El 12 de enero de 2020 falleció el querido “Negro” Héctor Ramos. Uno de los más denodados luchadores por el resarcimiento histórico de los ex trabajadores cesanteados de YPF.

Gracias a su esfuerzo militante, miles de ypefianos pudieron recibir una compensación por la Propiedad Participada que el Estado les usurpó. Pero el Negro murió sin haberla cobrado.

Desde mayo de 2014 Héctor Ramos se sumó a la lucha de los ypefianos. Participó en la formación de la Coordinadora Nacional de ex Trabajadores de YPF; en la redacción de los proyectos de ley de resarcimiento económico y jubilatorio de los cesanteados; entrevistó legisladores, asesores y funcionarios; marchó y se plantó en decenas de movilizaciones, piquetes y radios abiertas, primero para lograr la demorada sanción de la ley, cuyo monto indemnizatorio fue enormemente devaluado por los bloques patronales (kirchneristas, Pro, radicales, peronistas de toda laya y provinciales),y luego para lograr su reglamentación, también demorada por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof. Más tarde siguió manifestándose y luchando frente al ministerio -ya en manos macristas-, debido a que postergaban indefinidamente los pagos de miles de compañeros.

Con su salud quebrada, imposibilitado de marchar en las calles, siguió yendo a las reuniones de la Coordinadora, empeñado en aportar lo que pudiese para lograr el resarcimiento de los ypefianos.

Su muerte, sin haber cobrado el resarcimiento que él ayudó a obtener a miles de otros ex trabajadores petroleros, simboliza la indiferencia y el abandono a que hemos sido sometidos por los gobiernos de los capitalistas privatizadores y reprivatizadores de YPF.

Negro querido, abrazo a tu familia; hemos de vengar tu muerte con la organización y lucha para que cobren todos, y para que los cesanteados de YPF tengan su resarcimiento laboral y previsional.