Paritaria nacional docente: Ctera se adapta al techo salarial de Massa

La burocracia de Ctera respalda la paritaria del gobierno y el FMI.

Roberto Baradel.

El 9 de febrero se realizará la primera reunión de la paritaria nacional docente, en la que se define el piso salarial para todo el país y se establecen los alcances de las discusiones que luego se realizan en las provincias.

La burocracia sindical de la Ctera -compuesta entre otros por Hugo Yasky, Sonia Alesso, Roberto Baradel- hizo silencio sobre el techo salarial del 60% de Massa y eludió el tema repitiendo el engaño de que irían por salarios por encima de la inflación. Pero, como señala el diario Tiempo Argentino, “desde la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky se mostró desconfiado pero, con ciertas condiciones, dispuesto a avanzar: «La idea sigue siendo que los salarios recuperen lo perdido. Si hay cláusulas de revisión, discutiendo un arranque que suponga una recuperación del salario varios puntos por arriba de la inflación, siempre que se den esas condiciones, no habría inconvenientes» (5/2)

Y así fue. En la reunión paritaria realizada en la Ciudad de Buenos Aires con Rodríguez Larreta, Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital y secretario adjunto de Yasky en la CTA de los Trabajadores, aceptó la entrega: “En el día de hoy se llevó adelante la reunión paritaria del Gcba, en la que participamos lxs paritarixs de ATE Capital. El aumento firmado es de un 60% con cláusula de revisión en el mes de julio, en función de los aumentos inflacionarios”, reza una información del sindicato.

La mentira de la recuperación de los salarios

La dirección de Ctera va a la reunión de este 9 de febrero con el planteo de “aumento de salario que supere la inflación con revisión permanente”. Con ese artilugio, la burocracia celeste hizo gárgaras por haber conquistado el año pasado un aumento del 114%.

Con esa cifra grandilocuente, el salario inicial garantizado a febrero de 2023 es de $90.338. Con la suma en negro del Fondo Nacional de Incentivo Docente, de $12.100, que suma el gobierno nacional, alcanza los $102.432, una cifra que está cincuenta mil pesos por debajo de la línea de pobreza. Este salario indigno es el que paga una parte sustancial de las provincias del país.

Pero si tomamos a la provincia de Buenos Aires, en la cual Roberto Baradel está haciendo la campaña por la reelección del gobernador Axel Kicillof, con el aumento anual de salarios que según Suteba fue de un 103%, un maestro de grado que recién se inicia cobra al día de hoy $115.000, uno que tiene 10 años de antigüedad percibe $127.000, y uno 24 años de antigüedad $155.000. Todos estos sueldos están por debajo de la línea de pobreza.

Los acuerdos permanentes a la baja de Ctera y ATE son claves para garantizar paritarias de pobreza en todo el espectro de los trabajadores del Estado, lo que permite reducir el déficit fiscal como exige el FMI (para pagar la deuda externa), e incluso para poner techos salariales a los trabajadores de la actividad privada.

¿Por qué reclama Ctera un nuevo convenio laboral?

La subordinación a la política de ajuste de Massa por parte del kirchnerismo sindical es mucho más amplia. El pliego de propuestas de la burocracia incluye “continuar con la elaboración del convenio colectivo del sector docente”, una “elaboración” completamente desconocida por la docencia, y el reclamo de “una nueva Ley de Financiamiento Educativo”.

El tema del financiamiento educativo, sin hacer un balance del incumplimiento absoluto de inversión del 6% del PBI en Educación, un robo de miles de millones de pesos de parte de todos los gobiernos a la educación pública, pero particularmente de los del peronismo, es directamente una chantada.

Lo del “nuevo convenio colectivo” es peor, porque el que quiere imponer la burocracia significa legalizar todos los atropellos a los derechos conquistados en el Estatuto Docente.

Con respecto al salario, el estatuto de la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, señala que a la asignación mensual por cargo u horas cátedra se le deben sumar las bonificaciones por antigüedad, por desempeño en medios desfavorables, por función diferenciada, por función especializada, y por prolongación de la jornada habitual.

Solo si se cumple la antigüedad correspondiente se debe sumar en el salario un aumento sobre la asignación mensual, el cual va del 10% en el caso de quien recién se inicia, al 125% en el caso del que tiene 24 años de ejercicio. Si este derecho que la burocracia de Ctera entregó pero que formalmente está vigente se cumpliera, aún con el salario inicial de pobreza de hoy, la docencia estaría percibiendo salarios por encima de la línea de pobreza (desde los dos años de antigüedad); cobraría casi $200.000 con 10 años de antigüedad, y $340.000 con 24 años. El deterioro salarial y la disolución de los básicos ($49.660) ha desintegrado también las jubilaciones.

A esto se agregaría convalidar el ingreso fuera del escalafón y de los derechos laborales ya consagrados, legalizar la precarización laboral de los docentes de planes como Fines o ATR, la imposición de prepo de la quinta hora de primaria (violando los derechos sobre la jornada laboral conquistado en los estatutos) y dejar a la docencia completamente en manos de la burocracia y de sus entongues con los gobiernos de turno.

No a la paritaria del FMI, del gobierno y la burocracia celeste

Desde Tribuna Docente llamamos a las y los trabajadores de la educación a organizarnos para quebrar la entrega de Ctera, que ha votado en sus congresos que la prioridad del 2023 es colocar el aparato sindical al servicio de un triunfo del Frente de Todos en las próximas elecciones. El éxito para el gobierno peronista depende de que Massa logre imponer el ajuste, doblegando los reclamos obreros.

Para ello promovemos un plan de lucha con continuidad, que incluya el No Inicio de Clases, para imponer un salario inicial en blanco por encima de la línea de pobreza, el respeto a las categorías salariales establecidas en los estatutos docentes y su actualización mensual por inflación, el fin de la precariedad laboral y de las reformas antieducativas impuestas por el gobierno de Alberto, Cristina y Massa; y, a 50 años de la fundación de Ctera, para recuperar el sindicato de la burocracia integrada al gobierno y ponerlo al servicio de la lucha docente.

Sumate al XVI Congreso Nacional de Tribuna Docente, que se realizará los días 25 y 26 de febrero, y avancemos en un camino común en defensa de la educación pública y de los derechos de la docencia.