Durante la entrega de los “Martín Fierro”, el secretario general del Sindicato Argentino de Televisión anunció para el l9 de junio un paro a nivel nacional. Los trabajadores de Telecentro comprendieron que la medida era una oportunidad única, a días del inicio del Mundial, para fortalecer sus reclamos. Con sueldos deprimidos en comparación a otras prestadoras de televisión por cable (Multicanal, Cablevisión), la medida de fuerza alcanzó niveles muy altos de adhesión, con la particularidad de haber obtenido un acatamiento importante en sectores administrativos que no se habían plegado en conflictos anteriores y donde los más relegados en relación a la rama técnica (por ejemplo, siguen sin ser reconocidas sus horas extras).

 

En los días previos a la medida de fuerza y con la perspectiva de un paro importante, la empresa salió con una propuesta de aumento salarial del 10%, a cambio de garantizar servicios mínimos. La propuesta fue analizada y aceptada por los ‘delegados’. La intención de la patronal fue descomprimir y al mismo tiempo hacer pasar por una concesión voluntaria lo que se conquiste con la lucha del gremio. El paro abre una nueva etapa en el proceso de organización sindical y de recuperación de condiciones de trabajo que se viene desarrollando desde octubre, y refuerza la tendencia a la unificación de los diferentes sectores que componen Telecentro e incluso con trabajadores de otras empresas de la actividad televisiva que empiezan a recorrer un camino similar, como es el caso de ESPN.

 

(*) Luego de diferentes acciones de lucha, la empresa terminó por aceptar un cuerpo de ‘delegados de hecho’, que actúa como interlocutor del personal y representante del SAT al interior de la planta, pero sin contar con mandato formal, ya que una medida judicial impidió la realización de elecciones hasta tanto se cumpla con los requisitos de antigüedad en la afiliación.