La jornada de ayer en Ternium – Siderar Canning fue un verdadero escándalo. La presión patronal para que se levante el paro, que llevaba 16 días, iba creciendo, y la intervención del gobierno a través del Ministerio de Trabajo se clarificaba en el sentido de defender los intereses patronales.

Recordemos que al comienzo de la semana llegaron los aprietes del Ministerio para que los trabajadores acaten la conciliación, amenazando con sanciones al gremio por un lado, y a los obreros con los argumentos de la esencialidad de las tareas en el marco de la pandemia por el otro.

Pero el amedrentamiento a los trabajadores escaló varios niveles, ya que al momento de realizarse la asamblea que defina la continuidad del paro, un fiscal y un comisario amenazaron con causas penales e incluso un desalojo si no permitían que la empresa retire los camiones con producción. A esto se sumó un grupo de la infantería que se apostó frente a la fábrica, mientras algunos oficiales estaban dentro de planta, a pocos metros donde se realizaba la asamblea de los metalúrgicos.

Este cuadro de presión y amedrentamiento tuvo su impacto en la resolución de la asamblea que por solo un voto de diferencia decidió acatar la conciliación hasta el martes, exigiendo que en estos días la patronal ofrezca una solución a los reclamos planteados.

El pliego obrero

Los trabajadores reclaman que se respete el salario según el convenio de la UOM rama 17 (metalúrgicos) y que la empresa abandone su intención de pasar a todo el personal a rama 21 (siderúrgicos). Con ese cambio, Techint busca avanzar con una flexibilización laboral que ya está haciendo en los hechos, imponiendo polifuncionalidad, cambios de sector, etc.

Por otra parte se exige algo elemental que es el pago de las horas extras al 100% los fines de semana, en lugar del 10 o 20% como paga la empresa desde hace un tiempo, desconociendo los derechos de los trabajadores. También se reclama la reincorporación definitiva de los 35 despedidos, medida que tomó la patronal para extorsionar a los trabajadores durante el conflicto, y otros puntos reivindicativos.

El Grupo Techint viene actuando con total libertad en el último período para imponer sus arbitrariedades, pagando 40% del salario a los licenciados con enfermedades preexistentes, por ejemplo. Su manejo antiobrero no encontró ninguna acción contundente por parte del Ministerio de Trabajo ni de ningún sector del gobierno, que en contraste, rápidamente actuaron en favor de la empresa contra el paro para que Techint pueda sacar sus productos y seguir facturando. Es necesario agregar que Ternium, perteneciente al Grupo Techint, tuvo un incremento de sus beneficios del 38% más en dólares a nivel internacional, y en su filial Argentina elevó sus beneficios un 70% llegando a 18.000 millones de pesos (El Cronista, 23/2).

Esta gran lucha sigue

Los trabajadores resolvieron sostener el acampe en puerta de fábrica que lleva dos semanas, como medida de lucha y una señal clara a la empresa de que estos trabajadores están decididos a continuar el reclamo legítimo. La UOM, que ha dejado pasar todos estos atropellos en Siderar Canning, debe convocar de manera urgente un plenario de delegados de la seccional para resolver un plan de lucha.

Si la empresa no ofrece una solución a los reclamos obreros, será necesario redoblar las acciones de lucha, considerando realizar movilizaciones y cortes para que refuercen y visibilicen toda acción que los trabajadores tomen en planta. Sea movilizar al Ministerio de Trabajo, golpear en las oficinas de Techint, en algún punto neurálgico, cualquier acción de movilización será un paso de mayor fuerza para los trabajadores.

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