El día domingo 19 se encontró a Alan Gabriel Riquelme muerto dentro una de las cámaras de frío de Atmósfera Controlada (sin oxígeno) de la empresa frutícola Moño Azul, en la localidad de Villa Regina. El hecho generó una gran conmoción y un repudio absoluto de parte de la sociedad del valle rionegrino, que ve en distintos actores del hecho responsabilidades innegables. Mientras tanto, sigue sin saberse cómo avanza la investigación judicial y policial. Hasta el momento no se dio a conocer ningún video de de todas las cámaras de seguridad con las que cuenta una de las plantas frigoríficas más grandes del país.

La precariedad laboral en Río Negro: desde Kleppe a Moño Azul

En Río Negro, el 24 de enero de 2024 murió un hombre de 44 años al caer desde una gran altura mientras trabajaba en una cámara de frío en la firma Kleppe. Ya en 2022, Roberto, de 52, moría en la misma empresa, en su planta de Guerrico. En aquel momento, el actual secretario general de Sthimpra (Sindicato de Trabajadores del Hielo y Mercados Particulares de Argentina), Antonio Bobadilla, declaraba:

“Si nosotros tuviéramos que hacer un relevamiento de las empresas que cumplen al 100% para evitar accidentes, no se cuál de las ciento y pico que tenemos nosotros en el ámbito del frío podría quedar en funcionamiento”(mejorinformado.com, 16/2/2022). Ahora, iniciando el 2025 se sucede la muerte de otro trabajador, en este caso en la multinacional Moño Azul y dentro de las cámaras de frío. Estos tres datos permiten corroborar que las muertes obreras siguen sucediendo, y que nada ha cambiado.

Hace solo días en la misma localidad se denunció una gran pérdida de amoníaco en la fabrica Ferrari y Monasterio (Diario La Comuna, 21/1). Días antes, también en la misma localidad se habían registrado tres casos de intoxicación en un frigorífico por una pérdida de monóxido de carbono (Diario Río Negro, 21/1). Allí tres trabajadores fueron encontrados desmayados. Mejorinformado.com, el mismo día, se hizo eco de los sucesos, alertando en una de sus notas que en catorce días se habían producido dos peligrosas fugas de gases mortales en fábricas frutícolas de La perla del Valle. Ahora debemos sumar la muerte de un trabajador.

En solo catorce días hubo una muerte, tres desmayos y dos pérdidas de gases mortales en fábricas de Villa Regina.

Tenemos que sumar en este cuadro que hace solo semanas se conocía la muerte de un trabajador rural dentro de las chacras de Tres Ases, en Allen, cuando a comienzos del 2024 otro había muerto en Chichinales. Como vemos, de este a oeste del valle prima una dictadura patronal que ejecuta una precariedad laboral absoluta, con ritmos laborales excesivos y falta de todo tipo de normas de seguridad.

Las responsabilidades del gobierno y Sthimpra

Como es costumbre, el gobernador no ha mencionado una sola palabra de la muerte de Alan en las cámaras de Moño Azul. Sin embargo, no hizo falta mucho para que el secretario general de Sthimpra de Villa Regina, Pablo D’Cristofaro, admitiera en Radio 90 que la precariedad laboral que se vive es total. En el programa «La ciudad de la Furia» del 20/1 afirmó que «faltan muchas cosas», ante la consulta de Pablo Achinelli. Si pensamos en las declaraciones de Bobadilla dos años atrás, vemos la continuidad de un régimen totalmente explotador y precario conocido por la actual dirección.

Sin embargo, el secretario general también dijo: «Por ahí se ha confundido [el trabajador fallecido] con otras cámaras de MCP, que se puede ingresar abriendo (…) Por ahí se le han confundido las cámaras», aventurando una hipótesis irresponsable, cuando la investigación recién comienza, y de la cual poco se sabe. De lo que no cabe dudas, es que las principales responsabilidades no recaen sobre el trabajador, sino, en primer lugar, sobre la patronal, como responsable número uno, y detrás, el gobierno y el sindicato.

El secretario general también admite en la entrevista que estaban a punto de realizar inspecciones junto al Ministerio de Trabajo, porque falta perfeccionamiento, cartelerías, mantenimiento de herramientas y sectores. Es decir que el funcionario sindical sabía muy bien todo lo que falta en cuanto a normas de seguridad e higiene. Sin embargo, la temporada arrancó cuando dichas irregularidades ya debían estar solucionadas, sobre todo si contabilizamos las muertes que se sucedieron todos estos años, y las fugas de gases.

La postura del sindicato es una postura de complacencia y vista gorda para con la patronal. Es prácticamente la misma postura que la del gobierno provincial de Alberto Weretilneck, que afirma temporada tras temporada que se realizan todo tipo de controles, algo absolutamente falso si vemos las consecuencias de la precariedad laboral que prima detrás de la actividad frutícola en particular.

Justicia por Alan

Es conocido que las direcciones sindicales están en una postura conciliadora con la patronal y el gobierno. Lo afirma la inacción en cuanto a las paritarias, que todas las direcciones sindicales de la fruta están discutiendo sin convocar acciones de lucha directa para imponer salarios dignos. A la par, las condiciones de seguridad precarias que dejan correr en los lugares de trabajo se están llevando vidas de trabajadores que se ven obligados a cumplir tareas solos y en las más absoluta precariedad.

Alan tenía 24 años, era padre de tres criaturas y trabajaba en Moño Azul hace cinco años.

Las responsabilidades de la muerte de un trabajador no pueden recaer sobre su propia espalda, una posición verdaderamente nefasta si vemos el cuadro. Hasta el momento la justicia no dio a conocer qué arrojó la autopsia, qué se sabe sobre la investigación ni qué muestran las cámaras de seguridad, una práctica habitual que tiene que ver con el desvío de las causas y el ocultamiento de la verdad. Sin dudas que el hecho es otro que no debe pasar desapercibido.

Desde el Partido Obrero nos solidarizamos con la familia del trabajador, y con todos los trabajadores de la actividad frutícola. Solo los trabajadores podrán cuidar sus vidas poniendo en pie comisiones de seguridad e higiene bajo su propio control.

Exigimos justicia por Alan. Que se sepa la verdad.