Sindicales
3/5/2024
PARITARIA SIDERÚRGICA
Plebiscito en Siderca: no a la rebaja de Rocca
Retomar el plan de lucha desde abajo.
La huelga general metalúrgica está absolutamente planteada.
La pelea por la paritaria metalúrgica tuvo capítulos históricos: los paros escalonados –de 24, 48 y de 72 horas– y algunas de las movilizaciones, con gran protagonismo de la base, de diversas seccionales.
Parecía que esta vez la dirección de UOM salía del letargo, y que, empujada por la dureza de las patronales, ponía en marcha los recursos de lucha del gremio para defender el salario. En la primera marcha en Campana, muy numerosa, Furlan prometió en su discurso que “no iban a dudar (el consejo directivo) en profundizar la lucha” ante la intransigencia de Paolo Rocca.
Pero, rápidamente, esa afirmación comenzó a diluirse; la segunda movilización fue sin paro y solo de los “cuerpos orgánicos”. Y la tercera, en Villa Constitución, directamente fue boicoteada por la dirección nacional, que dejó sola a la seccional; presumiblemente el cortocircuito lo provocó el anuncio de un paro indeterminado contra la patronal de Arcelor Mittal, sin la venia del secretariado. Paro que, además, no llegó a concretarse, por la “promesa” empresaria de, en Acindar, ajustar los salarios con el IPC.
Al día siguiente de esa borrada, Furlan firmó un acuerdo con las cámaras de la rama 17 (que agrupa a la mayor parte de la actividad), que fue presentado como un triunfo. Pero el 42% anunciado es un dibujo porque no sufrió los descuentos jubilatorios (aunque sí los aportes de obra social y cuota sindical). El aumento en la escala fue de un 20,6% para febrero y un 13,2% desde marzo, acumulativo: el incremento real da 36,5%. Llamativamente, la secretaría de Trabajo (comandada por hombres de Rocca), muy decidida a defender los topes de Caputo, en este caso homologó el acta en pocos días, cerrando cualquier atisbo de conflicto; es decir, aislando por completo la negociación con las siderúrgicas que, luego de más de cuatro meses, siguen con los salarios congelados ¡a valores de noviembre!
Esta semana fracasó una nueva audiencia y se abrió un nuevo cuarto intermedio hasta el 16 de mayo. Las patronales no se mueven de su oferta inicial de 80,3% de noviembre a marzo (en abril debió arrancar la paritaria 2024-25).
Mientras tanto, en Siderca, Rocca se despachó con otros 50 despidos, que se suman a los casi 10 mil en todo el gremio. Los despidos, suspensiones masivas y salarios inferiores a la línea de pobreza, son un aspecto central de la reforma laboral –que destruye derechos y fija nuevos pisos de explotación– incluida en la llamada ley Bases. Envalentonados por la media sanción infame en Diputados, las patronales no esperan para imponer sus condiciones “de hecho” en las plantas, exigiendo rendimientos superiores y multiplicidad de tareas con personal reducido.
Está muy claro que la paritaria siderúrgica tiene un trasfondo decididamente político. La finalidad de las grandes patronales del acero es quebrar al sindicato y disciplinar a los trabajadores. Es la línea que, en un plano general, lleva adelante el gobierno de Milei (lo más exacto es hablar del gobierno Milei-Rocca) con su arsenal de contrarreformas y decretazos antiobreros.
Tiene razón Furlan cuando se refiere a este conflicto como un conflicto testigo para todos los trabajadores. Eso resalta aún más la gravedad de sus vacilaciones. Buscando una salida, que por ahora no encuentra, Furlan convocó a un plebiscito en Siderca el 13 y 14, para resolver si se acepta la propuesta patronal o se sigue adelante… sin decir de qué manera. Obviamente así planteado es un chantaje burdo. Se dilata todo, llevando a una situación extrema a las familias, la información circula a cuenta gotas y no hay ninguna claridad sobre qué alternativa baraja la conducción. Hay que votar “NO a la rebaja de Rocca”, no a los salarios de indigencia que pretende imponernos mientras las patronales se llenan de guita a expensas de nuestro esfuerzo y muchas veces de nuestra vida. Y, desde ya, retomar desde abajo un verdadero plan de lucha.
Por la base crece el descontento y la bronca, en todo el gremio. El reciente Congreso, realizado en Mar del Plata, en lugar de una instancia de debate y organización del gremio, fue un acto con figurones kirchneristas –incluido el gobernador Axel Kicillof– que hablaron sobre el “modelo industrialista con inclusión”… ¡en medio de este desastre!
Pese a la regimentación, varios oradores, y sobre todo muchos fuera de los micrófonos, reclamaron unificar la negociación y salir a una lucha decidida. Es lo que hay que hacer: asambleas en todos las fabricas para, en primer lugar, garantizar un paro total el 9 de mayo. Congresos de delegados y una gran asamblea general de toda la UOM para votar una movilización a Plaza de Mayo y retomar los paros. La huelga general metalúrgica está absolutamente planteada, para frenar los despidos y recuperar el salario, hasta lograr un piso que cubra la canasta familia (hoy en $1.200.000); hay exigir a la CGT un paro activo de 36 para que no pase la ley en el Senado y la continuidad del plan de lucha hasta derrota a Milei.
La enorme marcha en defensa de la universidad pública; la movilización del 1 de Mayo, la multitud de conflictos que se extienden por todo el país, son muestras de la disposición combativa creciente de los trabajadores. Como ocurrió tantas veces, los metalúrgicos ocuparán un lugar en la primera línea de ese combate decisivo.
