Sindicales

31/7/2022|1650

La CTA de Yasky quiere volver al redil de los “gordos” de la CGT

Yasky, junto a Hugo Moyano y Alberto Fernández

En el último plenario de la CGT, realizado el pasado miércoles, Hugo Yasky, secretario general de la CTA de los Trabajadores (CTA-T), anunció que su central vuelve a la CGT,  porque “los trabajadores tenemos que estar unidos. Tenemos un mandato en la CTA, que es volver a la CGT, y ser parte de la CGT” (Crónica, 28/7).

No es la primera vez que lo dice y probablemente tampoco sea la última en la que los “gordos” lo pateen a un costado. Fue así en 2019, cuando el ahora fantasmal presidente Alberto Fernández pedía la unidad del movimiento obrero, como garantía de contención contra la reacción de los trabajadores al ajuste fondomonetarista que caracteriza a su gobierno.

Por si la posible unidad resulte compleja, hizo el anuncio mentando a un padrino, y empalagó de elogios a la figura de Hugo Moyano, alguien, según Yasky, “que nunca olvidó ni su condición de trabajador ni de peronista”.

Dentro o fuera de la CGT, un sector de la burocracia se prepara para ser la cara del sostén del plan de súper ajuste de Massa, al que tanto la CGT como Yasky salieron a bancar desde antes de su asunción formal.

Unidad reaccionaria, unidad antiobrera

El anuncio yaskista precede a la convocatoria común de la CGT y de la CTA-T a la movida del 17 de agosto, que ahora se ha transformado en el reforzamiento del gobierno del super ministro de economía que tiene por misión asegurar el ajuste reclamado por el FMI, pagar la deuda fraudulenta y destruir los ingresos obreros del salario, la jubilación y los beneficios sociales con una mega devaluación.

Más allá de lo orgánico, la CTA de Yasky ha hecho un pacto de sangre que asegura su subordinación a la política de los “gordos” de la CGT de regimentación y de policía contra las huelgas obreras en curso y las que vendrán, y especialmente de ataque al movimiento piquetero.

Por un congreso de delegados mandatados de la CTA para resolver el paro nacional

El abrazo de Yasky con la CGT  y Moyano, además de inconsulto, es para reforzar también la regimentación en su propia casa. En Ctera, los docentes están pasándole por arriba, empujando paros para defender sus salarios.

Los trabajadores deben decidir el rumbo de la CTA y el carácter de la unidad con el resto de los trabajadores, mediante un congreso único de delegados mandatados por la base que coloque a la clase obrera dando una salida con su propia voz ante el derrumbe del gobierno peronista que entrega al país a las patronales y el FMI.

Este sábado 6, trabajadoras y trabajadores ocupados y desocupados debatiremos un plan de intervención en esta dirección en el V Plenario Nacional de la Coordinadora Sindical Clasista.