Dentro de la centralización de las cajas del Estado y de los 600.000 millones de pesos de “ahorro” anunciados por la nueva ministra Silvina Batakis se encuentra un brutal golpe a las universidades.

Estimaciones periodísticas calculan que el recorte en los giros a las casas de estudio va a ser de 51.000 millones de pesos, lo que traerá consigo la profundización de los problemas que tenemos les estudiantes y trabajadores de las universidades: falta de becas y montos que no garantizan la permanencia, de bandas horarias para poder cursar, restricciones o ausencia de boleto educativo, la necesidad de comedores estudiantiles y de herramientas de conectividad, deficiencias edilicias de las sedes educativas, docentes ad honorem sin renta y la desvalorización de los sueldos docentes, entre tantos reclamos pendientes.

La política de déficit cero que comunicó Batakis implica un ataque en regla a la educación, que va a profundizar las reformas que se vienen llevando adelante desde el menemismo recortando contenidos, desvalorizando nuestros títulos, y abriendo las puertas de las universidades al copamiento por el capital privado. Es un camino hacia la privatización de la universidad, con una orientación social que coloca nuestra formación al servicio del mercado, y la transforma en un espacio de negocios.

Las medidas de ajuste fiscal anunciadas el lunes por Batakis tienen el objetivo explícito de cumplir con los recortes del gasto público que exige el FMI, luego de la salida de Martín Guzmán en plena corrida cambiaria y aceleración de la inflación. Fue puesta en su cargo para eso, con el acuerdo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. El programa del Fondo es de todas maneras incumplible, y van a agravar la crisis y la pobreza.

Preparémonos para defender las universidades

Mientras les estudiantes venimos sufriendo el deterioró de nuestras condiciones de cursada y altos índices de deserción, agravados tras la pandemia, nuestros docentes vienen peleando por aumento salarial con paros nacionales convocados por la Conadu Histórica. La respuesta del gobierno es redoblar el recorte presupuestario.

Frente a esta situación el encuentro educativo realizado el 2 de julio en la Facultad de Sociales de la UBA, con más de 300 estudiantes y docentes del AMBA de todos los niveles, discutió impulsar un plan de lucha convocando a una marcha para fines de agosto a Plaza de Mayo por todos los reclamos urgentes de la comunidad educativa. La iniciativa fue promovida por los centros de estudiantes del terciario Joaquín V. González, de Farmacia y Veterinarias de la UBA, de Ciencia y Técnica de la Unsam, de Artes Visuales y de Artes en Movimiento de la UNA, el sindicato docente AGD-UBA y la Juventud del Polo Obrero.

Esta convocatoria a organizarnos y luchar es un contraste con la parálisis de las conducciones de los centros y federaciones en manos tanto de la Franja Morada (como la Federación Universitaria Argentina y la FUBA) como del kirchnerismo (como el frente de la Mella y La Cámpora en la FULP). En estas facultades tenemos el desafío de poner en pie autoconvocatorias que sean un canal para dar esta pelea.

Desde la Unión de Juventudes por el Socialismo lanzamos una campaña para preparar el terreno de deliberación e intervención del movimiento estudiantil en las universidades, arrancando el segundo cuatrimestre con asambleas para enfrentar el ajustazo que se viene. Avancemos en la organización de forma independiente de las autoridades universitarias y los gobiernos ajustadores, en defensa nuestra educación y por una universidad realmente pública y gratuita donde puedan ingresar y permanecer la juventud trabajadora.