Sindicales

26/11/2025

Las reformas laborales en Neuquén

Las ya realizadas y las que proponen las patronales y el Estado.

No a la reforma laboral.

Mientras Milei anuncia que va por una reforma laboral que liquide conquistas que llevan décadas de existencia y fueron obtenidas con la lucha, la provincia de Neuquén ha sufrido ya grandes y profundos cambios en las condiciones laborales tanto en privados como en las y los empleados del Estado.

En los privados uno de los ejemplos más notorios fue la famosa adenda introducida al convenio petrolero hace ocho años atrás y el famoso “acuerdo para la sustentabilidad y el empleo” del año 2020 con la excusa de la pandemia.

Uno de los aspectos más notorios de aquella “adenda” fue el relajamiento de las condiciones de seguridad laboral en nombre de aumentar la productividad del trabajador. En pocos meses ocho obreros pagaron con su vida este relajamiento. Muchos más sufrieron mutilaciones y graves heridas. Como un dato vale agregar que recientemente la conducción del sindicato instrumentó un seguro para las viudas, cuando lo que corresponde es restituir las condiciones anteriores a la “adenda” y más.

Otro rubro absolutamente flexibilizado es el rural. En todas las chacras de la región las condiciones laborales de los obreros que residen en Neuquén, y en especial de los miles de peones “golondrinas” que vienen de provincias del norte, retrotraen a las imágenes de 150 años atrás.

El otro rubro que nuclea gran cantidad de trabajadores es el comercio, donde las jornadas extenuantes y el trabajo precario son la norma. Lo mismo ocurre con las y los trabajadores gastronómicos en las zonas turísticas.

De modo que la reforma laboral o la “modernización” laboral en palabras del gobierno o del kirchnerismo no es otra cosa que ir más lejos aún en el quite de conquistas laborales.

En la administración estatal

Desde hace muchos años ATE ha ido firmando Convenios Colectivos de Trabajo en distintas dependencias del Estado. Hay un marco general aprobado por la ley Nº 3373 para “el personal dependiente de la Administración centralizada y descentralizada, entes autárquicos de la Administración Pública provincial no convencionados, comisiones de fomento e Instituto de Seguridad Social del Neuquén”, que incluye a todos aquellos sectores que no tienen aún un CCT propio.

En la mayoría, tanto el CCT general o marco como los CCT por organismo, en su articulado reconocen a la patronal la bala de plata cuando otorgan que “es responsabilidad del Poder Ejecutivo Provincial… el goce de una integral capacidad de gestión y dirección... para lo cual tiene el derecho exclusivo y excluyente… de la organización del trabajo, sus procedimientos…”

Está erradicado el derecho de la organización sindical y de las y los propios trabajadores a poner límites a la organización del trabajo patronal abusiva, una cuestión vital a la hora de las prácticas o normas flexibilizadores o de productividad. O prohibir las tercerizaciones para tareas que deberían realizar empleados estatales. Se deja, en el propio CCT en manos de la patronal, un resorte clave. Obviamente siempre se debe luchar para defender las condiciones laborales, pero eso no implica en el marco de una discusión convencional, otorgar a la patronal a que actúe a su arbitrio en un tema central.

Como muestra, todos los años el presupuesto tiene partidas para las contrataciones de personas bajo modalidades contractuales precarias, o la forma de pasantías, que muchas veces se habilitan por listados a través de Decretos del PEP.

Tanto el CCT general y los CCT por organismos se debatieron en ATE sobre la base de superar la vetustez del Epecapp (Estatuto del Personal Civil de la Administración Pública de la Provincia del Neuquén), que es una norma sancionada prácticamente al unísono de la transformación de Neuquén de Territorio Nacional a provincia. Pero aún subsisten CCT que en dos temas centrales como las licencias con goce de haberes (por enfermedad y otros ítems, vacaciones, etc.) y las faltas disciplinarias se rigen por el Epecapp del año 1958.

Por lo tanto “la modernización” del trabajo no llegó a esos ítems al día de hoy por la vía de los CCT.

En educación

Para el caso del sistema educativo, que está en manos del Consejo Provincial de Educación y su cuerpo colegiado con mayoría patronal, las reformas laborales se vistieron de reformas curriculares o nuevas currículas “decoloniales” y “emancipadoras”.

Lejos de ello, no solo se rebajó la calidad educativa y el conocimiento científico, sino que implicaron serias transformación en la relación laboral.

En todos los niveles y modalidades (especial, contextos de encierro, etc.) la sobrecarga laboral que impusieron estas reformas es un peso que atenta contra el proceso de enseñanza-aprendizaje. Lo que combinado con salarios bajo la línea de pobreza ha provocado que gran parte de la docencia se las rebusque con laburos del tipo cuentapropista para mantener sus familias (vender desde prendas hasta ollas y cosméticos, elaborar comidas, etc.), incluso fuera del horario del doble turno (que cada día hay menos).

Esto se ha combinado con un sistema de regimentación hacia la vida laboral de las escuelas. Son diarias las medidas de coacción como prevenciones sumariales, apartamiento oportuno del cargo por nimiedades, sumarios y otra batería de medidas como las que se ponen en juego ante cualquier medida de fuerza: llamados de la superioridad jerárquica, presiones desde los distritos o las direcciones de nivel.

Una medida que provocó una huelga importante el año pasado fue la aprobación de la ley de “incentivo docente”, bien bautizada por la docencia como “presentismo”, ya que limita el régimen de licencias largamente atacado por las cámaras patronales, los gobiernos y las iglesias con directos intereses en la educación. Norma aún vigente, que provoca que docentes sin recuperarse de su dolencia deban volver al aula o que la ART les otorgue el alta mediante una entrevista por videollamada en casos de accidentes laborales o enfermedades profesionales.

Vamos con todo

El fin de semana XXL ha enfriado la convocatoria a las mesas de negociación salarial, que el gobierno defiende o, tal vez, defendía con el argumento de la “previsibilidad”. La única propuesta puesta sobre la mesa es de 2,5% para el segundo y tercer trimestre del año entrante.

En este marco, el 11 de diciembre las dos CTAs a nivel nacional han convocado a movilizar contra la reforma laboral. No debería ser una de las clásicas medidas de los Yasky y de los “cachorro” Godoy, las cuales sin paro son un paseo escuálido que no moverá la aguja.

El activismo, las seccionales y sindicatos recuperados de ambas CTAs debemos tomar ese día como paro y movilización a todos los centros del poder político con las consignas !Abajo las contrarreformas laborales esclavistas¡ ¡Plan de lucha! ¡Asambleas y congresos obreros en todo el país! ¡Salarios y jubilaciones que cubran la canasta familiar!

En esa perspectiva la Coordinadora Sindical Clasista organiza en Neuquén el próximo 2 de diciembre una mesa debate sobre el tema junto a representativos panelistas sindicales y de abogados laboralistas.

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