Sociedad

23/8/2020

Para el Obispado de Iguazú los abusos del cura Sidders son “fake news”

Y el Estado persigue a las mujeres que se movilizan para exigir que se investiguen.

El gobernador de Misiones, Herrera Ahuad, en la asunción del obispo Nicolás Baisi.

El Obispado de Puerto Iguazú difundió un comunicado en defensa del cura Raúl Sidders, luego de radicarse la denuncia penal por abuso sexual a una menor del colegio San Vicente de Paul de La Plata.

La comunicación no lleva la firma del flamante obispo de la diócesis, Nicolás Baisi, sino del secretario-canciller del Obispado, Rolando Bragañolo. Se suma al operativo de encubrimiento eclesiástico comandado por el Arzobispado platense, que llegó al punto de enviar una carta documento a Prensa Obrera para amenazar con iniciar acciones legales por haber dado lugar a las denunciantes. De hecho, el texto recoge los comunicados ya emitidos por el colegio y el arzobispo “Tucho” Fernández.

Se trata de una defensa cerrada de Sidders, quien arribó a la provincia de Misiones justamente solicitado por el flamante obispo Baisi. No se niegan las graves acusaciones realizadas por docentes y exalumnos, sino que afirma que se habrían mezclado relatos de “distintas personas” referidos a “diversos momentos históricos”. Sobre  las graves denuncias por los actos vejatorios y denigrantes perpetrados por el cura hacia los adolescentes del colegio San Vicente, las desestimas considerando que se corresponderían a un “estilo” y no a un accionar objetivamente violento. Sin embargo, por las dudas, aclara que Sidders “tiene encomendadas labores pastorales con adultos”.

En el comunicado emitido se manifiesta que “no hay ningún antecedente de acusaciones que comprometan el comportamiento sacerdotal del p. Raúl en los 32 años que lleva de sacerdote”. Es falso. Este cura debió afrontar dos denuncias ante el Inadi por parte de activistas de derechos humanos y del movimiento de mujeres, que fueron objeto de dictámenes condenatorios, por realizar en un programa televisivo que conducía declaraciones agraviantes hacia los reclamos de las mujeres y reivindicar la dictadura militar genocida.

En definitiva, el Obispado de Iguazú considera que las graves acusaciones contra Sidders por violencia, acosos y abusos sexuales a menores son “fake news”, un proceder que no solo busca desacreditar los testimonios de las víctimas sino que además implica una amenaza hacia quienes deciden llevar a los estrados judiciales las denuncias por las vejaciones sufridas.

Cuenta para ello con el apoyo del Estado. El jueves 20, tras radicarse la primera denuncia penal en sede judicial, una concentración impulsada por el Plenario de Trabajadoras reclamó frente a la Catedral de Posadas la suspensión del cura en sus funciones y la investigación de los abusos cometidos. Fueron por ello multadas por la policía, es una clara actitud persecutoria. Finalmente, el propio Sidders aguarda ser nombrado nuevamente capellán de la Gendarmería Nacional, ahora en el Escuadrón XIII de Iguazú.

La integración de la Iglesia en el Estado es notoria. La llegada de Baisi como obispo fue celebrada por el gobierno de la Renovación, con la presencia del propio gobernador Oscar Herrera Ahuad en la misa de asunción celebrada en plena pandemia en la ciudad de Iguazú. Entre sus primeras acciones públicas, Baisi encabezó la caravana antiderechos realizada el 8 de agosto en Eldorado para celebrar el segundo aniversario del rechazo del Senado a la legalización del aborto. El oscurantismo clerical festeja la sistemática negación de derechos elementales a las mujeres y diversidades sexuales y de género porque son la condición necesaria para llevar adelante sus fechorías. La separación de las iglesias del Estado es un reclamo acuciante, aún para avanzar contra los curas abusadores.

Desde el Plenario de Trabajadoras y el Partido Obrero exigimos la inmediata separación preventiva de Raúl Sidders de toda actividad pública y eclesiástica. Fuera las Iglesias de los sistemas educativos y de salud, por educación sexual laica y científica. Castigo a los cura abusadores. Seguiremos apoyando a las víctimas que valientemente reclaman justicia.