El 27 de octubre se llevarán adelante las elecciones de Apta, el sindicato que agrupa al personal técnico del sector aeronáutico.

Para estos comicios se oficializaron dos listas. La Naranja, encabezada por el actual secretario general Ricardo Cirielli, y la Celeste, un frente de toda la oposición que viene presentándose en las últimas tres elecciones.

El contexto de la elección es el de una ofensiva privatista contra Aerolíneas Argentinas encabezada por Bullrich y Milei. El objetivo (oculto) es que sus rutas más rentables sean explotadas únicamente por capitales estadounidenses.

De esto tampoco queda afuera Massa, quien fuera acusado por el propio Pablo Biro (Apla) de actuar por cuenta y orden de la embajada yanqui para que sus empresas se queden con el mercado aeronáutico argentino.

Los trabajadores hemos sufrido durante estos cuatro años de gestión de La Cámpora una avanzada fenomenal sobre nuestros derechos laborales. Se comenzó con despidos, entre ellos reconocidos activistas, que buscaron meter miedo en el colectivo de trabajadores para que pase el plan de ajuste. También suspensiones y rebajas salariales fruto de la no actualización de los salarios en sintonía con la inflación.

La llamada fusión de Aerolíneas Argentinas y Austral fue utilizada para barrer con el convenio colectivo de Austral, pasando a sus trabajadores al de Aerolíneas Argentinas con condiciones a la baja.

A la par, se aprobó una modificación precarizadora del convenio colectivo de Aerolíneas Argentinas. Su objetivo fue descalificar la mano de obra haciendo desaparecer las especialidades (motoristas, montadores, aviónicos, etc) para ir a un esquema en que el personal esté disponible para realizar cualquier tarea en cualquier momento, en detrimento de los estándares de seguridad. Lo que buscan es que los técnicos dejen de estar como personal que preste servicios para Aerolíneas Argentinas y pasen a trabajar en una unidad de negocios que preste servicios a terceros.

La resistencia de los trabajadores se fue expresando de distintas formas a lo largo de estos años. A las masivas caravanas de los trabajadores de Austral le siguieron asambleas autoconvocadas contra los despidos y el repudio a los ataques al interior de los lugares de trabajo. Pero a pesar de la resistencia por abajo, la burocracia sindical logró aislar las luchas, las cuales no pudieron frenar la ofensiva.

La lista Celeste está compuesta por el MTTA (moyanismo), Opinión Socialista, nuestra agrupación La Pista, sectores vinculados al yaskismo e independientes. Agrupa al activismo que viene luchando contra la burocracia sindical Naranja y que en su programa plantea retomar el camino de las asambleas y de los plenarios de delegados.

Está claro que frente a los ataques que se vienen, incluso una posible privatización o eliminación de la empresa, el cirielismo nada hará para defender a los trabajadores. Así fue como actuó frente al cierre de Latam, donde no apareció en ninguna de las decenas de medidas de lucha.

La resistencia sólo podrá venir con la organización de los trabajadores basada en las asambleas y la democracia sindical. Desde esta perspectiva llamamos a votar a la lista Celeste.

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