Sociedad
12/12/2024
IPC NOVIEMBRE
Un “triunfo sobre la inflación” trucho para seguir con los tarifazos
En un año, el IPC en servicios de agua, luz y gas se quintuplicó y, en alquileres, se cuadruplicó.
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Los servicios lideraron la inflación de noviembre.
La desaceleración inflacionaria encontró en noviembre un punto de estancamiento, ubicándose en 2,4% (en octubre había sido del 2,7% y en septiembre del 3,5%), según los datos del Indec. De este modo, acumuló 112% en once meses del 2024, y, en términos interanuales, la variación fue de 166%. Como vemos, el índice de precios aumentó más del doble en el transcurso de un año, mientras los ingresos populares lejos estuvieron de actualizarse en esa magnitud.
Es de mínima una imprudencia del gobierno declarar el “triunfo sobre la inflación” con estos guarismos. Sobre todo, teniendo en cuenta que el Índice de Precios al Consumidor se está calculando con una fórmula que subestima el peso de los servicios y el alquiler en el gasto de los hogares, justamente los dos rubros que más aumentaron en la era Milei. Sin ir más lejos, entre noviembre 2023 y noviembre 2024, la inflación en bienes fue de 149,3%, mientras que la de servicios llegó a 215,5%.
Para encubrir esta manipulación estadística, el Indec lanzó una calculadora interactiva para que cada uno pueda contabilizar su inflación personal. Demostrando que las cifras oficiales distan mucho de la realidad de los hogares. Para tener una noción, el IPC de noviembre medido en CABA, con una fórmula más actualizada, arrojó una variación mensual del 3,2%. Finalmente, el gobierno dibuja el índice de inflación para seguir justificando topes en las paritarias y que los salarios continúen perdiendo.
El informe del Indec refleja que la inflación en el rubro Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles casi duplicó el índice general, alcanzando el 4,5% noviembre y 276,4% interanual, como resultado de los tarifazos, la suba constante en el surtidor y la escalada en el precio de los alquileres. Lo anterior explica que el descenso de la inflación que festeja el gobierno no haya aliviado en absoluto el bolsillo popular. Por el contrario, generó que las familias trabajadoras tuvieran que privarse de consumir productos de primera necesidad, y esa caída de la demanda hizo que disminuyera la inflación en el rubro Alimentos; con lo cual, no hay nada que celebrar en este aspecto tampoco.
El recorte temporal que capta de forma más fidedigna el impacto de la devaluación y desregulación de precios del inicio de la gestión libertaria es entre noviembre 2023 y noviembre 2024. En ese período, si analizamos la inflación desmenuzando categoría por categoría, la misma fue particularmente elevada en Alquiler de la vivienda (272,6%); Electricidad, gas y otros combustibles (416,5%); Transporte público (344,7%) -por los sucesivos aumentos del boleto-; Gastos de prepaga (250,6%); y Servicios de telefonía e internet (222,9%). Así las cosas, los incrementos siderales autorizados por el gobierno en dichas categorías estuvieron al servicio del enriquecimiento de un puñado de capitalistas del sector hidrocarburífero, de la medicina privada, del negocio inmobiliario y de las telecomunicaciones, en perjuicio de las mayorías.
Las consultoras privadas prevén un rebote de la inflación del mes de diciembre, la cual se ubicaría alrededor del 3%. Sucede que “la estacionalidad típica de las fiestas y las vacaciones de verano impulsa los precios al alza, destacándose subas significativas en carnes y en sectores relacionados con el turismo. También se observan aumentos en prepagas, telefonía celular, tarifas de electricidad, agua, luz y colegios privados” (Ámbito, 12/12). La suba de tarifas no se detiene y eleva el costo de vida, empañando el relato deflacionario del gobierno.
Como hemos dicho en numerosas oportunidades, el poder adquisitivo del salario no se ha recuperado del shock inflacionario posterior a la megadevaluación de diciembre 2023, fruto de los aumentos salariales a la baja y la extensión del trabajo informal, donde la remuneración es menor. Tal es así, que la pobreza entre los trabajadores ocupados trepó al 43%, según un estudio del del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Umet) y el Centro para Concertación y el Desarrollo (CCD).
Con todo, el IPC que mide el Indec dejó de ser representativo del gasto de los hogares. Por lo tanto, es necesario que en cada lugar de trabajo se elijan en asamblea delegados paritarios que releven el verdadero aumento del costo de vida de los trabajadores y reclamen actualizaciones salariales acordes para recomponer los ingresos.