Sindicales
13/2/2025
Los trabajadores metalmecánicos no deben pagar el costo de la crisis industrial
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Industria Automotriz
Mientras la industria automotriz se derrumba, “Paco” Manrique dice: “No se puede hacer nada, y el Smata no va a ir al conflicto porque las decisiones patronales se toman a nivel global y a 6.000 km de distancia”.
En una entrevista radial, en Grafica FM, El diputado nacional de Unión por la Patria y dirigente del sindicato metalmecánico declaró con respecto a la situación de Nissan que “no conviene ir al conflicto porque son decisiones ya tomadas por la patronal japonesa a 6.000 km de distancia, y desde acá se podría agudizar el problema”
Dos reflexiones sobre estos dichos, en primer lugar los trabajadores no van al conflicto, en todo caso las patronales toman decisiones que afectan a los intereses obreros obligando a la reacción popular; en segundo lugar ¿cuanto más se puede agudizar el problema? Si la respuesta de los empresarios es “nos vamos del país”, afectando a cientos de familias que se quedan sin trabajo.
La misma respuesta tuvo sobre lo sucedido en Mercedes Benz, que con más de 70 años de permanencia en nuestro país decidió vender la planta de Virrey del Pino, donde se produce el utilitario Sprinter y algunos modelos de alta gama, a un empresario argentino, Pablo Peralta, presidente y fundador del Grupo ST.
Al respecto de esta situación, los delegados del Smata salieron a comunicar a los operarios que la venta era un hecho irreversible, pero que seguirán siendo empleados bajo la nueva dirigencia empresarial. Varios trabajadores, algunos con más de 20 años de servicios, preguntaron si recibirán algún tipo de indemnización por parte de la anterior gestión (metodología habitual en este tipo transacciones empresariales) a lo cual se les contestó que sí Manuel Mantilla, CEO de Mercedes Benz, tendría el dinero para pagar indemnizaciones, las pagaría y cerraría la planta, dando a entender con esta respuesta que el sindicato metalmecánico seguirá con su premisa inalterable de defender siempre a las patronales.
Por otro lado “Paco” reconoció la gran crisis que hay en la industria automotriz a nivel global y puso como ejemplo a Volkswagen, diciendo “en Alemania están peor, quieren cerrar 5 plantas y despedir miles de empleados, nosotros en argentina zafamos, nos prometieron un modelo nuevo para 2026”.
Lo que no dijo el secretario adjunto del Smata es que desde hace tiempo en Volkswagen Argentina vienen despidiendo a más de 400 trabajadores, garantizando mayor productividad y una tasa de ganancias sideral, a costa del sacrificio de los obreros, y que la promesa de un modelo nuevo para el próximo año es poco factible, ya que en las automotrices para modificar una línea de producción es necesario encarar el nuevo proyecto con dos años de antelación, cosa que en la planta de General Pacheco, no estaría sucediendo.
En su rol de diputado, Manrique evidencio el accionar colaboracionista que está teniendo la CGT, en la cual “Paco” presentó su renuncia por diferencias internas, reconociendo: “Algunos dirigentes sindicales tienen un compromiso con Milei, para no entrar en conflictividad”.
A su vez destacó que hay conflictos sectoriales, “pero que no conviene movilizar, solo hacer paros progresivos en el lugar de trabajo aunque sea por un par de horas (...) Hay que tener estrategias para organizar y contener a la gente, sí los trabajadores salen solos a las calles, no van distinguir entre unos y otros”.
Queda claro que Milei cuenta con el apoyo necesario por parte de todo el arco político, representante de los intereses burgueses.
Manrique reveló que en la última votación en la Cámara de Diputados el “peronismo opositor” discutió los distintos proyectos de ley, dando libertad de acción para que sus diputados voten según directivas de sus gobernadores. Todos coinciden, incluida la burocracia sindical, en dejar pasar las reformas necesarias para seguir protegiendo a este sistema capitalista, hambreador del pueblo obrero.
Con las declaraciones de los principales dirigentes del Smata y con el accionar que están teniendo algunos cuerpos de delegados dentro de las plantas automotrices es evidente que el panorama dentro del sector es “por lo menos alarmante”, y queda en evidencia, por acción u omisión, el colaboracionismo sindical en desmedro de los trabajadores.
Para poder poner un freno a la entrega de derechos adquiridos ejercida por el sindicato metalmecánico y al avance patronal, es necesario organizarse sin exponerse, pero con la premisa de seguir luchando por recuperar el gremio para que vuelva a representar los intereses obreros.
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