Sindicales

11/3/2021|1617

Los paros docentes contagian a estatales, salud y judiciales

Willy Monea / Ojo Obrero fotografía

El conflicto docente continúa, en rechazo a las paritarias a la baja que pretende imponer la burocracia de Ctera; en rechazo a la presencialidad sin condiciones; en defensa de los derechos laborales y de los estatutos, y de las reivindicaciones de la comunidad educativa.

La convergencia completa del gobierno nacional y los provinciales con toda la burocracia sindical docente ha puesto de relieve que la lucha se abre paso gracias a la presión de la base y de los sindicatos y seccionales combativas.

La expresión más acabada de ello acaba de registrarse en la provincia de Santa Fe. Allí, la secretaria general de Ctera, Sonia Alesso, a su vez secretaria general de Amsafe, no pudo hacer pasar un acuerdo a la baja con el gobernador Omar Perotti del 35% en tres cómodas cuotas. Alesso fue derrotada ampliamente por la votación a nivel provincial, por los planteos de rechazo de la oposición antiburocrática, que impusieron paros de 48 horas en las próximas dos semanas.

Se trata de un triunfo parcial importante, cuyo alcance dependerá de la disposición de los distritos opositores de Amsafe, particularmente Rosario, de acaudillar un proceso de lucha que supere a la burocracia celeste provincialmente. Así lo consignó el diario La Capital: “Triunfó la postura de la delegación Rosario”.

El rechazo de la docencia santafesina a la política de paritarias a la baja ha colocado en la encrucijada a las burocracias de ATE y de Sadop, también del Frente de Todos. Es de enorme contenido, porque se trata de una gran provincia que desafía no solo el miserable conformado inicial nacional, sino todo el porcentaje de la pauta de Guzmán y Fernández para todo el movimiento obrero.

En Neuquén, Aten está en su segunda semana de cinco días de paro, con bloqueo de la sede de gobierno, cortes de ruta y marchas. El ofrecimiento del gobierno del MPN es de 28%, eje del ajuste contra todos los trabajadores de la provincia. La huelga confluye con los autoconvocados de la salud (que están de paro desde hace una semana), de judiciales y del Sindicato de los Profesionales de la Salud de Neuquén. Por su parte, el burócrata de ATE, Carlos Quintriqueo, está poniendo todos sus esfuerzos en quebrar y dividir la lucha. El planteo del congreso de delegados de base está en el centro de nuestra agitación para unir el movimiento.

En Mendoza, el Sute recuperado paró 48 horas, desafiando al presentismo del ítem aula por primera vez. En el congreso provincial del gremio, la propuesta es continuar con 72 horas de paro la semana próxima. La agitación crece en todo el Estado.

En Santa Cruz, Adosac volvió a parar 48 horas esta semana y arrastró a judiciales, salud y ATE. En Río Gallegos hay una ocupación del Ministerio de Salud por parte de enfermeros autoconvocados (por fuera de los sindicatos de salud). Adosac volvió a rechazar el ofrecimiento salarial de Alicia Kirchner, lo que escala el conflicto.

Agmer (Entre Ríos) paró los días 11 y 12 de marzo. El gobernador del Frente de Todos, Gustavo Bordet, cerró administrativamente la instancia paritaria unilateralmente, con un 15% de aumento. El conflicto sigue.

El Sutef, Tierra del Fuego, con una dirección relativamente afín al Frente de Todos, ha rechazado la propuesta salarial del gobierno provincial, se declaró en estado de alerta y movilización, y el congreso provincial resuelve si profundiza las medidas de paro tomadas en el inicio del ciclo lectivo.

En la Ciudad y en Buenos Aires, Ademys y los Suteba Multicolores pararon el 8 de marzo con limitado acatamiento, pero hay una lucha a brazo partido en las escuelas por las condiciones de la presencialidad.

En Chaco hubo una movilización multitudinaria y, en una encuesta, el 92% de la docencia rechazó el ofrecimiento del gobernador Jorge Capitanich. En Misiones, la Mesa de Lucha resolvió continuar con 48 horas de paro el 17 y 18 de marzo.

Ctera debe responder a los maestros y no a los gobiernos

Desde Tribuna Docente exigimos paro nacional de Ctera, por un básico nacional de 56 mil pesos indexado por inflación, condiciones de salubridad, infraestructura, higiene y seguridad. Llamamos a los sindicatos y seccionales multicolores y antiburocráticas a una acción común y al frente único de lucha con todos los trabajadores estatales para llevar las luchas a la victoria.