Sociedad

3/1/2025

Morón: la policía de Kicillof reprime una pueblada contra el narcotráfico

Los vecinos asaltaron el búnker donde operan los responsables del asesinato de Franco Vera.

Las fuerzas represivas protegiendo a los narcos.

En la mañana de hoy, una auténtica pueblada sacudió el partido de Morón luego del asesinato de Franco Vera, un joven trabajador de 21 años, quien murió al recibir el disparo de un narco. Las imágenes capturadas y las declaraciones de los vecinos aseguran que Vera no tenía nada que ver con los criminales: fue una nueva víctima del crimen organizado. El dolor y la bronca del barrio no se hicieron esperar. Vecinos de Morón sur tomaron justicia por mano propia y asaltaron el búnker desde el cual operaban los criminales.

Lejos de acompañar el reclamo de justicia, el Estado respondió protegiendo el inmueble que servía de base a los narcos y reprimiendo a la población indignada. La policía intervino rápidamente en el lugar, dispersó a los manifestantes y custodió el búnker, dejando en evidencia las prioridades del aparato represivo.

Este trágico suceso es apenas un nuevo capítulo en la creciente descomposición social derivada de la crisis capitalista. La penetración del narcotráfico en los barrios populares, con la complicidad de las fuerzas de seguridad, es un denominador común en distintas partes del país. Desde los suburbios de Rosario, pasando por los barrios porteños y la periferia del conurbano bonaerense, la connivencia entre narcos y el Estado se ha vuelto rutina. Vecinos de Morón sur señalaron que la policía local, lejos de desarticular la organización delictiva, amparaba su operación bajo la fachada de una verdulería, mientras que el gobierno municipal hacía la «vista gorda».

Este no es un hecho aislado. Hace apenas unos días, el asesinato de Fernando Gómez, un trabajador de la frontera salteña, a manos de la Gendarmería bajo las órdenes de la ministra Patricia Bullrich, reveló una vez más la hipocresía de la llamada «guerra contra el narcotráfico», que no es más que una excusa para militarizar y reprimir a los trabajadores y sectores populares. Cínicamente, la otra cara de la supuesta «guerra» son los sucesivos blanqueos de capitales de los que se han servido todos los gobiernos, permitiendo el impune lavado del dinero de los narcos. La pueblada en Morón vuelve a demostrar que, independientemente del signo político en el poder, el aparato represivo es un engranaje más de un sistema que explota, degrada y eventualmente asesina a los miembros de la clase obrera.

El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, y el gobernador Axel Kicillof, son responsables directos de esta represión. Bajo su conducción, la Policía Bonaerense sigue eligiendo reprimir a los trabajadores mientras deja operar a los narcos. El caso de Morón se suma a la represión en Moreno, donde también fueron los trabajadores quienes sufrieron el embate de las fuerzas de seguridad al protestar por sus derechos.

Desde el Partido Obrero exigimos justicia por Franco Vera. El Estado no puede seguir protegiendo a las mafias mientras reprime a los que luchan. Es hora de poner en pie una organización independiente de vecinos y trabajadores, que enfrente el narcotráfico y a sus cómplices en el poder. Solo así podremos desmantelar los búnkeres y acabar con la connivencia entre el crimen organizado y el aparato represivo estatal.

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