Como resultado de cuatro semanas de paro, movilización y un proceso asambleario que sostuvo las medidas de lucha durante todo diciembre, los trabajadores municipales de Puan consiguieron un triunfo parcial, obligando a que el nuevo Ejecutivo municipal destine recursos para el pago de los salarios adeudados de noviembre que no efectivizó la gestión saliente, también de Juntos por el Cambio. No así el cobro del aguinaldo, del cual solo se cobró una tercera parte los primeros días de enero. Tampoco se pudo hasta ahora revertir los despidos que se produjeron en los últimos días del año por la no renovación de los contratos y la baja de los ultraprecarizados planes Peom; despidos que alcanzaron una cifra superior a los cien trabajadores en un distrito de apenas 15 mil habitantes, en una zona productivamente marginal con graves problemas de desocupación y de un éxodo de la población que lleva décadas, cuestión que se traducirá en un agravamiento sin precedentes de la crisis social en medio del Rodrigazo del gobierno de Milei-Caputo.

La dirección del STM Fesimubo, que en un principio se puso al frente de la lucha, movilizando y promoviendo asambleas en todo el distrito, el 4 de enero terminó aceptando de forma inconsulta con las bases la “propuesta” del intendente Reyes. Exactamente la misma propuesta que ya había sido rechazada días antes por todas las asambleas: pago en cuotas del salario de diciembre y del aguinaldo, y la postergación de las paritarias a marzo en medio de una escalada hiperinflacionaria. Es preciso aclarar que los trabajadores, pero también las direcciones locales de sus gremios, fueron abandonados a su suerte por sus representaciones a nivel provincial, que no han iniciado siquiera una campaña de difusión de los conflictos en todos los distritos. Como dijimos, “Puan es un espejo para todos los municipios de la provincia, sobre los que se intentarán recortes de diferentes formas”.

En Esteban Echeverría, los trabajadores municipales denunciaron decenas de despidos a principio de diciembre. En Hurlingham, por la “extrema debilidad” de las cuentas, el municipio se quedó sin dinero para afrontar el pago de los salarios de diciembre. En Mar del Plata (Gral. Pueyrredón), los municipales se declararon en estado de alerta ante la falta de confirmación del pago de haberes en tiempo y forma. Incluso se habla de que el gobierno de Kicillof está considerando la puesta en circulación de un nuevo patacón para el pago de los superdevaluados salarios de los estatales, docentes, trabajadores de la salud y por extensión de los municipales que son el eslabón más ajustado del Estado bonaerense. Kicillof se desliga de su responsabilidad de ofrecer una solución rápida y definitiva a la extrema (y en este cuadro posiblemente terminal) crisis económica y financiera que han alcanzado las cuentas municipales en Puan, especialmente si se tiene en cuenta que más del 80% de los recursos del presupuesto municipal proviene históricamente de la coparticipación, por las características propias del distrito.

Días antes del levantamiento de las medidas de fuerza, en la última sesión del año, todos los bloques del Concejo Deliberante -incluido el bloque de cuatro concejales de UxP- le dieron un voto de confianza al nuevo Ejecutivo municipal de JxC, aprobando por unanimidad la emergencia económica. Cuando para ese momento ya corrían los despidos con los que el Ejecutivo pretende ajustar las cuentas, siempre cortando por el eslabón más débil (contradiciendo sus eslóganes de campaña electoral). El pretexto del bloque peronista para apoyar la emergencia, que de esta forma deja pasar los despidos, fue que esta facilitaría el pago de los salarios. Sin embargo, todavía no se cobró todo el aguinaldo y los salarios se siguen percibiendo en cuotas. Es más, la primera cuota de 180 mil pesos por trabajador del salario de diciembre se pagó con retraso el 12 de enero. Incluso hay denuncias de trabajadores que no llegaron a cobrar ni siquiera los 180 mil pesos acordados. La demora obligó a la dirección gremial a declarar el estado de asamblea permanente.

El Partido Obrero fue el único que en boca de sus referentes locales denunció el ajuste que implica la  “emergencia económica” en el contexto de una crisis fenomenal de recortes de los recursos municipales, despidos masivos, atraso del pago de sueldos y aguinaldo, y congelamiento salarial en medio de una inflación galopante que pulveriza nuestros ingresos. Ni los trabajadores municipales ni el pueblo de Puan conoce en detalle la ordenanza que declara la emergencia, que guardada bajo cuatro llaves sigue la línea que caracterizó a la gestión anterior como campeones de falta de transparencia. Para los trabajadores municipales nunca dio fruto la confianza puesta en lo que pueda resolver el Concejo Deliberante, hoy eso está más claro que nunca. Lo mismo cuenta a nivel nacional, los procedimientos ante la Justicia y el tratamiento en el Congreso no son ninguna garantía de la defensa de nuestros derechos e intereses como clase trabajadora. Solo la intervención independiente de los trabajadores, con el paro y la movilización de millones de trabajadores en todo el país y la continuidad de un plan de lucha, podrá voltear el DNU, los súperpoderes antiobreros, la Ley Ómnibus, los despidos y el protocolo represivo que son complementarios del Rodrigazo devaluatorio e hiperinflacionario desatado para licuar los ingresos del pueblo trabajador, la coparticipación a las provincias y los municipios.

¡Vamos todos al paro del 24! ¡Viva la lucha de los municipales de Puan! Si ganan ellos ganamos todos.

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