Un padrón manipulado, que no ha sido entregado a horas de la elección, por la vía de la afiliación individual y la incorporación de organizaciones sociales oficialistas con el objetivo de desplazar a direcciones antiburocráticas con en la CTA de Lomas y Brown. Es el mismo método de manipulación que se expresó en las elecciones del Inti (con la incorporación de decenas de monotribustistas vinculados a la gestión que no registraban aportes al sindicato), donde dirige la Verde, o en el Conicet o y el Ministerio de Educación nacional, donde dirige la Verde y Blanca.

La consecuencia es un profundo proceso de desafiliación y vaciamiento de la actividad sindical, ante direcciones que entregan el salario y las reivindicaciones, y se integran a los gobiernos para participar de todo tipo de prebendas. De allí que ATE (y UPCN) haya pactado el “aporte solidario”, un descuento compulsivo sobre los no afiliados para mantener la caja y el aparato.

Por una nueva dirección

La tarea del activismo nucleado en la Multicolor es luchar por la reafiliación para poner en pie nuevas direcciones que conquisten los cuerpos de delegados, sector por sector, las Juntas Internas, las seccionales, los sindicatos y la propia CTA. Esta lucha debe continuar en estas horas con la disputa del voto de cada compañero en los lugares de trabajo y en la fiscalización de las urnas en los lugares de trabajo en una elección fraudulenta.

A su vez, esta recomposición incipiente de la actividad vinculada al activismo y a las direcciones antiburocráticas agrupadas en la Multicolor, debe expresarse en la movilización a Plaza de Mayo del próximo 17 de agosto, en unidad con el sindicalismo combativo y la Unidad Piquetera, en rechazo al ajuste y la iniciativa de asambleas, plenarios y convocatorias para iniciar la lucha por la reapertura de la paritaria y el pase a planta en todo el estado. La tarea de enfrentar el ajuste recargado de Massa está en manos del activismo antiburocrático, las Juntas Internas y sindicatos combativos.