Sociedad

15/10/2020

Guernica: la lucha arrancó negociación y cuarto intermedio

El gobierno acercaría una propuesta mientras corre el plazo del desalojo.

Foto: Federico Imas @ojoobrerofotografia

Ya dentro del plazo fijado por la Justicia para efectuar el desalojo de Guernica, que corre desde este 15 de octubre hasta el día 30, el operativo represivo ha sido postergado por las negociaciones abiertas entre la gobernación de la provincia de Buenos Aires y las familias, donde se espera una propuesta del Estado. El cuarto intermedio sería hasta el lunes 19 cuando tendría lugar una nueva reunión.

El objetivo sería evitar un operativo represivo a gran escala que puede representar una crisis social y política, aún mayor, para este gobierno, cuando no están dadas las garantías para las familias y las mismas se mantienen firmes en su lucha por el derecho a la tierra.

El período señalado para el desalojo ha sido precedido de una serie de operativos represivos brutales en los distritos de La Matanza y La Plata, sólo en los últimos días. Mientras otros procesos como Moreno, con la lucha, lograron arrancar la reivindicación de Tierra por Tierra, logrando la asignación de nuevos lotes a cambio de retirarse de las tierras donde permanecían las familias con cientos de reubicaciones.

Este plazo también ha servido para que el gobierno siga operando para inducir a la idea de que la recuperación de tierras se encontraría debilitada. Para esto insisten en repetir números que no cierran y en responsabilizar a las organizaciones solidarias de querer generar un “escenario de crisis”.

La manipulación de los números

Una constante de la ofensiva contra las familias de Guernica ha sido la manipulación de los números, en referencia a la supuesta cantidad de vecinos que habrían aceptado el acta compromiso del gobierno de la provincia para retirarse voluntariamente de las tierras.

Cuando faltaban unas pocas horas para el desalojo previsto para el 1 de octubre, el ministro Larroque aseguraba que la “mayoría” de los vecinos y vecinas había firmado. Horas más tardes los medios reconocían menos del 10% de adhesión al acta vacía del gobierno.

Postergado el desalojo volvieron a hablar de números, “duplicando” en pocas horas los supuestos firmantes y declarando que unas 300 familias habrían accedido a retirarse. Sin embargo, la realidad mostraba todo lo contrario: los pocos firmantes volvían a las tierras para aferrarse a lo único obtenido hasta el momento, su parcela.

Día tras día los funcionarios fueron adicionando arbitrariamente números hasta llegar a afirmar, en las vísperas de este 15 de octubre, que unas 600 familias habrían firmado. Para sumarle impacto a la “noticia” también se valieron de una contabilidad creativa, haciendo pasar esos números como el “80% de las familias” y llegando a afirmar que solo restaban unas 150.

La operación es más que burda y se contradice con el propio censo del gobierno. Resulta que para esto, Larroque entiende que de las 1.900 familias censadas al menos la mitad no serían “reales”, por lo que ajusta los números inventados a una nueva mentira. También omite, de paso, que a los 1.900 censados hay que sumarle cientos de personas que rechazaron someterse a las preguntas inquisidoras de los funcionarios, lo que arroja la cifra de unas 2.500 familias.

Lo cierto, en definitiva, es que el gobierno no puede demostrar ni una sola familia relocalizada, porque de eso no existe nada. Bajo estas condiciones, tirar números es gratuito.

Tierra para vivir

Ya corriendo el plazo del desalojo ordenado por la Justicia aún no están garantizadas las condiciones para que las miles de familias de Guernica accedan a un terreno para poder edificar sus viviendas.

El cuarto intermedio, en las negociaciones con el gobierno de Kicillof, es otra de las conquistas de una lucha que ha postergado tres desalojos y que persiste contra todos los ataques del Estado, sus funcionarios, la oposición patronal y los medios.

Una señal más de que la organización de las familias es su mayor fortaleza para enfrentar una orientación represiva del Estado, que se ha confirmado en cada operativo de desalojo de la provincia y del país.

Estas negociaciones deben tener en cuenta una respuesta concreta para las miles de familias de Guernica, única vía para encontrar una salida a un conflicto que se ha convertido en un emblema nacional de la lucha de las familias sin tierras.