La patronal de Aerolíneas convocó al sindicato de pilotos (Apla) y luego al de aeronavegantes (AAA), para informarles que se producirán suspensiones más prolongadas que las actuales y que se rebajarán los salarios. Emulando a Latam, lanzó la extorsión de que solo se reanudarían vuelos si los gremios aceptan modificar el 60% del Convenio Colectivo de Trabajo; de no aceptar, amenazó con despidos.

Se cambiarían todos los puntos que hacen a los tiempos de vuelo, descanso, traslados (domicilio aeropuerto FTD y simulador). En el caso de pilotos se destruyen los límites para ser programado y los tiempos de servicio. Desaparecen las 36 horas en base, descanso posterior al simulador, menos días libres por mes y días consecutivos libres, se aumentarán los tiempos de servicio prevuelo y en guardia, aumentando los máximos por mes y los efectos en la programación y/o vencimientos. Una catarata de ataques a las condiciones de trabajo que incluye los pasajes.

Para cerrar la reunión avisaron que están por modificar el decreto de Anac 671 (tiempos máximos de servicio, vuelo y mínimos de descanso de las tripulaciones) para tener las manos libres ante cualquier reclamo legal.

Lo que no logró el macrista y ajustador serial Luis Malvido (presidente de Aerolíneas durante el macrismo), quiere implementarlo el camporista Luis Pablo Ceriani. Lo más indignante, con todo, es la pretensión de extender la edad jubilatoria de los pilotos a 70 años, destruyendo el régimen especial de tripulantes y pilotos que permite sumar horas de vuelo a los años trabajados, debido a la exposición a radiaciones ionizantes y no ionizantes, que provocan afecciones cancerígenas.

Ni el apoyo a la fusión/desguace de AR-AU, ni el carnaval de los vuelos de repatriación, le sirvieron a Pablo Biró (secretario general de Apla) para evitar lo que era obvio: que nos quieren hacer pagar a los trabajadores una crisis que no generamos ni antes ni ahora. Tampoco a Brey le sirvió la obsecuencia que viene desde Dietrich, ya que los ataques a los TCP (tripulantes de cabina de pasajeros) son casi idénticos.

Se entiende que el gobierno le permita a Latam toda clase de atropellos a sus trabajadores, porque pretende hacer lo mismo en Aerolíneas-Austral. Los planes del macrismo los quieren completar los Fernández.

La responsabilidad de la burocracia

Nos encontramos bajo un ataque general a los aeronáuticos. Eligen derrotarnos empresa por empresa, gremio por gremio. Saben que una lucha unificada de aeronáuticos y aeroportuarios es garantía de triunfo. Por eso la política de los gremios  que dejan hacer a las patronales sin la menor reacción es criminal.

Los argumentos de las burocracias aeronáuticas para permanecer de brazos cruzados y apoyar el desguace de Aerolíneas-Austral se han derrumbado. La falsa idea de que no habría ajuste porque es una empresa estatal y la dirige La Cámpora resultó completamente infundada. El kirchnerismo viene de entregar a la Nación a los acreedores y al FMI cuya condición es precisamente la reforma laboral y previsional. Para garantizarse los fondos para pagar la deuda.

No se trata de un error de cálculo de nuestros dirigentes gremiales. Se trata de una conducta de sometimiento a la patronal, cualquiera sea su color. Son los que pedían a gritos la conciliación obligatoria para no realizarle un paro al macrismo. Son los que en Apta armaron la lista de suspendidos incluyendo a todos los opositores. Son los que dejan a su suerte a les compañeres de Latam.

Intervengamos les trabajadores

No tienen mandato para destruir nuestros convenios. Nada pueden firmar si no es con nuestra expresa aprobación. Exijamos asambleas generales en forma virtual para rechazar todo ataque a nuestros salarios, ya destruidos por la inflación y a nuestros puestos y condiciones de trabajo. Y para votar medidas de acción inmediatas comenzando por sumarnos a la lucha de los trabajadores de Latam. Ahora es cuando.

https://prensaobrera.com/sindicales/latam-y-aerolineas-contra-los-trabajadores/