Sociedad

31/8/2021

Tolosa Paz habla del derecho al goce mientras refuerza al clero

Acerca de sus dichos sobre "peronismo y garche".

Los dichos de Victoria Tolosa Paz en una entrevista emitida por Youtube acerca de la sexualidad de la juventud desataron una polémica con la oposición de Juntos por el Cambio. La candidata a diputada por el Frente de Todos afirmó que “nosotros vinimos para hacer posible la felicidad de un pueblo y la grandeza de una patria y no hay felicidad de un pueblo sin garchar. Perdón, nosotros somos así. Es parte importante de la vida el baile, el disfrute, el goce, no lo vamos a ocultar. Somos seres humanos, nos gusta gozar, nos gusta divertirnos”.

El mensaje iba dirigido a les jóvenes, que, según ella “están desesperados y hartos de los aforos porque quieren bailar”, a lo que los entrevistadores agregaron “¡la gente quiere coger!” y Tolosa Paz replicó entre risas que “es tremendo, porque en el peronismo siempre se garchó”. Estas declaraciones suscitaron un ataque en regla por parte de la oposición derechista, el cual fue catalogado por la asesora presidencial Dora Barrancos como “anacrónico”. “Lo que dijo Victoria con un lenguaje absolutamente cotidiano es que la sexualidad es un derecho humano fundamental” añadió Barrancos.

Sin embargo, es preciso señalar que es un derecho humano que el gobierno sacrifica en el altar de sus pactos con el clero, enemigo de la libertad sexual. La actual candidata, en su papel al frente de la Coordinación de Políticas Sociales, dirigía la Mesa Contra el Hambre, a través de la cual el oficialismo terceriza la asistencia social en las iglesias católica y evangélica con la finalidad de que estos sectores religiosos oficien de “dique de contención” en las barriadas más empobrecidas, predicando la resignación en medio del ajuste y crisis social.

Por otra parte, la última acción de Tolosa Paz como concejal de La Plata fue votar a favor de la ordenanza del intendente macrista que le cede terrenos públicos al Arzobispado en el barrio El Rincón, dándole la espalda lxs vecinxs que reclamaban la construcción de una salita y un centro de desarrollo infantil en ese espacio. De este modo, mostraba su completa subordinación hacia la curia católica, en contra de los intereses populares.

La injerencia de las iglesias en ámbitos como la educación, la salud y el andamiaje estatal crece al amparo de todos los gobiernos. El poder político empodera a estas instituciones por medio de cuantiosos subsidios -como los que reciben la escuelas confesionales-, exenciones impositivas, entrega de tierras y convenios de todo tipo. Alberto Fernández, por su parte, tiene como aliado principal al Vaticano, y, en ese sentido, cuenta con el apoyo explícito de los Curas de la Opción por los Pobres quienes llamaron a votar al Frente de Todos en estas elecciones. Sus servicios de contención son un pilar fundamental para la actual gestión presidencial, en momentos donde se profundiza el hambre y la miseria como consecuencia de sus políticas de ajuste. Finalmente, los vínculos estrechos con el oscurantismo clerical son patrimonio de todo el arco político de Tolosa Paz.

Así las cosas, ni Tolosa Paz ni su fuerza política garantizan el derecho a una sexualidad libre y placentera en la medida que acentúan el entrelazamiento de las iglesias con el Estado. Por lo tanto, sus declaraciones con respecto a la importancia del goce como elemento constitutivo de la “felicidad de un pueblo” son pura hipocresía. Su política consiste en reforzar en todos los planos de la vida social a estas usinas de la reacción, las cuales despliegan sus preceptos retrógrados sobre la inmensa mayoría de la población, en función de regimentarla.

