Universidad
22/4/2025
Defendamos la universidad, que se vayan Milei y el FMI
Preparemos un nuevo estudiantazo nacional y la huelga general universitaria.

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Rebelión universitaria.
El nuevo acuerdo de Milei con el FMI es un nuevo jaque recargado contra la universidad pública. La devaluación que el gobierno puso en marcha por orden del Fondo está recrudeciendo el proceso inflacionario, lo que significa otro ataque contra el raquítico presupuesto universitario y el salario de docentes y no-docentes. Pero lo peor está por venir, un reciente artículo publicado en La Política Online afirma que el poderoso JP Morgan recomienda a inversores hacer carry trade (bicicleta financiera) hasta agosto dado que luego el precio del dólar saltará por encima de las bandas ($1.400), o sea que en pocos meses se vendría un nuevo salto devaluatorio que de forma segura se verá reflejado en un nuevo aumento de precios.
El diagnóstico es simple: si antes del acuerdo con el FMI y la devaluación el presupuesto universitario y el salario de los docentes estaban en terapia intensiva, ahora la situación evolucionó a terminal. Pero no es solo eso, el FMI plantea profundizar el ajuste fiscal lo que significa mayores recortes en gastos de funcionamiento, en obras de infraestructura, en becas estudiantiles y en proyectos referidos a la investigación científica. Además, en la agenda del FMI están las famosas “reformas estructurales”, que implican reformas antiprovisionales y antiobreras que significan la pérdida de derechos conquistados y una mayor precarización laboral.
Estas reformas tienen su correlato en el sistema educativo mediante el impulso de reformas o “nuevos lineamientos” educativos cuyos ejes fundamentales son la privatización y adecuación de la formación superior a las necesidades del mercado (ultraprecarizado) capitalista. Básicamente la hoja de ruta de la privatización y mercantilización universitaria se encuentra en los lineamientos de “La Nueva Universidad Argentina” elaborados y aprobados por el Ministerio de Educación bajo el gobierno de Alberto Fernández que implica reformas en los planes de estudio según el criterio del Banco Mundial, el FMI, la Ocde, etc.
Retomemos la rebelión universitaria
Por todo esto es que los estudiantes tenemos la urgencia de retomar el camino de la rebelión universitaria que el año pasado protagonizamos junto a los docentes. Es hora de que el movimiento estudiantil vuelva a desplegarse dentro de las universidades y en las calles. Varios portales de noticias plantean que los rectores y los sindicatos burocráticos estarían cocinando una nueva marcha universitaria federal para mediados de mayo con eje en el presupuesto universitario y en la escalofriante situación laboral de docentes y nodocentes.
Al mismo tiempo, desde el Consejo de Rectores (CIN) confirmaron que están cerrando un nuevo proyecto de financiamiento universitario para presentar en el Congreso y “defender la universidad”.
Por un movimiento estudiantil independiente
Claramente desde la izquierda consideramos clave impulsar con mucho empeño las acciones de frente único que sean necesarias para golpear al gobierno universicida pero eso no significa atar nuestra suerte o subordinar la política del movimiento estudiantil a los intereses de las autoridades que, se sabe, son ajenos a los de los estudiantes. Los rectores y las burocracias docentes y estudiantiles el año pasado se encargaron de contener y adiestrar el poderoso movimiento de lucha, no convocaron a la tercera marcha educativa nacional, desactivaron los paros y rechazaron o aislaron las tomas estudiantiles. Este año buscaron por todos los medios una política de entendimiento con Milei, poniéndose ellos mismos como los garantes del ajuste universitario, poniendo como única condición que el ajuste permita el funcionamiento mínimo de las casas de estudio; nunca contemplaron la situación salarial docente ni las necesidades estudiantiles, intentaron blindar sus propios negocios.
Siendo así tenemos que batallar para que el movimiento estudiantil tenga una política independiente de las autoridades y de las fuerzas políticas colaboracionistas (peronismo y radicalismo) que representan. Necesitamos reactivar el plan de lucha: esta semana los estudiantes tenemos que apoyar con todo las clases públicas y el paro docente, la unidad docente-estudiantil es una clave para quebrar el ajuste de Milei en la universidad. El 30 participemos activamente de la convocatoria de la CGT colocando los reclamos estudiantiles y de la juventud, reforcemos con fuerza la unidad obrero-estudiantil con el movimiento obrero clasista, combativo y antiburocrático mediante la solidaridad y el apoyo a los trabajadores en lucha como los obreros de Fate con el Sutna a la cabeza, los obreros de Morvillo que continúan la ocupación de su fábrica en defensa de los puestos de trabajo, los trabajadores de la salud y por supuesto apoyar a nuestros compañeros y compañeras docentes que con la AGD-UBA están batallando por un salario acorde al costo de vida y defendiendo la universidad pública.
Peguemos con la izquierda
En muchas regiones del país están ocurriendo elecciones provinciales y/o distritales, o sea que muchísimos estudiantes se politizan y discuten al calor de a quién van a votar y a quienes no. Es una gran oportunidad política, central, para impulsar una enorme campaña en torno a la juventud sobre la importancia de votar a los candidatos del Partido Obrero en el FIT-U y organizarse con la izquierda en defensa de la educación pública, la salud, la vivienda y el trabajo.
Luchar en defensa de la educación pública es, finalmente, luchar contra los privatistas que están presentes en el personal político y en las listas de todos los partidos capitalistas. A todos ellos, les pegamos con la izquierda.
Plan de lucha por un nuevo estudiantazo y la huelga general
Las universidades y facultades no pueden simular que funcionan con normalidad como hacen los rectores y los centros de estudiantes peronistas o radicales que a ellos responden. Tenemos que estar en pie de lucha, por eso impulsemos sentadas, ruidazos, clases públicas, cartelazos, semaforazos, festivales y todo lo que podamos para visibilizar el conflicto y ponernos en movimiento. Es el camino para construir un nuevo estudiantazo nacional, que se exprese con ocupaciones de universidades y facultades en todo el país, y sea un punto de apoyo para imponer la huelga general universitaria junto a docentes y nodocentes. Es el único camino que nos va a permitir torcerle el brazo al gobierno de Milei.
Más que nunca, para deliberar e impulsar un plan de lucha, necesitamos que los centros salgan de la parálisis, es decir superar a sus conducciones burocráticas. Para ello, impulsar espacios de autoorganización desde abajo, como ocurrió el año pasado, está a la orden del día.
Vamos por un nuevo estudiantazo y por la huelga general universitaria. Fuera Milei-Bullrich y el FMI de la Argentina.

