Sindicales

26/8/2020

Los trabajadores de Dánica pararon seis días contra el ataque al convenio

Tras la ofensiva patronal y este parazo en la planta de Llavallol (Provincia de Buenos Aires), el Ministerio de Trabajo dictó conciliación obligatoria.

La patronal del Grupo Beltrán pretende encuadrar a los trabajadores aceiteros de Dánica bajo el convenio de la alimentación, que está muy por debajo del convenio aceitero.

Con ese objetivo, citó a los trabajadores en grupos reducidos, para extorsionarlos con el retiro “voluntario” si no firmaban la aceptación del nuevo encuadramiento gremial. En respuesta a ello, se desató un paro impulsado desde la base en la planta de Llavallol (Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires) de la empresa, reafirmado en asambleas, que se extendió por seis días, desde la noche del 19 a la del 25 de agosto. Ese día se dictó la conciliación obligatoria que se encuentra en curso.

La medida en Llavallol coincidió con un paro en la planta de Villa Mercedes (San Luis) por la misma causa.

La patronal se apoyó en la renuncia de los anteriores delegados en Llavallol para largar la ofensiva, creyendo que encontraría una fábrica desorganizada. Sin embargo, el tiro le salió por la culata, ya que los trabajadores en asamblea votaron nuevos delegados de base a mano alzada.

Este apriete patronal generalizado se produce luego de un profundo avasallamiento de los derechos laborales durante la pandemia, que incluyó despidos con causas inventadas, un lock out para quebrar la lucha contra los mismos, cambios de tareas y multifunción; así como el desconocimiento de los acuerdos paritarios firmados en 2019 y 2020 entre la Federación Aceitera y la cámara patronal. Esto ha generado el arrastre de una fuerte deuda salarial, que supera los $300 mil pesos a cada trabajador.

La “intervención” del gobernador Axel Kicillof durante el lock out patronal de abril, lejos de amedrentar al grupo empresario, fue puro humo, ya que la patronal viola sistemáticamente el convenio y despide eludiendo el limitado decreto presidencial de prohibición de despidos. La empresa le “reclamó” al gobernador que habilite un Preventivo de Crisis que presentó durante el macrismo, aduciendo una crisis financiera; pero la supuesta crisis no se refleja en los altos niveles de producción y venta de Dánica.

El objetivo del Grupo Beltrán coincide con el del conjunto de la burguesía: la aplicación de una reforma laboral sector por sector. La burocracia sindical de todo pelaje, de Héctor Daer de la CGT, hasta los Moyano a través de la voz de Facundo, el diputado del Frente de Todos, ya se han pronunciado a favor de la “actualización” o “modernización” laboral. Usen el eufemismo que usen, está claro de qué hablan. La reforma laboral es parte de los puntos principales del “plan” que el FMI tiene para el obediente gobierno de Fernández.

Esto es lo que está en juego en Dánica. La defensa irrestricta y la exigencia para que se respete el convenio aceitero; la defensa de todos los puestos de trabajo y la reincorporación de Hugo y Lucas. Este parazo de cinco días es una fuerte señal a la patronal, que no podrá avanzar con pista libre sobre los derechos de los trabajadores de Dánica. El período de conciliación obligatoria debe ser aprovechado para desenvolver una campaña del conjunto de los aceiteros, impulsada desde la Federación, en defensa y por la aplicación del convenio en todas las fábricas.

Los trabajadores de Dánica marcan el camino al conjunto de la clase obrera, en la lucha contra la reforma laboral y por la defensa de los convenios colectivos de trabajo.