Al mencionar al peronismo como una variante promotora de los derechos sexuales, Tolosa Paz omite que bajo el kirchnerismo se sancionó la Ley de Educación Sexual Integral, a aplicarse en los términos del “ideario institucional” de cada establecimiento educativo, es decir, a la medida de las iglesias. Por lo tanto, al día de hoy en casi la totalidad de las escuelas no se imparte de manera laica y científica, ni incluye dentro de sus contenidos a las diversidades sexuales, ni a la construcción de las identidades de género. A su vez, prima su desfinanciamiento al punto que el Ministerio de Educación destina a la ESI un presupuesto equivalente a $10,70 al año por alumnx (Diario Ar, 31/7).

Ante la ausencia de una educación sexual adecuada, ese vacío lo cubren los prejuicios, lo que enseña la pornografía, los medios de comunicación, la prédica religiosa, el núcleo familiar; y, como resultado, lejos de promoverse una sexualidad plena y consentida, se imparten pautas de sometimiento, de coerción, o bien, se censura el disfrute, vinculando el sexo únicamente a sus fines reproductivos. En definitiva, principios propios de un sistema asentado en la desigualdad social.

Les jóvenes que Tolosa Paz pretende encandilar hablando de “garche” se vienen rebelando hace años contra las formas de disciplinamiento mencionadas anteriormente. Son elles les protagonistas de la marea verde que se sobrepuso a los lobbys clericales y conquistó el aborto legal. Finalmente, la juventud aspira a relacionarse entre sus pares en un terreno libre de violencia y discriminación; y, en ese sentido, su lucha se encuentra en las antípodas de los intereses que defienden los partidos del régimen, que buscan perpetuar un orden social basado en la opresión.

La sexóloga Cecilia Ce, en unos de sus libros, sostiene que “la falta de educación sexual es uno de los factores predisponentes para desarrollar un desorden sexual; cuanta menos información científica tengamos, más frágil será nuestro esquema sexual; menos información, más posibilidades de tener experiencias negativas, mayor impacto en nuestra autoestima y salud”. Como se ve, el daño subjetivo que provocan los sucesivos gobiernos al obstruir la ESI tiene un enorme alcance, puesto que la sexualidad atraviesa todos los aspectos de la dimensión humana.

Por lo tanto, debido al carácter dinámico y complejo de la sexualidad, donde intervienen factores orgánicos, psicológicos, vinculares y sociales (mandatos, roles de género, estereotipos de belleza), para habitar el goce es necesario que exista una educación sexual integral laica, científica y despojada de toda heteronorma en cada uno de los niveles educativos. Este derecho se encuentra absolutamente bloqueado debido a la tutela que ejercen las iglesias en la organización social, como garantes de la dominación ideológica del capital. Por lo tanto, el reclamo de separación de las iglesias del Estado constituye un pilar fundamental para dar lugar a relaciones sociales fundadas en la libertad.

En ese sentido, las trabas que hoy existen en el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, desde la objeción de conciencia hasta las medidas judiciales realizadas por los antiderechos, también son producto del peso que ejerce el clero en la estructura estatal. Otro aspecto que atenta contra la salud sexual y reproductiva es el ajuste que viene aplicando el gobierno, al servicio del FMI. Sin ir más lejos, el presupuesto designado a financiar aquellos programas sobre Salud Sexual y Reproductiva sufrió un recorte nominal  del 6,9% en relación al año pasado, afectando por ejemplo a la entrega gratuita de preservativos y otros métodos anticonceptivos. A su vez, existe una ley de fertilización asistida que dispone la cobertura de los tratamientos, sin embargo, no se cumple, favoreciendo el lucro de las clínicas privadas.

Como vemos, las políticas que respalda Tolosa Paz van en sentido contrario a sus enunciados en época electoral. En cambio, desde el Frente de Izquierda Unidad, de la mano de representantes como Romina Del Plá, hemos defendido tanto en las calles, como en el Congreso y las legislaturas, la aplicación efectiva de la ESI (de manera laica y científica), la aprobación del aborto legal y la separación de las iglesias del Estado, desnudando a las fuerzas políticas patronales que se postran ante el clero. Seguiremos luchando de manera infatigable hasta conquistar todo lo que nos falta, en el camino hacia una definitiva emancipación de las mayorías.