Mediante un plenario virtual que reunió a varias trabajadoras de maestranza de distintos lugares del país, se deliberó acerca de la situación del gremio y se resolvió lanzar la agrupación Naranja de Maestranza para dar la pelea en el gremio y recuperar los sindicatos a manos de las trabajadoras.

La situación de miseria salarial que se vivía antes de la pandemia ha recrudecido. En estos cuatro meses se firmaron convenios de suspensiones que recortan un 35% el salario, se estableció el pago del aguinaldo en cuotas y crecen las demoras en el pago de sueldos por parte de las patronales, que en lugar de depositar antes del quinto día hábil hacen esperar a que la Anses deposite los ATP cerca de fin de mes.

Las compañeras denunciaron en el plenario que son tratadas como el último orejón del tarro por parte de las patronales de limpieza y de los lugares en que desarrollan sus tareas. Los malos tratos son moneda corriente y muchas veces son obligadas a realizar tareas que no están comprendidas en su convenio colectivo.

A esto se agrega que, en la mayoría de los casos, las empresas no proveen ropa de trabajo, elementos sanitarios indispensables como guantes, barbijos y alcohol en gel y que tampoco se activan los protocolos cuando hay casos de trabajadoras con fiebre o contactos estrechos con personas infectadas con Covid-19.

Un grupo de trabajadoras de Neuquén colocó la problemática que se vive en el sector de salud de esa provincia. Allí el personal de maestranza, cocina y los camilleros se encuentran tercerizados y ni siquiera se les reconoce la antigüedad en la tarea, siendo que muchas compañeras tienen capacitación de sobra y más de 15 años en el sector. Este núcleo que participó en el plenario viene peleando por la aprobación de un proyecto de ley que fue presentado por Patricia Jure, del PO-FIT, en la Legislatura neuquina, para que sean pasadas a planta permanente. Se definió que este será el norte estratégico que tendrá la agrupación a nivel nacional: la lucha contra la tercerización en cada lugar de trabajo y por el pase a la planta de la empresa donde prestan servicios y a su respectivo convenio colectivo. Una línea de continuidad con la lucha que dio el Partido Obrero y Mariano Ferreyra con los tercerizados del ferrocarril, a diez años de su asesinato por parte de una patota de la Unión Ferroviaria.

Esta pelea estratégica irá de la mano de la lucha por la mejora de las condiciones laborales en el convenio existente, por los aumentos salariales y por la elección de delegados en todos los lugares de trabajo.

Los sindicatos de maestranza existentes a nivel nacional y el SOM (Sindicato de Obreros de Maestranza), en particular, en lugar de actuar como la representación de las trabajadoras, actúan como los representantes de los empresarios, firmando convenios de reducción salarial y avalando todo tipo de tercerizaciones. De ahí la imperiosa necesidad de una agrupación combativa que luche por recuperar el sindicato para las trabajadoras.

La reunión votó sacar una declaración nacional, abrir una página de Facebook e Instagram y realizar una nueva reunión el 15 de agosto.

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