Sindicales
1/7/2024
Luchemos contra el Impuesto al Salario
¡Asambleas y plenarios en todos los sindicatos afectados para impulsar acciones judiciales, huelgas y movilizaciones!
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Foto: Juan Diez @ojoobrerofotografía.
La restitución del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, como parte del paquete fiscal aprobado por el Congreso, es una muestra más del carácter indisimuladamente antiobrero del gobierno actual.
La nueva norma, que alcanzará a cerca de un millón de trabajadores, establece un “mínimo no imponible” de $1.800.000 para solteros y $2.200.000 para casados con hijos, con una actualización de las deducciones personales y de las alícuotas semestral (a excepción de este año, que será trimestral). Impactará negativamente sobre las condiciones de vida del sector asalariado que venía logrando mantener un ingreso apenas por sobre el promedio de miseria.
El capítulo Ganancias había sido eliminado del texto aprobado por el Senado junto con Bienes Personales (que también se repuso; solo que, en sentido contrario, se elevó el piso para ser alcanzado a 100 millones de pesos). La clave para imponer este golpe fue un pacto con un grupo de gobernadores que serán beneficiados con la coparticipación del impuesto. Entre los que dejaron sus huellas en la escena del crimen hay radicales como Pullaro de Santa Fé o Cornejo de Mendoza y varios peronistas, como Jaldo de Tucumán, Jalil de Catamarca y Llaryora de Córdoba.
La colaboración política de toda la oposición no se redujo a los chanchullos dentro del Congreso. La mayor responsabilidad le cabe a la burocracia sindical que además de sembrar expectativas en los “mecanismos de la democracia” se borró olímpicamente de toda acción de lucha. No solo evitó la huelga (que es lo que hubiese correspondido) sino que desestimó las protestas callejeras.
Andrés Rodríguez, de UPCN, defendió abiertamente esa conducta alegando que la CGT “no debía mezclarse con sectores que nada tienen que ver con nosotros”, en referencia a la izquierda, el movimiento piquetero y los sindicatos combativos. Pablo Moyano -que alardeó en algún momento con parar el país – siguió la misma orientación carnera. Otro tanto corresponde a las CTAs, solo un poquito más radicalizadas en sus discursos.
Un comunicado de la CGT, posterior a la aprobación en Diputados, crítica “la naturaleza regresiva del impuesto” y advierte que “seguirá luchando en defensa del salario”: tragicómico.
Una lucha en todos los planos
La diputada Vanina Biasi anunció que presentará junto al Frente de Izquierda Unidad una acción de amparo, ya que se violentó “el sistema bicameral que rige en nuestro país, con la imposición de la voluntad de una sola cámara”. Seguramente todos los sindicatos combativos sumarán sus planteamientos de inconstitucionalidad.
En los próximos días se reunirán confederaciones intermedias de la central, que agrupan a sindicatos del transporte (CATT), del sector industrial (CSIRA), del rubro de la alimentación (Casia) y de la energía (Catheda) para definir una demanda única, en línea con la que se presentó contra DNU 70/23. La Bancaria y unos 70 gremios agrupados bajo el lema “El salario no es ganancia” también anunciaron que irán por la derogación.
Más allá de la batalla judicial el impuesto abre un campo de choque con la clase obrera que puede reeditar grandes luchas, como los paros y movilizaciones del sindicalismo combativo con el Sutna a la cabeza, contra los descuentos de Cristina Kirchner, Macri y Alberto Fernández (hasta que Massa, en un intento fallido de anotarse un poroto de cara a la elección presidencial, lo eliminó).
¡Asambleas y plenarios en todos los sindicatos afectados para impulsar acciones judiciales, huelgas y movilizaciones contra esta nueva confiscación!