Sindicales

24/1/2022

Trabajadores rurales

Río Negro y Neuquén: “la dirección de Uatre no dice que seguimos en la pobreza”

Voces rurales rechazan la pésima paritaria firmada por la burocracia con la patronal y el gobierno.

Cerró otra paritaria de cosecha para rurales en las provincias de Río Negro y Neuquén y la conclusión la dan las voces obreras. Desde Cipolletti, una con las que pudo dialogar Prensa Obrera dijo: “La dirección de Uatre no dice que seguimos en la pobreza”. Es que el acuerdo, festejado por la burocracia aduciendo que supuestamente le empata a la inflación, no contempla lo perdido años anteriores y termina por ser una brutal entrega, pues los salarios quedan muy lejos de la canasta básica familiar, en línea con la política oficial y por supuesto lo que espera la patronal.

Hoy, en temporada, cuando se puede hacer fuerza para arrancar los derechos que niega la patronal, la burocracia firmó que como “trabajadores por día” se gane $3.608,32 y como “cosechador por día” $3.539,52, con salarios que oscilan entre los $35.000 y los $40.000, mientras que los bienes cosechados quedaron con precios que van desde los $477,1 (289 kg) hasta los $1195,07 (510 kg), en el caso de plantas espalderas, y desde los $710,76 (289 kg) hasta los $1245,30 (510 kg) en el caso de las plantas tradicionales.

La novedad de que las negociaciones paritarias estaban trabajadas cuando la temporada ya había arrancado no provocaron que José Liguen, el actual secretario general de Uatre, junto con los y las paritarias en la mesa, lanzaran en conjunto con los secretarios generales de seccionales asambleas en las chacras para debatir con las bases la situación y organizar un plan de lucha, una costumbre de la burocracia que atenta sistemáticamente contra la libertad sindical. Los y las rurales en Uatre, huérfanas de una verdadera representación gremial, suspenden todas las medidas por los atropellos laborales y el temor a quedar sin trabajo. A esto debemos sumar que durante las temporadas, cuando llegan más de 20.000 trabajadores rurales golondrinas, la situación de precariedad y explotación se visibiliza al extremo, como ocurre en estos momentos con rurales contagiados de coronavirus que son obligados a seguir produciendo. De hecho, las denuncias no dejan de aparecer en las redes sociales, como ocurre en General Enrique Godoy.

“La patronal nos paga solo el 8% por zona, y, en muchos casos de categorías, lo hacen por día no por mes, cuando nos corresponde el 40% por ley” comentó un trabajador de Villa Regina, a lo que otro trabajador de Cinco Saltos completo: “el Estado y la dirección de Uatre sabe de todas las irregularidades que se cometen en nuestro trabajo, pero no hacen nada más que hacer la vista gorda, subsidiar y proteger a la patronal, a la vez que mantienen sus propios privilegios”.

Las y los rurales cada vez comprenden más que la primera traba para alcanzar sus derechos es la actual dirección del sindicato en Uatre, que los entrega año tras año. Por eso los reclamos y las denuncias de un tiempo a esta parte se han masificado dentro del sector, que reflexiona sobre la necesidad de dar un giro buscando una salida.

El sindicato, herramienta de organización y lucha, está siendo utilizado por la burocracia como local partidario en elecciones, y, cuando hace falta, hasta como bar. En Cervantes, por ejemplo, denunciaron que su secretario general Carlos González por la mañana siempre está en su casa, o “en una audiencia”, que por la tarde solo atiende una hora, de 18 a 19, y que siempre está tomando cerveza en grupo. Durante las elecciones repartían en las seccionales las boletas de Juntos Somos Río Negro, en el caso de esta provincia.

Pasada la nueva entrega de la burocracia, sectores debaten lo importante de exigir el bono a la esencialidad, incumplido en la mayoría de los casos, protocolos verdaderos en las chacras y bajo control obrero, y, allí donde se pueda, impulsar las elecciones a delegados/as, proscriptas el año pasado por el Estado, la patronal y la burocracia, que usó la pandemia como argumento. Sí podían trabajar y contagiarse pero no realizar elecciones democráticas.

Por salarios iguales al costo de la canasta básica familiar y pago inmediato del bono para todos y todas las rurales. 40% por zona desfavorable ya en los recibos. Por protocolos obreros de seguridad e higiene. Basta de precarización laboral.

Organicemos las elecciones a delegados/as en todas las chacras, mediante asambleas y democráticamente. Fuera la burocracia de Uatre.